No se puede decir que Panini no siga apostando por el cómic de corte infanto-juvenil. Tras las líneas Marvel Action o Marvel Young Adults, sigue probando con títulos Marvel coeditados junto a Scholastic. En esta ocasión nos llega Capitán América: El ejército fantasma, una obra ambientada en la Segunda Guerra Mundial, protagonizada por el Capi y Bucky, junto con numerosos secundarios bastante conocidos para cualquier lector de Marvel: desde Dum Dum Duggan hasta el Barón Mordo o la familia Maximoff.
La obra está escrita por Alan Grantz, uno de esos autores especializados en literatura juvenil (con más de setenta novelas a sus espaldas) que da el salto al mundo del cómic para intentar llevar a los personajes de siempre a los más jóvenes. A España nos han llegado solo algunas como Dos grados, Refugiado o Amy: la biblioteca secreta. Como sucede en otras ocasiones en la que se prueba suerte en un medio como el cómic, amparados por su éxito en la literatura, se le nota oficio y una preocupación por introducir subtramas suficientes para mantener el interés de la lectura, aunque es patente que le falta experiencia en el medio, y se queda solo en una derroche de voluntariedad por hacer un buen trabajo.
Brent Schoonover sí tiene bastante más experiencia en el mundo del cómic, habiendo participado en series de Marvel como El Castigador, Los comandos aulladores de SHIELD o Hombre Hormiga. Su trazo se puede quedar un poco corto para aquellos con bagaje en la lectura de cómics, aunque para el público al que va dirigido creo que es bastante cumplidor, puesto que sí tiene encuadres vistosos y las escenas de acción las plantea con inteligencia. Si bien es cierto que el acabado podría ser un poco mejor, con algunas proporciones, rostros que quedan un poco extraños y poses muy forzadas y estáticas, luego plantea algunas de las escenas con solvencia, como los ataques del ejército que da nombre a la obra, o la parte final, en la que la magia toma más protagonismo.
La historia es sencilla: el Capi y Bucky están ayudando al ejército de Estados Unidos a hacer frente a los nazis en Europa, cuando de repente aparece una nueva amenaza que pondrá en jaque al bando norteamericano. No es otra que un ejército formado por soldados muertos en el campo de batalla, que volverán a la vida, cuyos cuerpos son intangibles y no se les puede derrotar por la fuerza bruta. Quien se encuentra detrás es el mísmisimo Barón Mordo, antes de conocer al Anciano, quien intenta estar a la altura del legado familiar y cumplir las expectativas de su abuelo. Los protagonistas acabarán llegando a la montaña de Wundagore donde la familia Maximoff ayudará a hacer frente al poderoso enemigo.
Comentaba que Grantz apuesta por una historia con numerosas subtramas, con recursos conocidos como el personaje secundario que cambia de bando, las pujas familiares entre los propios enemigos, o el interés romántico. Al igual que comentaba del dibujo de Schoonover, creo que para un lector joven funciona muy bien, puesto que son fórmulas de solvencia probada. Eso sí, igualmente, para un lector experimentado son fórmulas predecibles que te ves venir desde lejos, y sabes adónde se dirigen y con qué fin están ahí. Al estar planteado para una edad concreta, no creo que se pueda tener en cuenta como defecto, sino más bien trucos para darle variedad a una historia que, sin ellos, se quedaría en una premisa excesivamente simple y lineal.
En definitiva, Capitán América: El ejército fantasma es una historia entretenida y variada, pensada para un público joven. Para chavales que busquen una historia más de acción, alejada de ese tono habitual de las obras para jóvenes adultos, puede ser una lectura perfecta. Sin embargo, si por algo triunfan esas obras con tantos elementos comunes de jóvenes que se muestran incomprendidos ante sus familias y la sociedad, o tramas amorosas facilonas… es precisamente porque son los temas que más interesan a este tipo de lectores. Aplaudo el hecho de que Marvel investigue líneas narrativas diferentes que demuestren que no hay que hacer siempre el mismo cómic con protagonistas diferentes aunque, por otro lado, creo que no va a llegar a tanto público como otro tipo de obras de este corte.
Lo mejor: Que se apueste por un tipo de obra para jóvenes más centradas en la acción y con sus primeros guiños a personajes que pueden encontrar en otros cómics (o películas).
Lo peor: Un lector experimentado no tardará en encontrar las costuras de la obra tanto en dibujo como, sobre todo, en guion.