Es la hora de las tortas!!!

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Caballero Luna 1: La Misión Medianoche

Caballero Luna 1: La Misión Medianoche
Guion
Jed MacKay
Dibujo
Alessandro Cappuccio
Color
Rachelle Rosenberg
Formato
Tapa blanda, 144 páginas a color. 17 x 26 cm
Precio
17 EUR
Editorial
Panini Comics. 2022
Edición original
Moon Knight 1-6 USA

¡El regreso de un mito! El Caballero Luna, cualquiera que sea su disfraz, está de vuelta en las calles, como un pastor renegado de un dios indigno. Su misión: proteger a todos los que habitan la noche. Pero ¿qué sucede cuando a los que debe salvar son transformados en armas contra él? Marc Spector tendrá que poner todo su cuerpo, mente y alma para poner fin a una carnicería.

Creo que alguna vez hemos dicho por aquí que el Caballero Luna es el saco de boxeo emocional de Marvel. Desde que a alguien (Lemire, te estoy mirando a ti) se le ocurrió que era buena idea convertir su juego de identidades múltiples (Steven Grant para blanquear el dinero negro de Marc Spector, Jake Lockley para obtener información de las calles) en un trastorno de identidad disociativa, el pobre pasa más tiempo en sanatorios mentales y consultas psiquiátricas que combatiendo el crimen. Y menos mal que cuenta con una buena fortuna, porque esas cosas no salen baratas. El Caballero Lunático Luna se ha convertido en lo que fue Daredevil en los 80 después de que lo cogieran Frank Miller y Ann Nocenti: un cúmulo de desgracias. No había en aquella época personaje más pupas que Matt Murdock. Se le morían las novias, se quedaba sin trabajo y recibía más palos que una estera. Lo mismo le está ocurriendo a Marc Spector. El guionista Charlie Huston lo trajo de vuelta en un más que deplorable estado físico y mental, Jeff Lemire le metió en un manicomio y Max Bemis se sacó de la manga que todo esto venía de cuando era niño y era sólo el hijo de un rabino. Esta última etapa cerró en el número 200 USA, y aquí se vuelve a relanzar en un nuevo volumen, aunque manteniendo la numeración Legacy 201.

mision medianoche

El encargado de traerle de vuelta no es otro que el guionista  Jed MacKay, quien está recibiendo muy buenas críticas por su trabajo en series como Gata Negra, o su revisión de Kang el Conquistador llamada Intemporal. Aquí, Marc Spector vuelve a ponerse el atuendo del Sr Luna (gran innovación de Warren Ellis muy estúpidamente tratada en la serie de televisión de Disney+) y funda la Misión Medianoche, una especie de mezcla de ONG de barrio y Héroes de Alquiler, donde recibe a vecinos preocupados por vampiros, alimañas y gente de mal vivir que amenaza la buena convivencia del barrio. Vamos, lo que antes hacía Jake Lockley deambulando por las calles en su taxi, pero ahora son los vecinos los que van llorando a su casa. El Sr. Luna cuenta ahora con la ayuda de su secretaria adolescente Reese, una vampira recién convertida a quien ha rescatado de una secta vampírica piramidal (¿por qué estas ideas tan cojonudas nunca se desarrollan?), y el enemigo a batir no se revela hasta el final del arco, dejando la puerta abierta en el siguiente tomo a su enfrentamiento final.

La verdad es que MacKay se hace cargo de la colección con buenas ideas. La recuperación del Sr. Luna, la existencia de un culto a Khonshu a nivel mundial, la referencia a que el Caballero Luna no es EL puño de Khonshu, sino UN puño, o la curiosa paradoja de que Marc Spector, siendo judío, sea el pastor religioso de otra deidad. Muchos de los pensamientos de Marc los descubrimos a través de las sesiones de terapia que mantiene con su psicóloga, pero al final son cosas que leemos de manera paralela al resto de la trama, no integradas en ella. Su objetivo es dar una explicación al comportamiento de Marc Spector y el porqué de la Misión Medianoche, pero se nos muestra como algo ajeno a todo lo demás que está pasando, como una nota al pie que si no la lees no pasa nada. Mención especial merece el villano de este primer arco, con una motivación que no parece ser otra que «estás hecho polvo y te voy a areglar a base de hostias», y que nos tiene jugando al despiste durante los primeros cinco números de la historia.

No podemos finalizar esta reseña sin hablar del trabajo del dibujante Alessandro Cappuccio, de quien sólo hemos podido leer en España apariciones puntuales en Academia Extraño y en Los Vengadores de Jason Aaron, además de un álbum titulado Timed Zero, publicado en su italia natal por la editorial Shockdom. Cappuccio utiliza un estilo manga para contar esta historia, pero es un estilo manga malo, sin personalidad ni emoción ninguna. Es un europeo imitando mal a un mangaka japonés que imita mal a un dibujante de superhéroes. Sus poses son hieráticas y artificiosas, abusa de las líneas cinéticas en perjuicio de la claridad narrativa y el entintado es siempre igual de liso y fino, sin las diferencias de grosor que proporcionan sensación de profundidad. Una pobre elección de dibujante para una serie (y una etapa) que requiere meterse más en el barro y ensuciarse las manos.

mision medianoche

Llevo leyendo Caballero Luna desde mi adolescencia temprana, desde ese día en que le robé las grapas de Vértice a un vecino (estaba justificado, él no me había devuelto unos cómics que yo le había prestado), y fue un amor a primera vista (con los cómics, no con mi vecino). He sido testigo de grandes etapas, y otras no tan grandes, pero no he perdido nunca la esperanza de verle devuelto a la grandeza que tuvo en sus aventuras urbanas de Moench y Sienkiewicz. Esta Misión Medianoche, publicado por Panini, no está entre sus mejores obras, pero tampoco es una profunda decepción. Es un relanzamiento tras el punto y aparte que supuso el final de la etapa de Max Bemis, pero que tarda demasiado en arrancar y coger fuerza. Presenta conceptos interesantes (¿sectas vampíricas piramidales en Nueva York y un superhéroe que usa dardos de plata? ¡Dadme más de eso, por Dios!), y otros que pierden fuelle nada más empezar, entre ellos el concepto del villano. Pero es, sobre todo, el dibujo de Cappuccio lo que desluce la sensación final. Un relanzamiento a medio gas. A ver si remonta.