Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Calle Peligro

Calle Peligro
Guion
Tom King.
Dibujo
Jorge Fornés.
Color
Dave Stewart.
Traducción
Guillermo Ruiz.
Formato
Cartoné, 368 págs, color.
Precio
43,50€.
Editorial
ECC Ediciones. 2024.
Edición original
Danger Street #1-12 (DC Comics).

En una conversación entre Gerry Conway y Carmine Infantino, el segundo comentaba la peculiaridad de que cualquier serie vendía mucho más en sus números 1 que en los posteriores. De esa observación, y con el bagaje de otras series como Showcase, que servían de contenedor para aventuras de diversos personajes nació la curiosa cabecera 1st Issue Special, una serie en la que debutaron algunos personajes como los Dingbats de Calle Peligro o el Warlord de Mike Grell, aunque este tenía la peculiaridad de que ya tenía aprobada su propia serie que saldría unos meses más adelante. Con estos ingredientes, el inquieto Tom King se propuso llevar a cabo una serie que homenajease a aquella cabecera que tan solo duró 13 números con la intención de realizar una serie en la que todos los personajes se vieran involucrados en una misma historia, en lugar de aquellas historias independientes e inconexas entre sí de la revista original. ECC publica ahora el tomo integral de Calle Peligro, después de haberla editado previamente en grapa.


Si echamos un vistazo al listado de protagonistas de la serie original, podremos entender que no tuvieran relación entre sí. El listado de protagonistas, por orden, es el siguiente: Atlas, el Equipo Verde: Chicos millonarios, Metamorpho, Lady Cop, Manhunter, los Dingbats de Calle Peligro, Creeper, Warlord. Doctor Destino, los Outsiders, Nombre Código: Asesino, Starman y los Nuevos Dioses. Muchos de ellos aparecían por primera vez y no tuvieron serie posterior, aunque sí apariciones en el Universo DC, otros eran personajes conocidos, y otros tenían ya aprobadas sus propias series como hemos comentado. Pero el experimento no funcionó especialmente bien, y la serie fue cancelada poco después de un año tras su debut. Es normal que fueran números independientes, teniendo en cuenta que lo mismo nos encontrábamos a un superhéroe con aptitudes mágicas, una policía de barrio, o los habitantes de Apokolips y Nueva Génesis.

Con estos elementos, Tom King vuelve a hacer un nuevo triple salto mortal sin red y realiza un ejercicio narrativo por el cual consigue meter a todos los personajes dentro de una misma historia. Para ello se hace acompañar de un dibujante que asegura que el aspecto narrativo va a ser impecable, y con el que ya había trabajado y triunfado en su serie Rorschach: Jorge Fornés. Tengo que reconocer que lo consigue, y crea una historia que funciona y mantiene el interés. Aún así, King sigue intentando encontrar su trono junto a Alan Moore en el olimpo de DC y cada vez veo más claro que sus esfuerzos por conseguirlo son su principal obstáculo. El mero hecho de crear una historia en la que la forma tenga prioridad antes que el propio contenido hace que nos encontremos con una obra que funciona, consigue sorprender y dar ese codazo cómplice a los amantes de la historia de la editorial, pero que deje poco poso entre los lectores.


Porque además, nos cuenta la historia con un estilo que ya identificamos completamente los que hemos leído sus trabajos anteriores. Hay que reconocerle una cosa: ese formato de escenas aparentemente inconexas que se suceden entre uno y otro personaje, en una serie con tantos protagonistas, funciona mucho mejor que su Batman y Catwoman o incluso Strange Adventures. Al saltar entre tantos personajes, la lectura se hace mucho más ágil y deja con intriga de qué va a suceder a continuación con ese personaje concreto o esa línea argumental. Pero igualmente, sigue introduciendo escenas de diálogo que sobran, gimmicks recurrentes como las uvas, y números que pretenden sorprender por su riesgo, como el 9 de esta serie centrado en un enfrentamiento entre dos personajes, pero que si no funcionan rompen el ritmo y pueden resultar cargantes… como es el caso.

Como es inteligente y se lo puede permitir por su estatus, se hace acompañar de grandes dibujantes, y Jorge Fornés es probablemente lo mejor del tomo y lo que consigue que la serie no haga aguas. Su dibujo es sobrio, dinámico cuando es necesario (la viñeta de presentación de Creeper es espectacular), y capaz de realizar un número entero con una rejilla de 4×2 viñetas sin que resulte excesivamente estático ni fatigue al lector. Respeta los diseños originales, actualizando los conceptos y dándoles uniformidad. Tengamos en cuenta que los originales contaron con dibujos de gente tan diferente como Jack Kirby, Steve Ditko, Mike Grell, Walt Simonson o Ramona Fradon.


Calle Peligro es, en definitiva, un ejercicio narrativo interesante y complejo, en torno a personajes muy diferentes y con temáticas variadas. Como tal, funciona muy bien y resulta curioso ver cómo va tejiendo esa historia, sabiendo lo que sabemos antes de comenzar la lectura. Aunque si no contamos con esta información, o incluso si nos da igual el juego en el que se embarca el guionista, la historia como tal va tomando un rumbo de más a menos. Algunos personajes tienen sentido porque tienen que estar ahí, por formar parte de aquella serie, pero sin esa premisa, serían personajes cuya presencia es por completo prescindible. Como le suele suceder en sus series con esa extensión tan premeditada, podría haberse beneficiado de algún número menos que le hubiera obligado a agilizar algunas tramas. Si al menos hubiera contado con 13 números podríamos justificar el propio homenaje por la extensión original…

Lo mejor: El ejercicio narrativo de unir todos los personajes con una trama central. Jorge Fornés.

Lo peor: La sensación de que prima el juego de hilar los personajes por encima de la historia como tal. Que King siga persiguiendo su Watchmen.