¡Tenemos nuevo manga en la oficina! De la mano de Distrito Manga nos llega “El bestiario de la bruja”. Lo firma el mangaka Hachi y se trata de su primera obra. Comenzó a publicarse en 2017 en la revista Jump SQ de la todopoderosa Shueisha. En total serán ocho tomos en formato tankoubon para esta historia de aventuras y fantasía cuyo título original es “Majo No Kaigashu”.
Bienvenidos al universo de “El bestiario de la bruja”
La premisa de la obra es sencilla y directa. A las pocas páginas conoceremos a Aysha, una joven que tiene un poder de lo más crudo: todo lo que pinta con su sangre acaba volviéndose realidad. Un don muy preciado que no cae en oídos sordos y pronto es requerida para que sane a toda la región. Por desgracia, es esclavizada por un “villano” que utiliza sus habilidades con otro fin.
Tras unos dramáticos acontecimientos, que no vamos a desvelar en esta reseña, Loki (fiel amigo de Aysha) acomete la misión de recuperar las trescientas pinturas realizadas por nuestra involuntaria bruja. Unos lienzos capaces de desatar las mayores pesadillas que nuestra mente puede concebir.
Me parece destacable cómo Hachi es capaz de condensar la premisa en unas pocas páginas para a partir de ahí comenzar a ir directo al turrón. Desde sus primeros pasos, “El bestiario de la bruja” es un manga repleto de acción, aventuras y nuevos personajes que van aumentando el lore de la serie poco a poco. Algunos son insustanciales, pero otros resultan muy divertidos. Como Towen, un carismático ladrón que va siempre por ahí esposado para tratar de no caer en sus malos hábitos de ser un amigo de lo ajeno. La dinámica de personajes me ha recordado bastante a la primera temporada del anime de Slayers, por lo que sí lo habéis visto os podéis hacer una idea de lo que sucede.
Otro punto a favor es la variedad de criaturas que iremos viendo en este viaje del héroe al que se ve sometido Loki. Hachi alterna algunos diseños que quitan el aliento con algunos otros que se me antojan mucho más simplones, apresurados o incluso descuidados.
Y es que no debemos olvidar que “El bestiario de la bruja” es una obra primeriza, que ha logrado aguantar hasta ser recopilada en ocho tomos, sí, pero primeriza. Esto se nota especialmente en el batiburrillo de situaciones, personajes y escenarios presentados por el autor casi a cada página. La lectura de estos dos primeros volúmenes me ha dejado con la poderosa sensación de que Hachi tiene muchísimas ideas en su cabeza. Quiere contarnos muchas cosas, pero no ha terminado de hacer un esquema claro o bien una hoja de ruta definida para narrar las hazañas de tan peculiar grupo de héroes de manera más clara u ordenada.
Con todo, “El bestiario de la bruja” es un divertimento de primer orden gracias a una bien medida mezcla de géneros que entre misión o encargo sabe destensar el ambiente con algunos gags muy divertidos, así como con unos diálogos con mucho gancho. Aquí me detengo a alabar el trabajo de Nuria Cimas, de Daruma, como traductora. Es cierto que hay ciertos coloquialismos que me han descolocado, pero algo me dice que no son licencias suyas, sino que se ha limitado a trasladar a nuestro idioma las palabras escritas por Hachi.
En lo referente al acabado artístico, debo reconocer que me ha gustado bastante el trazo de Hachi. Detallado, rápido y con una narrativa eficiente. En la composición me ha recordado bastante a algunos mangakas como el dúo Akira Himekawa o Kamui Fujiwara. Todavía le faltan cosas por pulir pero en esta primera obra ya demuestra buena parte de su potencial.
En definitiva, “El bestiario de la bruja” es un manga con el que pasar un buen rato está asegurado. Habrá que ver por donde lleva Hachi a Loki y compañía en las siguientes entregas.