Todavía recuerdo perfectamente el día que descubría Enrique Vegas. Todavía no habíamos cambiado de siglo, y en mi librería tenía la costumbre de revisar las baldas destinadas a las editoriales pequeñas. Allí siempre te podías encontrar pequeñas joyas, la mayoría de ellas realizadas por autores patrios. En una de mis escaramuzas me topé con Arbillos… “¿Qué coño es esto?” Pensé para mí mismo. Al final, pese a que costaba novecientas pesetas de la época, me lo pillé… ¡Joder! salían xenoformos en la portada. Tenía que molar por cojones.

Esta fue mi entrada al maravilloso mundo de los cabezones de Enrique Vegas. Todos los tebeos que publicó en la desaparecida Dude Cómics fueron cayendo en mis manos, en especial desde que en 2002 publicase las primeras parodias de superhéroes Marvel: Vlade y Espiderman. 2005 fue el año del espaldarazo definitivo del autor con su incorporación a Dolmen Editorial. Desde entonces hemos podido disfrutar de parodias de las sagas más importantes del cine como son Harry Potter, Star Wars, Indiana Jones, El señor de los anillos… poco a poco el formato grapa fue dejado de lado (una pena, la verdad), para abrazar el tomo en cartoné, con más páginas. Primero para recopilar algunas sagas (Cabezón Jones o Los cabezones de las galaxias), luego ya para ofrecer aventuras inéditas de mayor duración. En este caso nos encontramos en 2014 con Cabezones Reunidos, parodia del universo cinematográfico de Marvel que alcanzó más o menos hasta el final de la primera cinta de Los Vengadores dirigida por Josh Whedon.

Cinco años después y en plena ola de odio hacia las películas de Marvel por parte de algunos de los más influyentes (y envidiosos) directores de Hollywood, Enrique Vegas nos ofrece una nueva entrega de sus Cabezones Reunidos titulada adecuadamente El cabezón del infinito. El autor se mofa, a la vez que homenagea, a más de una docena de películas. Sí amigos, la capacidad de síntesis de Vegas es digna de admiración (ya se la podrían aplicar algunos… Sí, Peter Jackson, te miro a ti). En un par de páginas dobles te cuenta casi todo lo que tienes que saber de todos los personajes y películas que han sido presentados desde entonces: Black Panther, La era de Ultron, Civil War, Thor Ragnarok y menciones menores a cintas como Ant-Man o Doctor Strange, tan menores como su repercusión en el organigrama de Kevin Feige.

Enrique Vegas afila su pluma y saca petroleo de todo lo que hemos visto en docena y media de películas. Bien es cierto que desde que sus tebeos se publican en otros idiomas, su humor se ha blanqueado un poco más, no es tan mordaz, o tan bruto. Pero desde luego es afilado, es sutil y seguro que encantará a todo su público (de amplio espectro de edades). Vegas se burla de esos personajes que aparecen o desaparecen a golpe de guion (Hola, Carol Danvers), de los argumentos forzosos, de las decisiones cuestionables e ilógicas que toman muchos de los héroes, de las situaciones ridículas (ese Thanos jugando a Master Chef) o de los villanos random y sin carisma.

El autor lo borda con su particular estilo de apariencia engañosamente infantil. Detrás de sus adorables cabezones hay un concienzudo trabajo de documentación, de planificación de página, una narrativa vibrante y fluida. Pero sobre todo se esconde a simple vista una oda a la cultura pop en la forma de pequeños huevos de pascua, de cameos de personajes de la televisión o el cine, todo tipo de gags visuales que nos tentarán a releer el tebeo varias veces para pescarlos a todos. Un ¿Quién es quién? Mezclado con ¿Dónde está Wally? De lo más placentero. No voy a entrar en detalles, solo decir que el homenaje a Indiana Jones en busca del arca perdida me ha tenido un buen rato partiéndome de risa en el sofá.

La edición de Dolmen se completa con un buen puñado de páginas de bocetos y de procesos creativos de algunas de las planchas más espectaculares de este cómic. También se incluye una entrevista, más corta de lo que me hubiera gustado, al autor realizada por Pedro Monje. Por cierto, al margen de sus parodias, no puedo dejar de recomendar sus obras más personales como son Kobe, Leinad, o Diario de guerra.

Por mi parte seguiré soñando con que algún día publique un cómic de cabezones protagonizado por los personajes de Buffy Cazavampiros.