Es la hora de las tortas!!!

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Capitán América de Mark Gruenwald 1: Se ha hecho justicia

Capitán América de Mark Gruenwald 1: Se ha hecho justicia
Guion
Mark Gruenwald, Michael Carlin, John Byrne
Dibujo
Paul Neary, John Byrne, Mike Zeck
Tinta
Dennis Janke, Al Williamson, John Beatty, Joe Rubinstein, Vince Colletta
Color
Ken Feduniewicz, Glynis Oliver
Formato
672 páginas a color. 17x26 cm. Tomo en tapa dura
Precio
46,95 EUR
Editorial
Panini Comics. 2018
Edición original
Captain America 302-325 y Annual 8 USA

¡El primer tomo de la etapa de Mark Gruenwald! El Capi se enfrenta contra Azote, un asesino en serie especializado en supervillanos que dispara al grito de “¡La justicia está servida!”. Descubre uno de los grandes misterios de la Marvel de los ochenta.

El Espíritu de América. El Centinela de la Libertad. El Primer Vengador. Muchos son los apelativos con los que se conoce al Capitán América. Tal vez sea más conocido por el público general como el líder más carismático de Los Vengadores. No obstante, son para mí más interesantes las aventuras que corre este héroe en solitario que como parte de Los Héroes Más Poderosos de la Tierra™. Moviéndose en un entorno más urbano, y enfrentándose a amenazas más terrenales que cósmicas (aunque no por ello menos letales), el Capitán América recorre Estados Unidos escuchando a sus compatriotas (por algo lleva las orejas por fuera de la máscara) y haciendo el bien a lo largo y ancho del país.

Mark Gruenwald se hizo con las riendas de la colección después de cambiarse el papel con el anterior guionista, Mike Carlin, que ahora pasaría a editar la colección. Gruenwald dio paso así a una memorable etapa en la que el Capitán América salía de su Brooklyn natal para enfrentarse a todo tipo de villanos, nuevos y pasados, e incluso algún que otro viaje a Europa en busca de villanos más internacionales. En este tomo le veremos, por ejemplo, luchar contra la terna de villanos formada por Batroc y sus secuaces Machete y Zaran, que pretenden robar su escudo para que el industrial Obadiah Stane, rival de Tony Stark, pueda duplicar la aleación con la que se construyó.

hecho justicia

Una de las características mas relevantes de esta etapa de la colección del Capitán América es el énfasis que pone el guionista en los altibajos de la vida personal de Steve Rogers. Su relación sentimental con su vecina Bernie Rosenthal (creada por Stern y Byrne en Captain America #247) no pasa por su mejor momento debido a las continuas desapariciones de Steve para enfundarse en las malas blancas, rojas y azules. Por otro lado, su trabajo como ilustrador comercial también se va a pique y pasa a trabajar como dibujante en Marvel Comics, encargándose de las aventuras de… ¡El Capitán América! Y para cuadrar el círculo, su compañero y aprendiz Nómada (Jack Monroe) pasa por una crisis de identidad. Sumad todos estos problemas a los que ya tiene que enfrentarse como Capi, y os haréis una idea de por qué esta etapa es una de las más recordadas. Gruenwald hace auténticos juegos malabares para dar cabida a todas estas situaciones en sus páginas, manteniendo un equilibrio que funciona a la manera que lo hizo para Peter Parker / Spiderman en los años 60 y 70.

También tenemos en estas páginas un viaje a Inglaterra para enfrentarse al Capitán Britania, con el que luego habrá de aliarse en la lucha contra el malvado villano Modred. Gruenwald hace un guiño a las divergencias culturales entre continentes, haciendo que el Capitán América sea más reconocido por su participación en el supergrupo Los Invasores, que como Vengador. Pero mientras El Capi se recorría Londres, Nómada ha tenido que luchar solo contra el Capi Loco (a quien recientemente hemos visto haciéndoselas pasar canutas a Masacre). El Capi Loco es uno de esos villanos indestructibles (aquí nos explican su origen) a quienes al principio cuesta tomarse en serio, puesto que no tiene como ambición conquistar el mundo ni acabar con la humanidad, sino hacer al resto de la gente partícipes de su caótica y nihilista visión de la vida. No obstante, el Capi Loco también se ha enfrentado a Daredevil, Power Pack y Hulka, y hasta su (presunta) desaparición definitiva a manos de Masacre y el Coleccionista, no parece que se le vaya a volver a ver en breve.

