Saludos desde los cielos del frente occidental, queridos lectores. Disculpad si escribo despacio, es que tengo la atención puesta en localizar y derribar aviones de la Entente. Esas son las órdenes de Black Max para todos los pilotos de la escuadrilla.
No os voy a hablar aquí de los orígenes y evolución de las revistas de cómic británicas de los años 70. Estamos aquí para ir al grano, que el triplano no tiene demasiado combustible para desperdiciarlo dando vueltas.
Digamos simplemente que la serie nace y vive en una de esas revistas semanales que las generaciones más jóvenes ya no conocen. La serie fue ideada por el editor Ken Mennell y guionizada por Frank Pepper. A los lápices estuvo primero Eric Bradbury, que posteriormente dejó el asiento del copiloto a Alfonso Font.
¿Y de qué va realmente esta serie? Estamos en la Gran Guerra y un piloto alemán algo desquiciado entrena a murciélagos gigantes para derribar a sus odiados enemigos británicos. Y para que el animal no se canse, lo lleva dentro de su propio avión.
¿Espóileres? Si se ve en la portada del tomo…
Portada, por cierto, muy chula. Con una ilustración que podría ser una fotografía en un dossier oficial, con sus cuños y todo.
Con esta premisa ya podemos ver que esta guerra tendrá un tono muy loco y enloquecido. Nada de esos aburridos límites de la realidad.
Los guiones nos muestran una guerra a medio camino entre el pulp de los años 30 y las películas violentas sin control de los 70. Habrá muerte y destrucción sin ningún tipo de preocupación. Estamos en guerra, queridos lectores. Nada de la Convención de Ginebra aquí. Pero de alguna manera toda esa violencia y brutalidad se nos muestra como algo normal y cotidiano, sin ser excesiva ni agobiante.
Posiblemente esto se deba al formato de revista semanal. Tendremos pocas páginas para contar una historia completa, así que no tenemos viñetas para desperdiciar en escenas eternas de lucha y tiroteos.
Las historias tienen esas características tan típicas del formato. Historias cortas y rápidas de leer. Sin demasiados giros argumentales. No es que estemos leyendo realmente la misma historia cada semana, pero el avance será lento y más enfocado al cambio de escenarios y vehículos de combate que a los personajes.
No es una serie procedimental pura, pero lo parece al principio.
Tras unas pocas historias tenemos claro que el heroico piloto británico está dotado de todas las habilidades que existen. Y que es el amante de la Diosa Fortuna.
Mientras que el desquiciado Barón loco haría que un villano de opereta sobreactuado nos pareciera un caballero tranquilo y razonable, de esos que nos invitan a tomar el té mientras debatimos nuestras diferencias como personas civilizadas.
Y curiosamente acabas sintiendo más simpatía hacia esta versión bélica de Pierre Nodoyuna que hacia los teóricos héroes.
El dibujo está lleno de dinamismo y movimiento. Con mucha oscuridad, porque la mayoría de los combates tienen lugar en periodos de oscuridad para que los murciélagos gigantes tengan ventaja al no poder ser vistos.
El primero de los dibujantes estuvo de artillero en la RAF, así que posiblemente sabía como era un avión. Font lo solucionó usando maquetas como modelos.
Y salen dirigibles, claro. Todo mejora con dirigibles.
Black Max 1 está dibujado en blanco y negro, pero quiero comentaros algo sobre el color. El color negro, concretamente. Y es algo que nos mete directamente en la edición de Dolmen. La portada es a todo color, coloreada por Len O´Grady sobre dibujo de Font.
La edición es muy buena, con un papel de calidad. Blanco y mate, pero que quizás muestra los negros demasiado oscuros y sólidos. Parece perderse esa sensación como «de puntitos» que tenían las tramas antiguas. No es algo constante, pero si me ha pasado en algunas viñetas.
Esta edición de Dolmen incluye a modo de extras una Introducción del propio Font y dos textos de Diógenes Pantarújez, uno sobre la obra y otro sobre el dibujante español.
Hay un detalle sobre la traducción, que le debemos a Alberto Gª Marcos. En algún momento entre la edición en español y la impresión, el «frente occidental» se convirtió en el «frente oriental». Posiblemente un autocorrector hizo de las suyas, dando la sensación de ser una ucronía.
Y no quisiera terminar esta reseña sin dejar de recomendaros una novela titulada El sanguinario Barón Rojo, que trata de algo similar a lo aquí narrado.
¿Por qué leer Black Max 1?
Te gustan las historias de aviación de la Gran Guerra. El dibujo de Font. ¿He dicho ya que salen dirigibles?
¿Por qué no leer Black Max 1?
Trata la guerra desde un punto de vista aventurero, terrorífico y bastante poco realista.