Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Cachorro, de Jorge Palomar y Paco Camallonga

Cachorro, de Jorge Palomar y Paco Camallonga
Guion
Jorge Palomar
Dibujo
Paco Camallonga
Formato
Cartoné, 96 páginas. A color
Precio
18,90 EUR
Editorial
Aleta Ediciones. 2021

Cachorro, el huérfano que creció al amparo del régimen de Franco, se ha convertido en el policía más temido dentro de la Brigada Social. En su primer caso como detective, se enfrenta a la desaparición, en la Riada de Valencia de 1957, de unos jóvenes del mismo orfanato en el que creció. Casi 30 años después, el desbordamiento de la presa de Tous en 1982 permite reabrir la investigación. El agua que sirvió para ocultar un crimen emerge ahora para revelar la verdad. Cachorro no descansará hasta encontrar a las personas que destrozaron su vida.

La Brigada Político-Social fue el cuerpo de policía más temido durante el franquismo. Era la policía política del régimen, los que no tenían que dar explicaciones a nadie, los que cascaban sin miramientos a los delincuentes o a los sospechosos de opositar contra el Gobierno. Eran, en definitiva, los malotes de la policía. Tanto la Guerra Civil española como el periodo de la postguerra son muy propicios para contar cierto tipo de historias, debido a sus características políticas y sociales. En este caso, el protagonista requería de un trasfondo vital tan peculiar, que la única forma de conseguirlo era ambientando la historia en esa época, comenzando en los últimos estertores de la Guerra Civil, para pasar a continuación al pleno meollo de la dictadura.

cachorro

Nuestro protagonista, apodado Cachorro, se crió en uno de los hogares del Auxilio Social, que ya conocemos todos por ser esos orfanatos donde se desarrollan las historias de Paracuellos de Carlos Giménez. Tras una traumática infancia que parece haber sido borrada de su memoria, se une a la policía del régimen con la aspiración de ser detective. Allí, sus duros métodos y su eficacia para hacer “cantar” a los sospechosos le granjean una merecida fama de hombre duro y sin miramientos. No obstante, el caso de unos niños desaparecidos en la riada de Valencia de 1957 le llevará de vuelta al orfanato donde pasó su infancia. Allí descubrirá que la desaparición de los niños no fue un accidente, sino que oculta un misterio que se remonta a muchos años atrás. Pero a mediados de los 80 Cachorro está en la cárcel por un crimen que no ha cometido, y una nueva catástrofe hace salir a la luz nuevas pruebas relacionadas con el caso de los niños desaparecidos.

Aquí tenemos un argumento de Jorge Palomar, un guionista sin experiencia previa en el mundo del cómic, que arranca con una premisa muy potente, con un desarrollo a priori interesante, pero que falla en un aspecto esencial para aportar credibilidad a la historia: la caracterización de los personajes. Por un lado, están los diálogos impostados, que pronuncian los personajes como si estuvieran leyendo un discurso. Un policía de 20 años, en la España de 1957, sin apenas educación, no puede hablar como un universitario citando a Chesterton, o disertando de memoria desde la cárcel 30 años después sobre la iconografía de la flor de lis en la historia de la Iglesia y las monarquías europeas. Por otro lado, fallan algunos detalles en la historia, como el que un policía que esconde a una niña fugitiva en su domicilio se haga una foto con ella, la lleve a revelar y la ponga en un marco en su casa. Es una lástima que una idea tan buena y con tanto potencial haga aguas por tantos flancos, pudiéndose haber desarrollado mejor y hacer un tebeo redondo.

El dibujo de Paco Camallonga también acusa fallos de principiante. Tal vez el más llamativo sea el dibujar a un Cachorro con menos de 20 años, en sus inicios en la policía, como un señor de casi 50. La caricatura se le da bien, y algunas viñetas sueltas están bien resueltas, pero hay páginas donde la narrativa no fluye, sino que es tan sólo una sucesión de viñetas sueltas, donde Camallonga consigue más bien mostrar escenas congeladas en el tiempo (en ocasiones con excesivos bocadillos de diálogo para una sola viñeta) que una verdadera secuencia de acción. Por otro lado, en algunas páginas da la impresión de que no ha dedicado demasiado tiempo a su elaboración, con figuras muy esquemáticas y ausencia de fondos. Pese a que el artista cuenta con experiencia en animación y diseño de videojuegos, se le nota acartonado en el ámbito de la narrativa. Esperamos que esta obra le sirva para foguearse y adquirir experiencia en este campo para futuros proyectos.

Cachorro es un cómic que no pretende ser original ni en su planteamiento, ni en su ambientación histórica, ni siquiera en cómo está contado. Coge cosas que funcionan de otras historias y otros medios, como el relato de un detective desde la cárcel que vimos en la primera temporada de True Detective, o la investigación de un crimen en los años 80 que vimos en La Isla Mínima. La amalgama de estos factores funciona a priori, pero se habría requerido a unos autores más versados en el medio del cómic para convertir esta historia en la gran obra que tenía el potencial de ser. Una oportunidad perdida.