Otro de los personajes de nueva creación en esta colección es Armadillo, un hombre que se somete a un experimento genético a cambio de salvar la vida de su esposa, y que tras un enfrentamiento con el Capitán América decide tomar el camino correcto, aunque sea por un periodo corto de tiempo. Ésta es otra de las más importantes características del Capitán América: antes de luchar, siempre da a su oponente la oportunidad de rendirse, o al menos de explicarse. El Capitán América prefiere evitar la confrontación siempre que sea posible, y a menudo intenta inculcar sentido común a sus adversarios mediante la palabra antes que a puñetazos. Es esta exhibición de caballerosidad y bonhomía la que muchas veces saca de quicio a los villanos, aunque a veces le da buen resultado.

La Sociedad Serpiente también tiene un papel importante en esta etapa. Formada por supervillanos de temática ofídica, como Iguana, Víbora Venenosa o Cobra, está dirigida por Crótalo, y se constituye como una organización criminal en la que sus miembros disfrutan de ventajas como (agarraos) escala salarial garantizada, seguro médico (importante en este trabajo) o planes de pensiones. El Capitán América se enfrentará a esta Sociedad Serpiente a lo largo de varios números de esta colección. También hace su aparición Sin Banderas, un tipo que pretende abolir toda división fronteriza y artificial entre países, aferrándose a una idea de un mundo en el que todos los hombres sean hermanos, sin distinción ni superioridad por proceder de uno u otro país. Por supuesto, el hombre vestido con la bandera de Estados Unidos será un blanco prioritario.

Otro villano recurrente que tenemos aquí es Azote, que fue apareciendo en diversas colecciones de La Casa de las Ideas eliminando a villanos de poca monta al grito de “¡Se ha hecho justicia!”; páginas que, gracias al editor de esta colección, también han sido recopiladas en este volumen. Azote, con un estilo similar al Castigador, elimina a la escoria criminal sin contemplaciones, y es el Capitán América quien tendrá que poner fin a sus estragos pese a compartir objetivos. Cerrando el tomo tenemos la aparición del Superpatriota, un oportunista aspirante a superhéroe respaldado por una buena campaña de marketing, y que pretende arrebatar al Capi el cinturón de representante de campeón de América. El volumen cuenta, por último, con estrellas invitadas como Nick Furia y SHIELD, Pájaro Burlón y Ojo de Halcón, Lobezno y el Escuadrón Supremo.

Para ayudar al Capi en su tarea de recorrer el país “desfaciendo entuertos”, cuenta con una línea directa telefónica (en serio), financiada por los salarios atrasados que el ejército de EEUU le debía durante los años que estuvo congelado (en serio). Un grupo de gente que se hace llamar la red “Barras y estrellas”, repartida por todo el país, le ayuda filtrando llamadas y mensajes para que el Capi pueda acudir donde con más urgencia se le necesita en su furgoneta trucada, con su Harley Davidson customizada en su interior. Entre misión y misión, Steve Rogers dibuja las páginas de la colección del Capitán América para Marvel; paginas dibujadas a salto de mata en el interior de una furgoneta y con las que su editor está contentísimo, parece ser. Vivir para ver.

 

Gruenwald se apoya en el dibujante Paul Neary (antes de unir su nombre definitivamente al de Alan Davis en Excalibur), competente artesano que recuerda en algunas páginas a John Romita Sr, y que cumple mejor como narrador que como dibujante. Este tomo, titulado Se ha hecho justicia es el primero que recopila la etapa de Mark Gruenwald al frente de la colección del vengador de las alas en la cabeza. Una etapa caracterizada por el enfoque transamericano que le da al personaje, al que saca del entorno urbano de Nueva York para moverle por los ámbitos rurales a lo largo de todo el país. Algo que, evidentemente, encaja con la filosofía del Capitán América (si no, sería el Capitán Nueva York, o el Capitán Área de los Tres Estados), pero que visto hoy se nos antoja una misión de demasiada envergadura para un solo hombre.

Como curiosidad, Mark Gruenwald falleció de un ataque al corazón en 1996, a los 43 años. Antes de morir, pidió como deseo que sus cenizas se utilizaran en el dibujo de un cómic. De acuerdo con su solicitud, fue incinerado y sus cenizas se mezclaron con la tinta utilizada para imprimir el recopilatorio de Squadron Supreme (Fuente: universomarvel.com)