En 1989 se estrenó la película Heathers, o Escuela de jóvenes asesinos como la conocimos en España. La cinta, protagonizada por Winona Ryder (menos mal que luego le dio por robar y no por matar, que sepamos) y Christian Slater tuvo cierto estatus de culto en su momento. Recientemente también tuvo un remake televisivo que fue cancelado debido a su polémica premisa (ya se sabe que estamos en la era de los ofendiditos). De todas formas, estoy convencido de que de alguna manera la cinta quedó en el subconsciente de Rick Remender, que décadas más tarde nos ofrecería esta sensacional Clase Letal, obra cuya ambientación transcurre en los últimos años de la década de los ochenta en los Estados Unidos de la era Reagan.
Clase letal es una serie de Image Comics que viene publicándose desde enero de 2014 dentro del propio sello del guionista Giant Generator. Una vez pasada la etapa que tuvo Remender en Marvel Comics con obras como Imposibles Vengadores o Imposibles X-Force, el escritor se dedicó por completo a sus obras creator owned que tan buen resultado le habían dado con tebeos como Fear Agent. Desde entonces son muchas las locuras que Remender nos ha ofrecido: Desde la loca syfy de Ciencia Oscura o Low hasta la road movie salvaje de Death or Glory. No hay nada mejor que un autor con talento que se lo pasa bien creando sus historias, porque esa sensación se traslada al lector creando una comunión perfecta.
Bienvenidos a King’s Dominion
La premisa de Clase Letal es muy sencilla. Tenemos una escuela cuyos alumnos son entrenados en todo tipo de artes letales. Hay hijos de gangsters, de capos de la droga, de políticos dictadores, de asesinos de poca monda, de la yakuza… Cualquier estrato de la delincuencia que se os ocurra tiene su representación en estas aulas, gestionadas por mano de hierro por el maestro Lin. Aunque estamos ante una colección con un reparto coral, Remender pone el foco en el personaje de Marcus López Arguello.
Marcus se sale un poco de la norma indicada en el párrafo anterior. Lejos de pertenecer a un selecto linaje, el protagonista de Deadly Class es una pobre rata callejera. Huérfano por culpa de la gestión de Ronald Reagan (no diremos más), vaga por las calles hasta que es reclutado para formar parte de tan peculiar campus. Poco puede imaginarse que su vida está a punto de cambiar de todas las formas imaginables posibles.
Soy rebelde porque el mundo me ha hecho así
Rick Remender echa el resto con el personaje de Marcus. El escritor nos ofrece el retrato de un adolescente roto por dentro y por fuera, víctima de los abusos derivados de haber estado en un orfanato que era poco más que el infierno en vida. Marcus será el motor de la serie. Con abundantes monólogos internos le iremos conociendo a la vez que le veremos crecer emocional e intelectualmente. Como si fuera un gusano cuyo capullo acaba eclosionando para dar a luz a un antisistema con actitud punk (género de música que estará plenamente presente en la forma de multitud de referencias), Marcus deberá enfrentarse a sus propios demonios para aprender a formar parte de un colectivo por muy peculiar que sea este.
Clase Letal es un cómic que entra desde el primer vistazo. Es casi imposible no dejarse seducir por algunos de los personajes que plagan este cómic. Desde la misteriosa Saya, la letal María, el entrañable Willie, el macarra de Max o la enigmática Petra. Un puñado de chavales, cada uno con una personalidad bien diferenciada. Una pluralidad cultural digna de cualquier instituto de Queens. Antes hemos mencionado el punk rock, pues bien, Deadly Class desprende ese aroma a rebeldía, a pasión, a enérgico inconformismo que casi parece extraído de los mejores discos de Sex Pistols o Bad Religion.
Remender le imprime un ritmo tremendo a la historia. No paran de pasar cosas. Las intrigas escolares se funden y entremezclan con las borracheras y los viajes de ácidos de esta no tan alegre pandilla de Scooby Doo, que paso a paso irá adquiriendo nuevas nociones sobre el significado de palabras como amistad, compromiso o lealtad. Un guion que bien podría definirse como un híbrido de ideas locas nunca llevadas a cabo por John Hughes, Spike Lee y quizás unas pinceladas del John Woo más descerebrado y desatado previo a su salto a Hollywood. El uso de la violencia en Clase Letal es muy acertado puesto que, lejos de recrearse, muchas veces es la respuesta de unos chavales que prácticamente han nadado en ella desde que nacieron sin conocer casi nada más. Unos estudiantes que quedan perfectamente retratados gracias a los diversos flashbacks que Remender muestra ocasionalmente.
Como si de una muñeca rusa se tratase, Clase Letal va mostrando una sorpresa dentro de otra a medida que aparentemente se van resolviendo las historias. No hay tiempo para el aburrimiento al quedar absorbidos por la atmósfera de la serie.
Un dibujo a la altura
Para esta aventura contamos con los lápices de Wes Craig. El dibujante, que realiza el mejor trabajo de su carrera hasta el momento, está sencillamente que se sale. Cada página es una maravilla, su narrativa parece no tener límites, así como la cantidad de recursos mostrados. La forma en la que muestra los estados mentales de Marcus y compañía, sus paranoias, sus miedos… es directamente de otro nivel. Sus figuras son desgarbadas, resaltan mucho entre la manera que tiene de mostrar la corrupción de los personajes, la suciedad de las calles. Esto último es casi como si fuera una metáfora del sistema político que Clase Letal crítica sin ningún pudor.
El apartado gráfico se completa con el color de Lee Loughridge y Jordan Boyd. A golpe de paleta de tonos planos, nada llamativos. El resultado recuerda a pequeñas joyas de la animación ochentera como Tygra: Hielo y fuego o la adaptación de El gato Fritz, ambas de Ralph Bakshi.
Por último destacar la maravillosa edición de Norma Editorial editando la obra a gran tamaño, con papel de calidad y en tapa dura con sobrecubiertas. Este primer tomo recopila los dieciséis primeros números de la serie regular de Deadly Class, además de una gran cantidad de material extra como portadas alternativas, bocetos, storyboards de Craig o un prólogo de David Lapham.
Os dejamos con una pequeña playlist de bandas que han sido referenciadas de una forma u otra en este primer volumen.
PD: Fue una pena que el canal Syfy cancelase la adaptación de Clase Letal en su primera temporada. La serie adaptaba de manera bastante fiel y acertada el cómic original.