Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Billy Avellanas

Billy Avellanas
Guion
Tony Millionaire.
Dibujo
Tony Millionaire.
Formato
Rústica con solapas, 112 págs, B/N, 15x21 cm.
Precio
15,50€.
Editorial
La Cúpula. 2018.
Edición original
Billy Hazelnuts (Fantagraphics).

En su línea de reediciones en rústica de material previamente publicado por La Cúpula, llega a las librerías de nuevo Billy Avellanas, de Tony Millionaire. Una historia contada como un cuento para niños de todas las edades que quieran viajar dejando que conduzca la imaginación. Una de esas pequeñas joyas que es importante reivindicar de vez en cuando, y que supone un derroche de talento por parte de su autor. Con un estilo engañosamente infantil hará las delicias de niños y mayores.

Billy Avellanas
La historia se centra en Billy, un muñeco hecho a jirones por un grupo de ratoncillos que lo rellenan con todo tipo de objetos recogidos de la basura, desde restos de comida, hasta moscas. El muñeco va cobrando vida y así interactuará con los demás habitantes de la casa, especialmente con la niña Becky y su abuela. Pero también con Eugene, un niño que bebe los vientos por Becky y que verá en Billy una competencia por su amor. Las aventuras llevarán a nuestros protagonistas a dirigirse a la luna, pero en el camino se encontrarán con todo tipo de personajes y escenarios, como barcos voladores, cementerios de planetas rotos o un mar embravecido.

Tony Millionaire (Scott Richardson) es poco conocido en España (tan solo ha visto aquí la luz como obra completa Las aventuras de Sock Monkey) pero en EE.UU. es muy popular por sus tiras de prensa, y especialmente por las aventuras del cuervo borracho Drinky Crow titulada Maakies. Lo hemos visto hacer alguna portada en Quantum & Woody y algún pequeño relato en obras como Bizarro Comics o Hora de Aventuras. Tiene un estilo muy particular, absorbiendo la atención hacia el uso de la plumilla estilográfica para el dibujo, quedando unas páginas muy limpias, no por ello faltas de detalle y con un sombreado y unas texturas conseguidas a fuerza de finas líneas a pluma. Millionaire ha reconocido influencias de Johnny Gruelle (Raggedy Ann & Andy) o Ernest H. Shepard. En Billy Avellanas apoya su estilo limpio en un diseño de página con un máximo de 6 viñetas por cada una, y generalmente con alguna viñeta dominante. En todo caso, suelen ser viñetas asimétricas, y con diseños siempre cambiantes, es raro ver que repita esquema de una a otra. Esto contribuye mucho al onirismo de la historia y ayuda a que te dejes llevar por esa sensación de historia que exige que no opongas resistencia.

Billy Avellanas
Y es que una vez comienzas su lectura, comienza ese viaje en el que aunque vengan curvas que te hagan plantearte en qué tono está contada… contribuyes a dejarte arrastrar por él. Tiene un aire de cuento infantil, con esos ratoncillos que arrastran trozos de queso hacia su escondite en el sótano de la casa, para sacarte de ese tono amable al ver ese desagradable muñeco relleno de restos de comida y cuyos ojos están formados por moscas atrapadas. Al cobrar vida el muñeco vuelves a dejarte llevar por el tono de cuento de hadas, para que luego entre en escena el pesado de Eugene, que parece va a ser el personaje negativo de la historia. Y así vamos surcando esta historia con altibajos de escenas oníricas y agradables frente a esos enemigos que surgen, repugnantes y que te obligan a torcer el gesto. Una historia con unos conceptos que invitan a soñar y que en ningún momento llega a perder una dirección.

De hecho, llegas al final y miras toda la historia en conjunto y te das cuenta de que es un cuento infantil, contado para todas las edades, y con un estilo gráfico que atrapa en la lectura y que puede resultar igualmente apto para los más jóvenes de la casa. Un cuento moderno, que se convierte en un clásico. Una historia de amistad, lucha por los sueños y de ser consecuente con tus actos para poder mantener la conciencia tranquila. Una historia donde no hay buenos ni malos rotundos, y permite que veamos la historia con unos grises dibujados con cientos de rayas muy finas que visto en perspectiva dan lugar al color.

La Cúpula editó en cartoné esta obra en 2007. Esperemos que nos traigan la continuación Billy Avellanas y el pájaro loco (nada que ver con el personaje de Walter Lantz) y que aún permanece inédita en nuestro país.

Billy Avellanas
En definitiva, Billy Avellanas.

Billy Moscas se convierte en Billy Avellanas igual que pasamos del cuento de hadas a una historia inquietante en algunos pasajes. Un fabuloso viaje que nos invita a, incluso diría que nos exige, soñar escrito y dibujado con una sencillez que hace que la lectura pase casi sin darnos cuenta. Muñecos llenos de basura que cambian su contenido según vaya haciendo falta, barcos voladores, niñas intrépidas, supervisores de planetas rotos… Todo contribuye a esta especie de Mago de Oz, en el que acompañamos a los protagonistas a unos metros de distancia y nos sorprendemos con las cosas que pasan. Una de esas pequeñas joyas de las que no se habla mucho y que si te llega, cala bien hondo.

Lo mejor: El viaje. La moraleja. Los cambios de tono. El diseño de página.

Lo peor: Imagino que si no consigues conectar con la historia o el tono de la obra en general, puede resultar una cuento tonto e insulso.

Para niños de todas las edades, con o sin canas. Para los que disfrutan de historias oníricas bien contadas. Para descubrir a Tony Millionaire.