Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Black Magick 3. La ascensión I

Black Magick 3. La ascensión I
Guion
Greg Rucka.
Dibujo
Nicola Scott.
Color
Nicola Scott con Chiara Arena.
Formato
Rústica, 128 págs, color.
Precio
17,50€.
Editorial
Norma Editorial. 2021.
Edición original
Black Magick #12-16 (Image).

Ver en tiendas un nuevo tomo de Black Magick  comienza a ser una buena y una mala noticia. Por un lado, es una serie de las que más disfruto de la actualidad comiquera… pero por otro lado sabes que te va a dejar con la miel en los labios durante un buen tiempo. De hecho, este Black Magick 3. La ascensión I  que edita ahora Norma Editorial es lo último que se ha publicado en EE.UU. desde noviembre del pasado año. En 2021 no ha aparecido ni un solo número nuevo de la serie, y eso que, como podéis ver en el título, y al igual que sucediera en los primeros dos tomos, se trata de un arco argumental largo que se divide en dos libros. Dejando aparte la angustia por saber cuándo podremos tener nuevo material en nuestras manos, centrémonos en lo que importa, este tomo.


La detective Rowan Black está en un momento muy delicado: en el trabajo tiene problemas porque Asuntos Internos anda detrás suya tras la muerte de un criminal, los Aira también van a por ella y a por sus hermanas brujas del Aquelarre, y por si fuera poco, tanto unos demonios como sus propias compañeras de brujería han decidido ponérselo un poquito más difícil si cabe. En este contexto, la detective tendrá que sacar adelante su trabajo y evitar derrumbarse de una vez por todas, todo ello, haciendo todo lo posible para minimizar los daños colaterales a la gente que realmente le importa.

Rucka sigue construyendo un personaje fascinante. Me encanta cómo va mostrando la personalidad de Rowan a través de lo que sucede a su alrededor, a través de sus acciones y decisiones cuando interactúa con sus conocidos y también con sus enemigos. Son muchos los frentes abiertos, y por fuerte que sea, no es fácil conseguir tenerlos todos controlados. Parece como si Rucka intentase rizar el rizo amontonando subtramas y todos sus personajes. Y concretamente, es uno de los problemas que tiene la serie, tal y como se está publicando: son tantos los personajes y son tantas las líneas argumentales que están por desarrollar, que cada arco argumental se queda corto, muy corto. El hecho de tener que prestar atención a cada una de ellas, hace que la historia avance muy lentamente, dando la sensación de que estira demasiado el chicle. Es algo que va en contra, no solo de su publicación original en grapa, sino incluso en estos tomos de 5-6 números  que se han estado publicando y que se leen en un suspiro. Y ojo, remarco lo de que «da la sensación» porque realmente la trama sí está avanzando, pero es cierto que te deja con muchas ganas de más. Si algún día la acaban (con Rucka nunca se sabe) estoy convencido de que una lectura de seguido va a ser tremendamente disfrutable.


Nicola Scott sigue en su línea hiperrealista, con ese bitono que usa el color solo para mostrar los elementos mágicos, consiguiendo aportar una atmósfera de historia noir salpicada de esos momentos de fantasía. Tal vez pueda acusársele de una narrativa un poco cinematográfica y hosca, pero personalmente el estilo de dibujo y los efectos de coloreado me funcionan suficientemente bien como para disfrutar cada página con creces. Además, tiene un par de escenas en las que creo que el terror está francamente bien conseguido a través de unos diseños de personaje muy acertados, y unas escenas que buscan un efecto muy concreto… y lo consiguen.

En definitiva, Black Magick 3. La ascensión I  sigue dándonos una serie trepidante, cargada de personajes muy bien construidos, acción, tramas detectivescas, magia negra y demonios. ¿Qué más se puede pedir? Bueno, sí podríamos pedir una periodicidad más rigurosa, pero eso no depende de nosotros y ni siquiera de Norma o Image. Esta serie demuestra, una vez más, que pocos guionistas son capaces de crear personajes femeninos tan potentes e interesantes, cargados de matices y sin descuidar una historia que te mantiene pegado al sillón de lectura. Por favor, señor Rucka… no nos haga sufrir más, siga escribiendo la serie.


Lo mejor: Los personajes. Lo bien construido que está el personaje de Rowan. Las mil subtramas. Las escenas de terror funcionan muy bien.

Lo peor: Saber que, como mínimo, nos queda un año para poder leer algo más de la serie.