Que Black Hammer se ha convertido en una de las series homenaje más largas de la historia encuentra poca discusión. Pero lo que más llama la atención es cómo Lemire consigue mantener el nivel de interés en una serie que no debería sorprendernos. Llevamos diciendo desde los primeros números que todo lo que aquí vemos es una muestra de respeto hacia el trabajo de pioneros como Jack Kirby, elaborando una historia que, pese al giro en el planteamiento contiene numerosas referencias a la edad de bronce del cómic americano. En Black Hammer 7 El Renacer Parte III, Astiberri nos trae la conclusión de la (supuestamente) penúltima serie del universo creado por el guionista canadiense.
¿Adónde nos lleva este tercer tomo de la serie limitada El Renacer? Pues los que hayáis leído los tomos 1 y 2 (5 y 6 de la edición de Astiberri), sabréis que Lemire había llegado a la explotación del concepto multiverso que tan de moda está hoy en todos los universos superheróicos, pero que encontró su máxima expresión en la DC de los años 70-80. Lemire es consciente de ello, y juega precisamente con esa predisposición del lector para buscar nuestra sorpresa. El mero hecho de plantear universos paralelos hace que cualquier lector veterano ya siga esta serie con ciertos prejuicios acerca de lo que puede esperar encontrarse, y Lemire lo sabe… Como buen perro viejo, incluye giros de guion que sorprenderán tanto al lector resabiado como al novato, y eso es bastante meritorio.
Para ello utiliza un comodín, que algunos pueden considerar algo facilón, pero no por ello resulta menos efectivo: el sentimentalismo. Y es que toda esta historia, que abraza sin tapujos el metalenguaje del cómic, al final solo se sostiene por el amor de sus protagonistas que, por otro lado, resulta ser la mayor excusa para que seamos indulgentes con el desarrollo y aceptemos la dirección que nos propone Lemire. Porque la historia llega a esas escenas que se nos anunciaban en los primeros números con esos viajes desde el futuro y que ahora van cobrando sentido.
Entiendo que haya quien pueda no entrar en la propuesta de Lemire, aunque no entendería que si no lo ha hecho desde un principio, haya llegado hasta este punto. Pero lo que sí estoy convencido es de que los que sí hayan disfrutado de la historia hasta el momento, se lo habrán pasado igual de bien con esta historia que se dirige hacia Black Hammer. El fin dejando por fin todas las cartas encima de la mesa. Porque el desarrollo de este último arco me ha parecido muy a la altura, especialmente por lo emocionante que resulta este tramo final y los conflictos que plantea para su protagonista, muy humanos, y con los que cualquiera de nosotros puede empatizar.
El dibujo de Caitlin Yarsky me gusta mucho, y me parece muy acertado para el tono de esta serie limitada. Combina un cierto toque cartoon, con el acercamiento al fotorrealismo del que venimos en los cuatro números anteriores de Malachi Ward y Matthew Sheenan, pero igualmente es efectivo a la hora de diseñar las escenas de ruptura del multiverso o las más cósmicas. Claro, que gran parte de ello tiene el fabuloso trabajo al color de Dave Stewart, capaz de utilizar paletas muy particulares para esas rupturas del tejido de la realidad que contrastan con el tono más sobrio de las escenas más calmadas. El tomo de esta edición, además, cuenta como extras con numerosos bocetos de Yarsky explicados por la propia dibujante, algo más interesante que esos meros recopilatorios de ilustraciones que se suelen incluir sin ningún texto de apoyo.
En definitiva, Black Hammer 7 El Renacer Parte III es un cierre fantástico para otra de esas series limitadas de las que consta la edición americana (aquí enumeradas con una linealidad que facilita la compresión del orden de la serie raíz). Aunque sobre todo, lo que deja esta serie es con un cliffhanger de tres pares de narices y deseando que llegue a nuestro país la supuesta serie con la que todo acabará (y digo lo de supuesta con conocimiento de causa…).
Lo mejor: Una conclusión trepidante que deja todo preparado para la traca final. El metalenguaje de este tomo.
Lo peor: Al que en este punto de la serie, no haya conseguido conectar con ella, dudo que pese a lo emocionante que resulta este tomo, le llegue a convencer.