Pocos meses después del estreno de The Marvels, Panini ha editado La guerra de las Marvels, quinto y último tomo de la recopilación de la etapa de Brian Reed al frente de la serie de Carol Danvers, en una época en la que aún se hacía llamar Ms. Marvel. No es por oportunismo aprovechando el estreno de la película en cuestión, que ha funcionado notablemente mal en taquilla. La editorial comenzó la recuperación de esta serie a ritmo anual en 2019, y por estas fechas tocaba el quinto y último tomo. Vamos a ver qué tenemos por aquí.
Como ya hemos comentado en varias ocasiones, en prácticamente todo cosmos superheroico ha habido momentos en los que ha habido algún tipo de legado por el que el creador de un alias deja paso a un nuevo portador. Pero, a diferencia de lo que ocurre en DC, en Marvel sabemos que con casi total seguridad, antes o después el original va a volver. Y eso es lo que tenemos en este tomo. En la entrega anterior, en la que comenzaban los cruces de la serie con el entorno argumental Reinado Oscuro, Carol Danvers moría -bueno, de aquella manera- y era sustituida por Karla Sofen, antigua Piedra Lunar, como miembro de los Vengadores Oscuros de Norman Osborn. Aquí tenemos la vuelta de Carol, mediante el Deus ex machina andante que es el Narrador (claro antecesor de la Kobik que desdencadenó Imperio Secreto) y el enfrentamiento con Sofen para recuperar su nombre en la Guerra de las Marvels que da título al tomo.
Termina el tomo -y la serie- con una última aventura en la que se recupera la enemistad con Mística y la inspiración que Carol siente por Mar-Vell, que tendría consecuencias posteriores para el personaje. Ms. Marvel nº50 es el último número de una colección protagonizada por Carol Danvers con ese nombre. Un par de años después de ese número, hace once años ya, Carol adoptaría el alias de Capitana Marvel, y su antiguo nombre, Ms. Marvel, pasaría a Kamala Khan, un nuevo personaje en lo que parece un caso de legado, esta vez sí, permanente.
Tras el material contenido en este volumen, Brian Reed no hizo mucho más para el mundo del cómic. Hizo una miniserie relacionada con Asedio, el entorno post-Reinado oscuro en el que termina esta serie, un par de miniseries relacionadas con el videojuego Halo, alguna que otra historia corta dispersa, y desapareció por completo en 2013.
Al dibujo, al igual que ocurría en el tomo anterior, tenemos una notable inestabilidad artística: once números y nueve dibujantes. La artista principal es Sana Takeda, que hace más de la mitad de ellos y que, aunque no tiene aquí un estilo pictórico tan fascinante como el que le vimos en Monstress, es muy de largo la mejor dibujante que pasa por estos últimos meses de la serie.
La sensación final que nos deja la etapa de Brian Reed en Ms. Marvel es buena pero con varios peros. Aunque las historias son entretenidas y bastante adrenalínicas en algunos momentos, lo que siempre es de agradecer en el cómic superheroico, el retrato que hace de los personajes femeninos deja bastante que desear en no pocas ocasiones. No sólo tenemos el hipersexualizado traje que llevaba el personaje en la época, el muy ceñido bañador que parecía un ejemplo de body painting con una cantidad de pintura más bien escasa, es que también tenemos diálogos en algunos momentos no precisamente creíbles. Afortunadamente, en los años posteriores se encargarían del personaje autoras mucho más inspiradas en el retrato personal de Carol, como Kelly Sue DeConnick y especialmente Kelly Thompson, que la llevarían Más alto, más lejos y más rápido.