Ya está aquí la primera entrega de la Biblioteca Marvel dedicada a Namor quien, junto a Nick Furia, protagoniza la última hornada de series que se suman a la particular máquina del tiempo de Panini. Unas aventuras que, a diferencia de otras series como Hulk, 4 Fantásticos o Vengadores, no ha sido publicada anteriormente en formato Marvel Gold sino en Marvel Limited Edition, por lo que el público potencial al que pueden llegar es mucho mayor.
Hablar de Namor es hablar del primer superhéroe de la editorial. Creado cuando la Casa de las Ideas todavía se llamaba Timely, el príncipe submarino debutó en Marvel Comics 1 de 1939 bajo el lápiz de Bill Everett. Durante sus primeros años, nuestro protagonista alternaba su papel de héroe o villano dando resultado a algunos episodios muy divertidos, pero lejos de parecer un título más del incipiente género superheroico, Namor bebía más de otras influencias.
Namor, el hijo del pulp
Es cierto que Namor acabó siendo parte de los Invasores junto a Toro, el Capi o la Antorcha Humana original. Pero en este puñado de aventuras submarinas creo que la influencia de Edgar Rice Burroughs o de Robert E. Howard es bastante palpable. Tenemos mundos fantásticos repletos de criaturas imposibles, intrigas palaciegas por hacerse con el poder de un reino, traiciones, aventuras… O al menos esa es mi percepción de la génesis del personaje.
El caso es que, tras pasar unos años en el olvido, Stan Lee y Jack Kirby recuperaron al personaje en el número cuatro de Los 4 Fantásticos. Tras esta primera toma de contacto, pasó a ser utilizado como villano episódico en series como Patrulla X o Daredevil hasta que se decidió darle un espacio propio (compartido con Hulk) en la cabecera Tales To Astonish, sustituyendo al serial protagonizado por el Hombre Gigante y la Avispa.
Para encargarse de la colección, Stan Lee requirió los servicios de un jovencísimo Gene Colan que firmó estas páginas como Adam Austin. La acción de estos Tales To Astonish 70 a 79 sucede casi al completo bajo las aguas en el reino de Atlantis. Aprovechando la ausencia del monarca, el señor de la guerra Krang se ha hecho con el control del trono y Namor deberá recuperarlo.
De manera sencilla, Lee y Colan nos ofrecen un puñado de aventuras muy entretenidas plagadas de acción y diálogos grandilocuentes, con Namor hablando de sí mismo en tercera persona, que se leen en un suspiro. Son además una muy buena forma de entrar en el personaje, porque conoceremos su lore gracias a las apariciones de Lady Dorma o Lord Vashti, secundarios a partir de ahora de la colección. De hecho, no es necesario haber leído las apariciones previas del vengador con alas en los pies. La serie funciona de maravilla de manera autónoma. Ahora bien, para aquellos que gusten de ver cómo el Universo Marvel que todos amamos va cogiendo forma, encontrarán en estas páginas varios cameos de héroes, de un villano tomado de otro título, o viviremos en primera persona sus primeras escaramuzas (de la era Marvel) con el mundo de la superficie que amenaza su hogar, pura magia nostálgica.
Debo reconocer que me ha sorprendido gratamente este primer volumen. Se nota además que Stan Lee (con la inconmensurable ayuda de Gene Colan) va pensando argumentos más a largo plazo, pues hay algunas tramas que se desarrollan en varias entregas, eludiendo el habitual carácter autoconclusivo de los primeros años de la editorial. La búsqueda de Namor del mítico tridente de Neptuno emulando a Hércules y sus doce pruebas es un buen ejemplo de ello. También ayuda que sean capítulos con la mitad de páginas que las series principales, claro está.
Para el final dejo mis alabanzas por el trabajo de Gene Colan, magnífico como siempre. Por desgracia le tocó ver cómo Vince Colleta entintó sus lápices… Y ya sabemos todos cómo se las gastaba este otro autor. Más allá de eso podemos disfrutar de unas composiciones de página sumamente elegantes y unas escenas de acción excelentemente narradas. También resulta destacable su imaginación a la hora de crear armas, estructuras o criaturas de Atlantis.
En definitiva, una sorpresa de lo más agradable esta primera entrega de la Biblioteca Marvel Namor.
La edición de Panini incluye los habituales extras de la época con reproducción del correo de los lectores, portadas, bocetos, pin-ups o la sección “La era Marvel” de Sergio Aguirre.