No sabemos si a estas alturas queda alguien que no conozca Bone, de Jeff Smith. Lo que partió como una obra de apariencia sencilla y desenfadada, con influencia de las tiras de Walt Kelly, los patos de Carl Barks y El Señor de los anillos, se convertiría en una pieza de fundamental trascendencia en la historia del cómic USA.
Bone sería crucial en el derribo de barreras de edad, sexo y circulo social del público; fundamental en lo que se ha venido en llamar el mercado de la novela gráfica; indispensable para la conquista del cómic en las bibliotecas; de gran trascendencia a la hora de explorar nuevos formatos y tantísimas otras cosas que consiguió un tebeo autopublicado con solo un poco de amor por su trabajo, un buen montón de trabajo y toneladas de talento y oficio.
Le debíamos este especial a una obra de la que se habla bastante menos de los que se debería.