A lo tonto ya nos hemos plantado en la novena entrega de la Biblioteca Marvel protagonizada por el Asombroso Spiderman de Panini entrando de lleno en la etapa orquestada por Stan Lee y el gran John Romita. En este volumen se aprecia notablemente el subidón en la calidad de la serie y no es porque le hiciese falta, pero la perfecta compaginación de ambos autores (o la nula interferencia del primero sobre el segundo) consiguió que el título arácnido fuera la serie favorita de buena parte de la afición por méritos propios. A partir de este volumen seremos testigos de tramas más largas y elaboradas y de un mayor equilibrio entre las dos facetas de Peter Parker: su vida civil y su carrera como superhéroe.
Admitelo, Spiderman, te ha tocado la lotería
La aparición de Mary Jane en las páginas del Asombroso Spiderman fue posiblemente una de las subtramas más elaboradas de cualquier serie de Marvel en aquella época. Dicha aparición, en una de las viñetas más míticas de la historia, fue una revolución que convirtió a la dicharachera pelirroja en el mejor secundario creado hasta la fecha en la corta historia de la editorial.
Mary Jane llegó a la vida de Peter como un tornado desbocado que no tardó en ponerlo todo patas arriba. Vivaz, enérgica, graciosa, descarada… Me faltan calificativos para describir el soplo de aire fresco que supuso la entrada en escena del personaje. Su infinita alegría y optimismo no tardó en permear en Peter (y en los lectores) dando lugar a escenas inéditas como ver a nuestro héroe disfrutar plenamente de la vida por primera vez desde que obtuvo sus poderes.
Como decíamos más arriba, la llegada de John Romita le dio un chute de energía al Asombroso Spiderman. A partir de ahora asistiremos a arcos argumentales más largos, con tramas que se continúan durante varios episodios. En uno de estos arcos tiene lugar el debut del Rino, un villano (con cierta carga trágica) que tratará de echarle el guante al hijo de John Jameson. Nuevamente, vemos reflejado en la ficción los ecos de la Guerra Fría y la amenaza constante (o al menos así vendía el gobierno americano a sus ciudadanos) de las potencias comunistas. Afortunadamente, no llegamos a cosas tan sonrojantes como los continuos enemigos rusos o chinos a los que se enfrentaba Iron Man en su propia cabecera.
Y si decimos que el Rino tiene algo de carga dramática, esta no es nada comparada con la de Curt Connors, alias el Lagarto, el otro gran antagonista que veremos en el otro arco “largo” de este tomo. Aquí, el equipo creativo vuelve a hacer de las suyas, complicando a Peter el compaginar su vida como vigilante urbano con la de joven adulto de universidad. Pero no nos engañemos. Nos encanta ver sufrir al protagonista, ver cómo se estrella, como fracasa en sus relaciones porque tras cada derrota, tras cada fiasco, siempre se levanta, siempre intenta ser optimista y siempre sigue adelante… Aunque hay momentos en los que solo quiera tirar la máscara a la basura, je, guiño guiño.
Por último, en este volumen de Spiderman también se incluye el tercer anual americano de la serie. Un número muy divertido en el que los mismísimos Vengadores ponen a prueba a Spiderman. Si el trepamuros consigue llevarles a Hulk (que como quien dice la cosa ha sido visto por Nueva York) podrá militar en sus filas. Don Heck se suma al dibujo en una aventura sensacional que demostró hace casi seis décadas que el cabeza de red funciona mejor como héroe solitario, por mucho que se empeñe Brian Michael Bendis. Coñas aparte, me encanta cómo los autores dan un toque humano a esta historia de superhéroes demostrando que Spidey puede ser tan poderoso como compasivo.
Como detalle anecdótico, mencionar que por primera vez la sección de las cartas de los lectores (soy de los que se leen cada palabra que aparece en un cómic) es interesante, al generarse un sencillo debate sobre la relación de las revueltas universitarias con el reclutamiento para la Guerra de Vietnam. Un conflicto bélico que tuvo su eco en el Asombroso Spiderman con la partida de Flash Thompson al país asiático de referencia.
En definitiva, menudo viaje está siendo volver a disfrutar de los tebeos de Spiderman desde su origen. Esperemos que la Biblioteca Marvel dure muchos años más (bueno, y yo también para verlo).
