Hace algún tiempo hablé en esta misma página de “El Resurgir” de Scott Snyder y Sean Murphy. En la reseña comentaba que leer la obra del guionista de “La corte de los búhos” era a menudo una experiencia comparable a hacer zapping en la tele y empezar a ver “El Padrino” para acabar viendo el final de “Colega, ¿dónde está mi coche?”. Pocos escritores hay que sean tan capaces de ofrecer su mejor y peor cara de manera tan marcada en un mismo tebeo. Pues bien, en “Canary”, Scott Snyder y Dan Panosian nos ofrecen una pequeña taza de esto.
Canary, un poco de historia editorial
La miniserie de seis entregas que Norma ha editado en un solo tomo, forma parte del grupo de historias que Snyder realizó en exclusiva para el sello Comixology Originals. Por ello, vieron la luz en primera instancia en formato digital. ¿Os acordáis cuando hace unos años parecía que el cómic online e iniciativas como Substack se iban a comer el mundo? Pues eso, al final todo quedó en un puñado de valientes intentonas, pero seguimos igual que hace un lustro.
Para crear estas historias, Snyder se codeó con grandes figuras como Francis Manapaul (“Clear”), Greg Capullo (“Tenemos demonios”) o Francesco Francavilla (“La noche del gul”). Todas contaron con versión impresa, la mayoría de ellas por parte de Dark Horse. En España ha sido Norma quien nos ha ofrecido todas.
Pero, ¿de qué va “Canary”? Si alguno ha leído la reciente edición de “El Sexto Revolver” de Cullen Bunn (también editado por Norma) seguro que la mezcla de western y terror le es familiar. Sin embargo, lo que aquí crea Snyder es algo diferente, por mucho que todo el mundo compare ambas obras. El primer número abre con una impresionante secuencia del Marshall William Holt en acción. El escritor presenta al protagonista de “Canary” como un agente de la ley en la etapa crepuscular de su carrera.
Lejos de limitarse a ser un vulgar pistolero, Holt es el héroe de millares de personas gracias a unas noveluchas (creo que podemos referirnos a ellas como Pulps) que cuentan las peripecias de un justiciero de gatillo fácil, que es fácilmente reconocible por portar un pañuelo con el dibujo de un ataúd en los tiroteos. La historia de “Canary” lleva a Holt a acometer un encargo de su superior. Deberá ir a un pueblo donde es una leyenda e investigar una serie de extraños sucesos junto a una joven terrateniente y un doctor en espeleología. Un variopinto grupo que no tardará en meterse en más de un problema.
Hay que reconocer que “Canary” tiene un inicio muy explosivo. Los personajes están muy bien definidos y Snyder dosifica de manera eficaz el suspense y la revelación de los diferentes misterios que va planteando. Los problemas llegan cuando el escriba cae en sus peores vicios, como incorporar elementos que no van a ninguna parte o que no están bien aprovechados (como lo de que Holt sea un héroe en el papel también), el abuso de las escenas de flashback para dar contexto a sus personajes o el absoluto debarre de la recta final. Toda una orgía de caos y destrucción que dejará atónito a más de uno. Este giro de timón, que nos lleva de estar ante un thriller sobrenatural a un tebeo de acción puro y duro al estilo del modo zombies de “Red Dead Redemption”, es un arma de doble filo que mucho me temo causará polaridad en la recepción de todo aquel que se acerqué a “Canary”.
Personalmente, como ya me imaginaba lo que me iba a encontrar, he terminado disfrutando mucho de este tebeo y le perdono a Snyder todos los clichés que mete cada vez que aparecen nativos americanos en escena. Puede que no invente nada, pero tampoco creo que el equipo creativo busque otra cosa que hacer pasar un rato divertido al personal. Objetivo conseguido por la parte que me toca.
A nivel artístico, “Canary” rueda a un gran nivel al contar con Dan Panosian. El veterano entintador, que se pasó buena parte de su carrera rematando lápices en la parcela mutante de Marvel Comics, tiene un estilo sucio que en algunos tramos recuerda a dibujantes como Michael Lark o Sean Phillips, para pasar a viñetas mucho más detalladas del estilo de lo que nos tienen acostumbrados otros nombres como Arthur Adams y Chris Bachalo. Un cocktail imposible que es rematado por una más que acertada paleta cromática aplicada por el propio Panosian.
En definitiva, si os sobran 27 euros (un precio bastante elevado incluso para los tiempos que corren) y os apetece leer un western lúdico y ligero, seguro que encontráis suficientes virtudes en “Canary” para disfrutar de él como se merece.