Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Black Hammer 3: La edad sombría, parte 1

Black Hammer 3: La edad sombría, parte 1
Guion
Jeff Lemire
Dibujo
Dean Ormston
Tinta
Dean Ormston
Color
Dave Stewart
Formato
Cartoné, 144 páginas
Precio
16 €
Editorial
Astiberri. 2019
Edición original
Black Hammer: Age of Doom 1-5

Cuando Black Hammer vio la luz se llevó el Eisner a mejor serie nueva. También se llevó el premio del Gremio de Libreros de Madrid a cómic del año 2017. Y, como no podía ser de otro modo, también entró en el top anual de esta web ese mismo año. En 2018 entró en nuestro top de nuevo, pero esta vez por partida doble: la plantilla de Es La Hora De Las Tortas!!! consideró que merecían estar entre los doce mejores cómics del año tanto el segundo tomo de la serie principal de Black Hammer como su primer spin-off, Sherlock Frankenstein y la Legión del Mal. Y ahora, recién leído el tercer tomo, acabo de apuntar en la lista de votaciones interna el primer candidato para nuestro Top 12 2019.

black hammer 3 la edad sombria pg1

¿Pero es para tanto Black Hammer? A ver, la respuesta corta es que sí. La larga… pues que también, sin duda.

Como pudimos leer en los tres tomos aparecidos anteriormente, en esta serie Jeff Lemire está escribiendo toda una declaración de amor al cómic superheroico, centrada hasta ahora en las Edades de Oro, Plata y Bronce, marcando la batalla contra el Anti-Dios vista en Sherlock Frankenstein un antes y un después. A los lectores veteranos no se nos escapa que esa batalla en el universo de Black Hammer es el equivalente a Crisis en Tierras Infinitas, que el Darkseid/Galactus conocido como Anti-Dios hace el papel del Anti-Monitor… y que después de Crisis en Tierras Infinitas llegó un reseteo al Universo DC. Y, en cierto, modo esto es lo que tenemos en La edad sombría.

En esta primera entrega de la nueva serie no sólo cambia el título. Cambia también el tono de la serie, cambia la época homenajeada… y podríamos decir que cambia hasta el género. Sí, los personajes siguen siendo esas versiones más o menos reconocibles de los grandes iconos de DC y Marvel que llevamos viendo desde el principio de la serie. Y sí, los grandes conceptos del género siguen danzando por aquí, llegando, por ejemplo, la tan deceíta idea del legado con la aparición de la nueva Black Hammer. Pero dejamos atrás las ambientaciones más clásicas para dar un paso -cronológico- adelante. Es el turno de la Modern Age y los años 90.

black hammer 3 la edad sombria pg2

Tranquilos. Cierto es que al lector veterano medio, las palabras «años noventa» le dan escalofríos, pero no estamos hablando de Caídas de Murciélagos, de Sagas de Clones ni de Sangre Joven. Los años noventa también fueron el momento de gloria del sello Vertigo de Karen Berger, de la llegada de Legends, de Bravura. De la llegada de la edad adulta al cómic mainstream. Y aquí pasamos de ver referencias a Hawkman, a Thor o al Detective Marciano a encontrarnos con las versiones Lemire de los Eternos de Neil Gaiman, de la Casa de los Secretos, de  la Doom Patrol, Los Invisibles, o, por qué no, el mismísimo Hellboy. Y, fuera de homenajes, tenemos en estas páginas la primera aparición en castellano de Sweet Tooth, la fabulosa e incomprensiblemente inédita serie que hizo Lemire como autor completo para Vertigo entre 2009 y 2012.

Y aunque gran parte del mérito sea del escritor Jeff Lemire, es necesario también alabar el trabajo de Dean Ormston. El trabajo que hace es impecable, y se adapta sin problemas a todos los ambientes que le plantea el guionista. Cualquiera diría que tras sus problemas de salud -una hemorragia cerebral que le dejó con la movilidad de su mitad derecha reducida en 2015- estaría manteniendo el nivel que le vimos en Sandman, La chica que quería ser Muerte o Lucifer, pero hay que reconocer que hace un trabajo para quitarse el sombrero, y funciona a la perfección tanto en las escenas más cotidianas como en las de ciencia ficción o en las sobrenaturales.

Hablemos claro: en este primer tomo de La edad sombría descubrimos por qué Abe Slam y compañía están varados en el pueblecito de Rockwood. En manos de casi cualquier otro autor, la revelación de qué es lo que está pasando -y vaya lo que está pasando- habría sido un fantástico punto final a la serie. De hecho, se podría haber alargado mucho más la trama hasta llegar a este punto, pero Lemire nos ha contado ya todo lo que quería contar hasta este punto y no necesita insistir una vez más en la maravilla que eran los cómics de DC de la Silver Age. Ahora la serie se encamina en una nueva dirección, pero no tengo ni la más remota idea de hacia dónde quiere ir… y la verdad es que me da igual hacia dónde nos lleve. Una serie cuyos cuatro primeros tomos han estado entre los mejores cómics de los años en los que han ido saliendo es una lectura obligatoria, y es una serie que funciona impecablemente tanto en la historia que nos está contando como en su trasfondo de homenaje a la historia del medio.