Decía Eldon Tyrell en Blade Runner que la luz que brilla con el doble de intensidad dura la mitad de tiempo, y algo así es lo que ocurrió con Fernando de Felipe. El autor aragonés surgió prácticamente de la nada a finales de los 80, debutando en la segunda época de la revista Tótem, con la serialización de Nacido Salvaje, pasando poco después a Zona 84, donde publicó por entregas ADN, ambas con guiones de Óscar Aibar. Poco más de cinco años después, publica Black Deker, su última obra para el medio. Desde entonces han pasado más de tres décadas, y ECC ha empezado a recopilar toda su obra dentro de una colección que lleva su nombre. Con S.O.U.L. llegamos a la tercera entrega.
Uno de los usos más interesantes de la ciencia ficción es el uso del género como metáfora crítica del mundo en el que vivimos, y ahí es precisamente donde nos encontramos con esta peculiar obra. S.O.U.L. -Search Organization for Unknown Limits- es una organización norteamericana que se dedica a experimentar con la ploblación afrodescendiente del país. Todos tenemos razonablemente claro que Estados Unidos, construido sobre los pilares del genocidio de la población nativa y la esclavitud, es el país más racista de occidente, que lo de Primer Mundo lo dejamos para otro día. Pero aún así, lo de experimentar con negros parece demasiado hasta para el país que hizo presidente a Donald Trump. Pero claro, cuando piensas que el Experimento Tuskegee terminó hace tan solo cincuenta años, lo de S.O.U.L. parece un poco menos ciencia ficción y un poco más crítica abierta.
S.O.U.L. nos presenta una mirada pesimista a la discriminación de la población negra en el país, que se torna más amarga mirando atrás desde el presente. En el año 1990 en el que es escrita esta obra, se plantea una rebelión de la población racialmente discriminada en el -por entonces- futuro de 2008. En 1995 tuvo lugar la Marcha del Millón de Hombres en Washington D. C., pero a día de hoy la situación no es precisamente mejor. El movimiento Black Lives Matter ha surgido para recordar a la sociedad estadounidense que por el hecho de tener un color de piel diferente no se les puede matar. No se debería poder, vamos. La realidad del país es bien diferente. Parece que las distopías no solo existen en la ficción.
S.O.U.L. es una obra narrativamente muy compleja, poco amable con el lector. Confusa, incluso, si éste no presta atención. Quizás a día de hoy estemos más acostumbrados a experimentos gráficos, pero a principios de los 90, que es cuando aparece serializado este álbum, la narración era bastante más convencional. Sí que se aprecian influencias de autores como Frank Miller, en el uso de pantallas de televisión para contar partes de la historia, además de en la visceralidad con la que se plantean según que escenas.
Quizás S.O.U.L. no sea la obra más redonda de Fernando de Felipe -ese puesto sería quizás para las memorables El hombre que ríe o Museum- pero es un álbum que tiene mucha chicha, tanto en las ideas que plantea, adelantadas a su tiempo, como en la forma de contarlas. Además, siendo tan corta la bibliografía de este autor (esta Biblioteca constará de tan solo nueve tomos), es totalmente recomendable la lectura de toda la serie.
