Por fin ha llegado a mis manos el último tebeo homenaje-parodia de Enrique Vegas dedicado a la serie de TV The Mandalorian. Bajo el título El Cabezoniano (marca de la casa) estamos ante un nuevo acercamiento del autor a la saga galáctica por excelencia. Una relación que se remonta al lejano año 2005 cuando Enrique debutó en la editorial Dolmen publicando la primera entrega de Los cabezones de las Galaxias. Desde entonces casi todas las películas de Skywalker y compañía han contado con su propia versión, siendo un éxito de ventas que se ha traducido en múltiples reediciones o ediciones totalmente nuevas en cartoné, tamaño álbum europeo y a todo color.
Un inciso: Antes de Los cabezones de las Galaxias, Vegas publicó con Dude Comics casi una decena de especiales dedicados a las películas comiqueras del momento (todas de Marvel, con la excepción de Hellboy) y la trilogía de Matrix, sin olvidar por supuesto su gran debut con Cambotero y Arbillos, sendas parodias a las sagas de Depredador y Aliens respectivamente. Muchos de estos trabajos han sido recuperados por Dolmen en los últimos años.
Pero volvamos a Star Wars que es al fin y al cabo lo que nos interesa. Con El Cabezoniano me atrevo a decir que Vegas realiza su adaptación más ambiciosa hasta la fecha, porque si bien no es la primera vez que adapta una serie de televisión (ha publicado cuatro volúmenes de Juego de cabezones), si que es la primera vez que debe condensar los ocho episodios de The Mandalorian en apenas 48 páginas de historia. El resultado de dicha síntesis es, para qué engañarnos, un tanto irregular pero no debemos olvidar que el objetivo de todo buen tebeo es como mínimo hacernos pasar un rato entretenido. Pues bien, esto lo consigue de manera sobrada.
En este puñado de páginas veremos cómo el protagonista conoce al mal llamado Baby Yoda fruto de un encargo que le complica la vida más de lo que fuera deseable, provocando que el protagonista se vea metido en una serie de entuertos de lo más rocambolescos. Ahora bien, si no has visto la serie, este cómic se te va a quedar un tanto cojo.Y es que la necesidad de abreviar la trama provoca que Enrique Vegas tenga que hacer gala de un buen número de elipsis narrativas que son presentadas de manera muy ingeniosa en la forma de dobles splash pages que contienen las escenas de los episodios más destacados de The Mandalorian, en concreto aquellos co-protagonizados por Gina Carano, Ming-Na Wen o aquel cuya acción se desarrolla dentro de una nave prisión siendo, a título personal, uno de los mejores episodios rodados para televisión de los últimos diez años. Igualmente, algo muy llamativo al leer El Cabezoniano es ver cómo Vegas ha potenciado la influencia que tuvo el género western a la hora de concebir la serie, algo evidente y reconocido por sus creadores. Enrique, como buen fan de Sergio Leone, se ha dejado llevar por la esencia del gran realizador regalando algunas páginas donde solo falta que salgan El bueno, el feo o el malo.
El Cabezoniano es claramente un tebeo donde el dibujo prima sobre el guión. Sin llegar a canibalizarlo del todo, sí que es cierto que este álbum entra más por sus ilustraciones que por sus diálogos. Ojo, que no lo digo como algo malo, simplemente es lo que es, pero cuando tenemos a un dibujante como Enrique Vegas lo único que tenemos que hacer es pararnos, elegir un buen sillón o sofá, pillar una bebida fría y a disfrutar con uno de nuestros dibujantes más talentosos. Mira que me he leído prácticamente toda su producción, pero es que no deja de sorprenderme el jodio. Esa capacidad que tiene para que todo quede tan bonito, tan en su sitio, la complejidad que esconden sus páginas tras un acabado aparentemente sencillo… Lo dicho, no deja de sorprenderme aunque lleve casi dos décadas siguiendo su carrera. Para ver con más detalle esto que comento solo hay que fijarse con detenimiento en los extras de la cuidada edición de Dolmen de El Cabezoniano, donde podemos ver el proceso de creación de algunas páginas desde la inicial etapa de boceto hasta el acabado final a tinta.
Como cada tebeo de Enrique, El Cabezoniano está hecho para todos los públicos, pero aquellos que se detengan más en cada página seguro que encuentran un buen número de referencias, gags visuales o huevos de pascua a diversos elementos de la cultura pop. Es una pena que el hecho de que los tebeos de Vegas ahora tengan proyección internacional (algo que pasa desde hace ya bastante) provoque que el humor sea ahora mucho más universal, que esté más “blanqueado” y que haya perdido buena parte de la mala leche que tenían al principio. Por poner un símil de algún producto parecido, este Cabezoniano bien podría competir con los tebeos de Star Wars para toda la familia realizados por Jeffrey Brown y publicados por Planeta Cómic en España.
Si os acercáis a este libro no os vais a arrepentir, pero si además os pica el gusanillo de saber de lo que es capaz Enrique Vegas cuando no está atado por una licencia, os recomiendo encarecidamente que os hagáis con Kobe, Leinad o Diarios de guerra, sus obras propias que son una gozada.
Un tebeo estupendo para pasar el rato, para regalar a los más pequeños o a algún amigo dubitativo con esto del cómic y que además gracias a la preciosa edición de Dolmen cumple su cometido como presente a las mil maravillas.