El pasado mes de noviembre de 2023 debutaron dos nuevos títulos en la flamante nueva Biblioteca Marvel de Panini. Sin hacer mucho ruido, los aficionados a los tebeos de la etapa más clásica de la Casa de las Ideas tuvimos la ocasión de hacernos con las primeras entregas de Nick Furia y de Namor, el Hombre Submarino. Ahora bien, como ambos personajes debutaron en cabeceras compartidas, su ritmo de publicación ha sido más pausado. Tanto, que han tenido que pasar seis meses hasta que hemos podido leer su continuación.
Namor en el Universo Marvel
Cabe destacar que Namor debutó en el añejo “Marvel Comics 1” de 1939, cuando la editorial todavía se llamaba Timely. Tras unas aventuras bastante resultonas pasó a estar en el ostracismo durante un par de décadas, hasta que Stan Lee y Jack Kirby decidieron recuperar al personaje en las páginas de “Fantastic Four 4”. En aquel mítico tebeo, el Príncipe Submarino volvía amnésico, ignorante de su vida anterior y no tardaba en recuperar su rol de villano itinerante, enfrentándose a prácticamente todos los personajes del, por aquel entonces, reciente Universo Marvel.
Destaco esto porque, tras una primera entrega que sirvió para presentar el entorno de secundarios del soberano de Atlantis, en este volumen de la Biblioteca Marvel se vuelve a hacer hincapié en la beligerante personalidad de Namor. Una vez solucionado sus primeros enfrentamientos con Krang y sus primeros desamores con Lady Dorma, el primer mutante dedicará su tiempo a enfrentarse a otros héroes como Iron Man o Hulk.
Precisamente el combate contra el coloso esmeralda me parece un acierto. Y es que no solo sirve para presentar una primigenia versión de la organización denominada “Imperio Secreto”, sino también para recordarnos que la segunda venida de Namor al mundo de los tebeos vino acompañada de su mencionado estado amnésico y de que, pese a su chulería y alto concepto de si mismo, puede ser vulnerable y víctima de la manipulación como el que más. Puede que esto parezca un mero detalle sin importancia. Pero personalmente creo que es un pequeño acierto, además de una excusa argumental para que dos héroes con serie propia se peguen. De hecho, sirve para añadir un cimiento más a la estructura del Universo Marvel y conseguir esa sensación de continuidad y de universo cohesionado de la que carecía por completo la Distinguida Competencia.
Argumentalmente, la segunda entrega de la Biblioteca Marvel de Namor es un pequeño paso para atrás. En lugar de seguir enriqueciendo el lore del personaje, se opta por un enfoque orientado a la acción. Con ello, la diversión está asegurada. De todas formas, echo de menos esas historias ambientadas casi por completo en las profundidades de los siete mares, cuya lectura evocaba a personajes enmarcados en otros géneros como Conan o Kull.
A nivel creativo, los guiones siguen estando realizados por Stan Lee (bueno, ya me entienden) y por Roy Thomas. Este último poco a poco se va haciendo con la serie. Ahora bien, a nivel gráfico, este Namor sigue siendo una verdadera pasada. Desde el refinado estilo de Gene Colan hasta la espectacularidad cruda de Jack Kirby o Bill Everett que se encargan de algún otro capítulo suelto.
En resumidas cuentas, estamos ante un tebeo sencillo y efectivo. Un puñado de aventuras simplonas que garantizan pasar un buen rato de lectura. De todas formas, lo verdaderamente bueno está por llegar. Si mis cuentas no fallan, lo tendremos a partir de la cuarta entrega.
A nivel de extras, esta entrega solo incluye los habituales correos de los lectores y la sección “La era Marvel” de Lidia Castillo.
