CAPITÁN AMÉRICA: BLANCO
Jeph Loeb, Tim Sale y Dave Stewart
ISBN: 9788490945278
Libro en tapa dura. 160 páginas.
Fecha de venta: 04/2016
16.95 EUR
Contiene Captain America White 0-5 USA
La esperada obra del equipo de Daredevil: Yellow y Batman: El largo Halloween, al fin completa. En 1941, el Capitán América y Bucky Barnes viven una aventura que les marcará para siempre.
Septiembre de 2008: se publica en EEUU el número 0 de Captain America: White, el nuevo trabajo conjunto del guionista Jeph Loeb y el dibujante Tim Sale, autores de obras tan aclamadas como El Largo Halloween, Las Cuatro Estaciones y Dark Victory para DC Comics, y Daredevil: Amarillo, Spiderman: Azul y Hulk: Gris para Marvel Comics. Capitán América: Blanco iba a ser su siguiente colaboración, ampliando la saga cromática de la casa de las ideas con esta recreación de los primeros años del Centinela de la Libertad, y profundizando en su relación con su compañero Bucky.
Por desgracia, este número inaugural no tuvo una continuación inmediata, y el resto de la historia se quedó en el limbo. Lo cual tampoco habría de tener demasiada importancia visto fríamente, puesto que este número se puede leer perfectamente como un one-shot, un flashback en el que Bucky Barnes descubre que Steve Rogers es el Capitán América, y éste decide entrenarle para luchar juntos contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Un número único, de relleno o complemento para cualquier otra saga, y hubiera funcionado igualmente. Pero Loeb y Sale tenían en mente una historia más larga. Eso sí, tardo siete años más en ver la luz.
En noviembre de 2015 las estanterías de las librerías estadounidenses recibieron por fin el número 1 de Capitán América: Blanco, en el que el Capitán América despierta de su hibernación y descubre que casi todo el mundo que conocía ha muerto, incluyendo a su querido Bucky. Un encuentro con Nick Furia le hace recordar su pasado juntos, y reflexionar sobre lo que pasó y lo que podría haber sido.
Loeb es un guionista capaz de lo mejor y de lo peor. Creo que casi todos coincidimos en que sus mejores obras, tanto en Marvel como en DC, las ha engendrado en colaboración con Tim Sale. Ambos parecen haberse especializado en narrar historias de la juventud de personajes tan emblemáticos como Spiderman, Batman o Superman. Y para este relato, ¿qué momento más apropiado que esas primeras aventuras del Capi luchando contra nazis en tierras europeas? Si no fuera por el terrible contexto histórico de la época, casi podrían decir que «aquellos sí que fueron buenos tiempos». Al fin y al cabo, tanto Steve Rogers como Bucky por fin consiguen aquello por lo que tanto se habían esforzado: luchar en el frente, salvar Europa de las fuerzas del Eje. Steve no podía conseguirlo por su debilidad física, y Bucky a consecuencia de su joven edad.
La edad es otro aspecto con el que Loeb juega en esta obra. Bucky debía tener unos 15 años, y era un huérfano, hijo de un soldado asesinado en entrenamiento en el Campamento Lehigh (Virginia). Desde entonces, fue adoptado como mascota del regimiento, y entabló gran amistad con otro recluta recién llegado, Steve Rogers, que había de contar con unos 20 años. Por tanto, no existe una gran diferencia de edad entre ambos. Incluso podríamos decir que Bucky tenía más experiencia en algunos temas (e.g. chicas) que el propio Steve. Por tanto, Loeb no plasma la relación entre ambos de un modo padre/hijo, como sería el caso de Batman y Robin, sino que son más bien como dos hermanos que se llevan cinco años de diferencia.
Loeb no sólo explora la relación entre los dos jóvenes héroes, sino que también introduce a Nick Furia y sus Comandos Aulladores, como contrapunto a la luminosidad y la heroicidad de los protagonistas. Furia y sus equipo son soldados curtidos en el campo de batalla. Hombres que se enfrentan a los enemigos a pecho descubierto, sin ocultarse detrás de una bandera ni un escudo, y por eso recelan del hombre de las barras y estrellas y su joven acompañante. A lo largo del tebeo vemos a dos hombres que comparten objetivo e ideales, pero con métodos y estilos de lucha muy diferentes. A pesar de eso, trabajan juntos y se respetan. Por el camino conocerán a un grupo de franceses luchadores por la libertad de su país, con los que cooperarán para tratar de liberar París de las fuerzas enviadas por Hitler.
Tim Sale es la otra gran estrella de este tebeo. Con su inconfundible estilo que tanto homenajea a Jack Kirby como bebe de Norman Rockwell, pocos hay mejor que él (Darwyn Cooke, si me apuras mucho) para plasmar una época en que Estados Unidos iba perdiendo poco a poco su inocencia. Su Capitán América es tan poderoso como noble, un héroe de los pies a la cabeza, y es representado como lo que siempre habrá de ser: el espejo en el que los demás superhéroes se han de mirar. El Capitán América es un modelo a seguir, el compendio de los ideales de justicia, valor y compasión. Es el equivalente a Superman en Marvel, y el dibujo de Tim Sale ilustra esas características a la perfección.
No podemos acabar esta reseña sin mencionar el excelente trabajo del colorista Dave Stewart (con nueve premios Eisner en su haber) sobre las aguadas de Tim Sale, quien, no lo olvidemos, es daltónico. Podéis apreciar como el coloreado cambia del número 0 al número 1 y siguientes. No en vano los autores tardaron 7 años en retomar la historia. El coloreado del número 0 tiene un acabado similar a los lápices de colores, mientras que del número 1 en adelante ya se asemeja más al coloreado de acuarela que tan buen resultado dio a Matt Hollingsworth en anteriores colaboraciones con Sale.
Es una pena que no vayamos a ver más trabajos conjuntos de Loeb y Sale, puesto que el primero ha sido ascendido a director de Marvel TV, así que Sale tendrá que buscar a un nuevo guionista con el que pueda trabajar tan a gusto como con Loeb. Mientras tanto, podemos seguir recreándonos en las grandes historias que han creado juntos, como esas historias de Batman y Superman, o esta «tetralogía de colores» para Marvel, empezando por este Capitán América: Blanco.
Para más información, podéis leer esta entrevista que le hicieron desde RTVE durante su visita al Saló del Cómic de Barcelona del año pasado, o la que le hicimos nosotros en el Expocómic de 2010.