Es la hora de las tortas!!!

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Black Hammer 8. El fin

Black Hammer 8. El fin
Guion
Jeff Lemire.
Dibujo
Malachi Ward.
Color
Malachi Ward, Bryce Davidson.
Traducción
Santiago García.
Formato
Cartoné, 176 págs, color.
Precio
23€.
Editorial
Astiberri. 2025.
Edición original
Black Hammer. The End#1-6 (Dark Horse).

Han sido diez años desarrollando un universo propio, con una historia raíz y numerosos spin-off de personajes secundarios dentro del mismo mundo pero al final, todo se acaba. Black Hammer 8. El fin contiene la serie limitada con la que Jeff Lemire pone el broche de oro a una historia que ha desarrollado a lo largo de una década. Astiberri publica el tomo 8 de la que se considera serie principal y da por concluida una historia protagonizada por superhéroes pero que aspira a contar mucho más.


Esta serie continúa los hechos que leímos en los tres tomos que dedicó la editorial a la serie Black Hammer. El renacer, donde se puso el foco sobre Lucy Weber, la hija del Martillo Negro original, y que decidió abandonar Spiral City con su familia para protegerles a toda costa. Ahora, la ciudad vive las consecuencias de su salida, y el Anti-Dios se dispone a dar el golpe final y acabar con todos los mundos del Multiverso Paraverso. Se reúnen aquí todos los personajes que han ido formando este particular universo, y se disponen a hacer frente al temible enemigo.

Con esta última historia, confirmamos que Lemire quería contarnos mucho más que una historia de superhéroes. Era algo fácilmente predecible desde el principio de la serie, puesto que los homenajes son muchos y obvios. No tiene mucho sentido que un autor de la talla de Lemire dedique diez años a hacer un remake del Universo DC mezclado con algunas cosas de Marvel (como el Parlamento de los Weird, similar al de Reed Richards), un Crisis en Tierras Infinitas 2000. Y no lo ha hecho. En todos estos cómics realizados en la última década, hemos sido testigos de un canto de amor al género de superhéroes, una reflexión sobre el legado, sobre la afición a leer historias inventadas por otros. Y, en mi opinión, ha sido un viaje precioso.


El fin contiene todos los ingredientes propios de un evento que se extiende en todos los personajes de un universo superheróico: batallas contra el villano definitivo, giros de guion que sacan a la luz a un villano insospechado, o adversidades que descubren a héroes que ni sabían que lo eran. Todo ello, acompañado de la participación de todos y cada uno de los personajes secundarios que han contado con sus propios spin-off: Revientacráneos, los Antiadolescentes, Sherlock Frankenstein, Doc Robinson… se dan cita en la batalla final contra el Anti-Dios, ya sean sus versiones originales o alternativas de otros universos.

Cerramos además el arco de personaje de los héroes que comenzaron este viaje, que ya habían colgado sus trajes, en su nueva ubicación, pero que todavía tenían sus propios conflictos y les faltaba este destino final que les brindase esa paz que anhelaban desde hace mucho.

El dibujo de este último arco recae en Malachi Ward, al que ya habíamos visto en el tomo 6 de esta serie, me ha sorprendido mucho, puesto que en su anterior participación recurría a un estilo que sacaba más a la luz el lápiz, mienstras que aquí apuesta por un estilo diferente, más convencional, con los mismos colores planos que ya nos sorprendieron en ese arco argumental. Tal vez no sea el artista ideal para una serie que homenajea a los grandes eventos, plagados de personajes, ya que su estilo es más intimista y menos dinámico, pero precisamente creo que consigue recalcar esa intención de Lemire de contar una historia de personajes, por mucho fuego de artificio que pongan en el primer plano.


En definitiva, Black Hammer 8. El fin es un broche de oro a un universo pensado para homenajear de algún modo a los lectores de cómics que llevamos muchos años leyendo sus historias. Una historia de relaciones personales, de legados, de cómo nos hacemos adultos y nos resistimos a abandonar esos universos de héroes que nos han hecho (y siguen haciendo) vibrar. Un gran cierre para una de las series independientes más longevas de la historia.

Lo mejor: Lo que se oculta realmente tras ese disfraz de historia de superhéroes. La moraleja final.

Lo peor: Si esperas un final a la espera de otros eventos crossover, te puede parecer flojo.