Un viaje en el tiempo para todos aquellos que disfrutaron con grandes y trepidantes aventuras, cuando la imaginación de Hollywood era más rica y sorprendente. Rambo, Terminator, John McClane, Riggs y Murtaugh… Todos los conocemos. Hemos crecido con ellos y con sus películas, capaces de marcar a toda una generación. A través de una lectura amena y directa, con temas como la elección del reparto, cuestiones técnicas, recepción de crítica y público, escenas y secuencias destacables, curiosidades y diversas vicisitudes ocurridas durante el rodaje, El cine de acción que ya no se hace. 50 Películas que marcaron una época ofrece una selección de los cincuenta filmes sobre el género que más han influido en el cine comercial de finales del siglo XX.

Dicen que la nostalgia es muy mala, y que no siempre cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero también es cierto que aquellos que nacimos en los setenta vivimos el nacimiento. auge y declive de un género de cine, no siempre bien tratado por la crítica “profesional”, pero sin el cual hoy no disfrutaríamos de bombazos de taquilla como los que nos da el género superheroico. Nos referimos al género del cine de acción. Antes de los ochenta se hacía cine de aventuras, western, bélico, policíaco… Las sobremesas de los sábados de mi infancia estaban animadas por bravucones piratas, estoicos romanos e intrépidos vaqueros… pero no fue hasta que llegó la década de los ochenta que vimos el nacimiento de un nuevo tipo de héroe: el héroe de acción.

Nombres como Murphy, Quaid, Rambo, McClane, Balboa o Riggs forman ahora parte de la cultura popular gracias a unos guionistas, directores y productores visionarios que vieron un filón por explotar, un nuevo e incipiente género que el público por fin estaba preparado para apreciar. O tal vez fuera la lógica evolución de tantos piratas, espadachines y vaqueros que poblaban las pantallas de cine y televisión. Sólo hacía falta poner una cara y unos músculos a juego con la historia que se quería contar. El resto es historia. El nuevo género popularizó un tipo de héroe y un tipo de historias que supieron ganarse tanto al público como a parte de la crítica. Unos tuvieron éxito y aun hoy siguen en la cresta de la ola, mientras que otros no supieron escoger bien sus siguientes proyectos y se estrellaron por el camino. Pero para el recuerdo quedarán siempre sus películas. Algunas mejores que otras, pero todas y cada una de ellas sirvieron para cimentar el camino hasta llegar al cine de acción tal como hoy lo conocemos.

El libro de Álvaro Ruiz de Gauna examina cincuenta de estas películas, a su juicio no necesariamente las mejores, pero sí las más relevantes y significativas de los años ochenta y noventa. Películas como las de la sagas de Rambo, Jungla de Cristal y Rocky, junto con grandes clásicos como Robocop, Terminator 2 y Kickboxer son aquí analizadas a fondo siguiendo un esquema fijo: sinopsis, preproducción, reparto, banda sonora y resultado de crítica y taquilla, para pasar posteriormente el autor a desmenuzar el rodaje, las anécdotas y finalmente dar su opinión y puntuación personal a la película. Puntuación con la que, en la mayoría de los casos, he coincidido. Pese a lo repetitivo de este esquema, este libro es una delicia de principio a fin, puesto que ha supuesto recordar una filmografía que hasta la fecha tenía conservada en formol. Habiendo visto el 90% de las películas aquí detalladas, el chute de nostalgia me ha hecho desempolvar mi filmoteca y montarme una nueva pila de visionado en el salón, teniendo ahora información extra para disfrutar de estas películas aún más, si cabe.

Pero no es oro todo lo que reluce, y no podemos obviar que algunas de entre el medio centenar de películas que lista este libro son bastante malas, por no decir risibles. Es el caso de Delta Force, Red Scorpion o En Tierra Peligrosa. Películas que empezaban a anunciar el ocaso de sus protagonistas (yo tengo la teoría de que cuando un actor de acción empieza a rodar sus películas en Europa del Este, es que es su carrera va en caída libre; fijaos en los últimos años de Nicolas Cage, Steven Seagal y Van Damme). No obstante, la calidad de estas películas no es siempre el motivo de su inclusión en este libro. El autor se fija también en su representatividad dentro del género o para la propia carrera del protagonista. Es por ello que, por ejemplo, Pasajero 57 o Acción Jackson, sin ser obras maestras del género del cine de acción, tienen su lugar aquí por haber sido pioneras a la hora de dar el protagonismo a un actor negro.

Este libro supone un agradable re-descubrimiento de mucha filmografía que merece ser reivindicada por su importancia histórica para el séptimo arte, amén de representar un importante trabajo de investigación del autor sobre su historia, trascendencia y anécdotas varias. Un género que tuvo como canto del cisne la magistral La Roca (1996), y que sólo ha resucitado gracias a la iniciativa de Sylvester Stallone de juntar a las glorias de los ochenta, noventa y la primera década de este siglo en ese dechado de imaginación, pólvora y testosterona que fue Los Mercenarios (2010), casi quince años después. El cine de acción a la antigua usanza, con tiros y peleas y nada de CGI, murió en los noventa, pero su recuerdo sigue vivo™ en nuestras estanterías y en algunos canales de televisión que le rinden homenaje de tanto en cuanto. A este cine va dedicado este libro. Muy recomendable.

Álvaro Ruiz de Gauna nació en Vitoria-Gasteiz (Álava), en 1976. Desde muy temprana edad mostró interés por el séptimo arte, sentando las bases de su pasión con programas míticos como Primera Sesión o Sábado Cine. Ya en la adolescencia se curtiría en todo lo relativo al cine de acción y aventuras tras las repetidas visitas al videoclub, evolucionando más adelante a todo tipo de géneros. Gran coleccionista de películas, productos de merchandising y literatura cinematográfica, ha encontrado en la creación de este libro una vía de agradecimiento al género que le abrió las puertas a una afición que tantas alegrías le ha dado.