Madre mía, madre mía, creo que es la cuarta o la quinta vez que leo los tebeos que se incluyen en esta séptima entrega de la Biblioteca Marvel dedicada a recuperar la mítica cabecera de “El Asombroso Spiderman”. Y la sensación es la misma que la primera vez que los disfruté. ¡Qué tebeazos, qué dramatismo, qué épica! Con un pie fuera de la colección, Ditko se marcó unos números para quitarse el sombrero.

El presente número incluye los números 30 a 34 de “The Amazing Spiderman”. Un puñado de capítulos trascendentales para la historia de Peter Parker. En el número anterior, los autores, sin ser conscientes de que tenían entre manos a un icono de la cultura pop que les iba a sobrevivir a ambos, tomaron la trascendental decisión de hacer avanzar al personaje protagonista como si de un joven americano de clase media se tratase. Así, vimos como Peter se graduó en el instituto y pasó a la universidad con una beca de ciencias. Un buen detalle este último, porque dada su situación financiera difícilmente podría haber pagado la matrícula.

De cara a un futuro, Lee y Ditko remueven profundamente el plantel de secundarios de “El Asombroso Spiderman”, incorporando a dos figuras llamadas a desempeñar un papel fundamental en las futuras aventuras del trepamuros. Me estoy refiriendo, claro está, a Gwen Stacy y Harry Osborn. Nuevos compañeros que, sumados a la siempre agradable, a la par que machacona, presencia de Flash Thompson, servirán para renovar casi por completo a la pandilla. No debemos olvidarnos de Betty y su romance imposible con Peter. Este último punto tiene una resolución un tanto abrupta que, sin embargo, tendría perfecta cabida en cualquier culebrón venezolano.

Ahora bien, sin duda lo que marcó un antes y un después en el título fue la saga del Planeador Maestro. La trama, contada a lo largo de varios episodios, comenzando con un pequeño interludio en el número 31, sirvió para ver hasta qué límite podía llegar Spiderman sin quebrarse. El equipo creativo pone todo el énfasis (con unas pequeñas dosis de sadismo) en llevar al héroe hasta un agotamiento físico y mental de tal calibre que no le quede otra que resurgir como un poderoso ave fénix. Las planchas en las que Spidey debe echar el resto para escapar de una trampa mortal formada por escombros en el llamado “Capítulo final” transmiten una tensión tremenda.

No obstante, es el desarrollo de la obra lo que también supuso un antes y un después, llevando al extremo los problemas de salud de Tía May. La frágil anciana enfermó a causa de una transfusión que le hizo su sobrino (visto en la segunda entrega de la Biblioteca Marvel de Spiderman). Esta nueva dolencia puso un clavo más en el ataúd de autoculpabilidad que se ha ido construyendo poco a poco Peter a raíz de la muerte del Tío Ben. Pero claro, como las desgracias nunca van solas, la larga estancia en el hospital de May provocó que Spiderman tuviera que buscar desesperadamente la forma de pagar el tratamiento.

Por supuesto, todo acabó con un gran final feliz. Pero esto no quita de que estemos ante una pequeña obra maestra, una oda al cómic de superhéroes mejor construido y más emotivo y que, nosotros como lectores, suframos de lo lindo junto al cabeza de red, por mucho que sepamos de antemano cuál será el resultado final.

El volumen cierra con una intrascendente aventura vengativa de Kraven el cazador tan sencilla como divertida. Aunque claro, era muy difícil mantenerse al mismo nivel que la aventura anterior.

A nivel de extras, este volumen se ríe de todos los anteriores. Incluye los lápices de Steve Ditko para el número 31 al completo. Es una gozada ver el trabajo del maestro antes de que se le aplicase la tinta. También podremos disfrutar de cuatro ilustraciones para los TPB americanos ilustradas por el propio Ditko pero con colores de Dean White. Por supuesto, para quienes disfruten de los añadidos habituales de la Biblioteca Marvel, los correos, las páginas de publicidad o la sección “La era Marvel” no faltarán a su cita.

En definitiva, esta Biblioteca Marvel es la que más disfruto de todas las que leo. Lo bueno es que lo mejor todavía está por llegar. En breve hablaremos por aquí de la octava entrega con el comienzo de la era de John Romita.