Comentábamos en mayo que algo estaría haciendo bien Kelly Thompson con Carol Danvers para que, en una época de renumeraciones constantes, se estuviera aproximando a la numeración más alta que había tenido el personaje en sus más de cincuenta años de historia, los cincuenta números de la etapa de Brian Reed cuando Carol aún se hacía llamar Ms. Marvel. Han pasado seis meses desde entonces, y la serie de Capitana Marvel sigue adelante. El número 47 saldrá a la venta en marzo de 2023, y los esperados 50 números llegarán alrededor del mes de junio, en el que habrá que celebrarlo por todo lo alto como la ocasión se merece. Hasta entonces, vamos disfrutando como toca de la tercera entrega de la andadura en tomo de la serie, con el sugerente título de Los últimos Marvels.
Aunque la protagonista indiscutible de este tomo es Carol Danvers, la presencia omnipresente que flota por encima de este arco argumental es la de Mar-Vell. El portador original del nombre Capitán Marvel (dentro de Marvel Comics) encabeza una línea de personajes que han utilizado el nombre, siendo uno de los primeros representantes del legado en esta editorial. Tras él, han utilizado ese alias Monica Rambeau, Genis-Vell (anteriormente conocido, precisamente, como Legado), Phyla-Vell y Carol Danvers, que ha pasado su anterior nombre, Ms. Marvel, a Kamala Khan. Y Ms. Marvel no es el único nombre que ha utilizado la actual Capitana. Durante buena parte de los 80 y los 90 se hizo llamar Binaria, nombre que también ha pasado a un nuevo personaje que debuta precisamente en este tomo. Además de legados anteriores y posteriores, tenemos como invitados por aquí al núcleo social central de Carol: Jessica Drew como amiga y James Rhodes como pareja sentimental.
Este volumen recopila un arco argumental cerrado que empieza con Carol y Rhodey intentando hacer juntos una escapada vacacional y enfrentándose a un fango consciente encargado del sistema de resíduos de un laboratorio kree y acaba combatiendo al Vox Supremo, una entidad formada por la mezcla de un inhumano con restos de la Inteligencia Suprema, junto a sus amigos y los Vengadores, personaje que fue presentado en el arco argumental La última vengadora, publicado entre los números 12 al 14 de la serie en grapa que precede a los tomos actuales.
Mantenemos al guion a Kelly Thompson -y que dure lo que quiera- con sus características habituales: diálogos eficaces, personajes carismáticos con una caracterización creíble y un sentido de la aventura palomitera tremendamente entretenido. Leer un cómic de Thompson es una experiencia que nos recuerda a épocas pasadas más inspiradas que lo que estamos viviendo en los últimos años y que nos hace pensar que ojalá hubiera más series tan disfrutables como esta.
Uno de los peros que tiene esta colección, en cambio, es la inestabilidad gráfica, un mal recurrente de la última década. Tenemos un artista nuevo en este tomo, Sergio Dávila, que hace un adrenalínico trabajo a la altura de la historia que pone en sus manos la guionista. Viene de hacer una serie limitada del Caballero Negro junto a Simon Spurrier, y abandona a la Capitana para hacer unos números en los que el Universo Marvel se cruza con el videojuego Fortnite. Afortunadamente, tras estos números vuelve a esta serie, siendo el primer dibujante que va a repetir arco argumental en esta colección desde que Panini España la pasó a tomo.
La pega de que esta colección pasara a tomo es que sólo tenemos nuestra dosis de Danvers y Thompson dos veces al año. Pero la verdad es que es una delicia poder seguir disfrutando de ella, sea con la periodicidad o el formato que sea. Esperemos que con el estreno de The Marvels para el próximo verano tengamos más material del personaje que llevarnos a los ojos.