Saludos, queridos lectores. Perdonad que os hable tan bajito, pero estos bosques pueden estar llenos de ingleses. Y el General quiere que los cojamos por sorpresa, así que… ¿qué que general? Bernardo de Gálvez, por supuesto. Virrey de la Luisiana y , si todo sale bien, conquistador de Pensacola y de las Bahamas.
Antes de hablar de esta obra, permitidme que os hable algo de la historia de la editorial que la publica. Estamos ante la obra inaugural de Cascaborra, publicada allá por 2016. En la época en la que los tebeos de la editorial se adquirían por suscripción. Ha llovido mucho desde entonces y muchos han sido los huracanes que han azotado Cuba (que diría un indio explorador de los que acompañaban a Gálvez :-)). La distribución ha mejorado y ahora podemos adquirir sus obras en librerías especializadas en tebeos.
Y desde hace poco, en su propia tienda física, ubicada en la Toledo que Carlos I consideraba su capital.
Pero quedaba el problema de los primeros tomos, que estaban agotados.
Y he aquí que en abril salió la quinta edición de la campaña de Gálvez para echar a los ingleses de Florida (y de donde haga falta). Que es la que tengo y la que comentaremos hoy.
El guión nos mete de golpe en la historia. Nada de presentaciones ni lentos y penosos avances entre ríos y bosques. Entramos directamente en faena, que solamente tenemos 56 páginas para expulsar a la Pérfida Albión de América.
¿Echaremos de menos una presentación o introducción? No. Podemos entender la historia como una historia de aventuras y guerra. Estamos con los asaltantes y vamos a asaltar.
El resto es cosa de los generales y mandamases.
La historia esta casi siempre contada del lado español, con los toques externos necesarios para que no nos perdamos y sepamos los planes del enemigo (ventaja de la que Gálvez carecía, por cierto).
Se trata de una acción militar con una logística y preparación complicadas, aunque no veremos esto en la historia. Lo que si veremos es la parte más directa y relativamente sencilla. Bombardeos, desembarcos, asaltos… Sin maniobras ni operaciones que el lector no entienda o en medio de las cuales pueda perderse.
Pero tendremos también las relaciones entre los soldados y los guerreros que participan en esta campaña. Aunque tengamos poco espacio se profundiza algo en ellos. No son, como tristemente ocurre en muchas historias reales, simples números sin rostro.
Pasemos al dibujo. Un dibujo de esos que parecen sencillos pero tienen más miga de la que parece. Podemos pensar viendo a los personajes que serán sencillos, caricaturas de personas reales y sin rasgos realistas.
Pero la expresividad de sus rostros nos demuestra lo contrario.
Tras la falta de realismo y de un dibujo super detallado (que solemos considerar marca de la casa del cómic histórico europeo) veremos un buen trabajo de documentación y de nivel de detalle. Escenas como el embarque nocturno en un bote o el rastro de sangre que deja en el suelo un cadáver al ser trasladado.
Quisiera destacar las escenas a página completa, e incluso a doble página. No solamente destacan la épica de ciertos momentos, sino que son un gusto para los ojos.
Por buscarle un defecto, hay un par de viñetas donde salen granaderos y donde el inconfundible gorro de este tipo de soldado queda raro. No sé si es por usar un negro muy liso, pero se pierde el efecto de volumen que debería tener la piel de estos gorros.
Para terminar, la narración del hecho histórico parece correcta y con pocas licencias artísticas por parte del autor.
La edición incluye como extras un artículo histórico como planos y láminas de uniformes.
¿Por qué leer Bernardo de Gálvez. Pensacola 1781?
Nos cuenta un importante y no muy conocido episodio de nuestra historia. El ritmo rápido y ágil. Los detalles que salpican toda la historia.
¿Por qué no leer Bernardo de Gálvez. Pensacola 1781?
Buscas historias más sangrientas y llenas de gore y gente soltando tacos.