¿Quién es Madre? Cinco años atrás, Bruce Wayne ocultó una información crucial a su primer pupilo, Dick Grayson. Hoy, con Bruce amnésico y Dick siendo agente de Spyral, la villana resurge como una amenaza para Jason Todd (Capucha Roja), Tim Drake (Red Robin) y Damian Wayne (el último Robin). Sin su mentor, ellos y otros héroes —como Azrael, Cassandra Cain y Harper Row— tendrán que resolver un enigma común al pasado de todos… ¡que podría sentenciar su presente!
Dicen que Robins ha habido muchos, pero Batman sólo hay uno. Esta es una verdad a medias, porque más gente de la que pensamos ha llevado la máscara y la capa del murciélago aparte de Bruce Wayne. Sin ser conocedor a fondo de la historia del personaje, así de memoria me sale que como mínimo Dick Grayson, Jean-Paul Valley y James Gordon (con armadura) se han hecho pasar por el hombre murciélago. Incluso el mismísimo Superman se hizo pasar por Batman en alguna ocasión allá por la edad de plata. Pero siempre ha sido por circunstancias apremiantes: una espalda rota, un ataque de amnesia, un «nadie ha visto nunca a Batman y Bruce Wayne en la misma habitación»… El caso de los ayudantes, o «socios» de Batman es otro cantar. Desde el Robin primigenio, el chico maravilla Dick Grayson, acróbata de circo huérfano, muchos jóvenes han acompañado a Batman en sus aventuras por Gotham City y más allá. Jason Todd, Tim Drake y Damian Wayne fueron escogidos por el mismo Bruce Wayne para vestir de rojo, amarillo y verde. Otros como Barbara Gordon (Batgirl), Stephanie Brown (Spoiler) o Harper Row (Bluebird) no contaron inicialmente con la aprobación de Bruce Wayne pero acabaron ganándose su respeto y su confianza. Después llegaron Cassandra Cain y Duke Thomas, que ampliaron la batfamilia. No está nada mal para un héroe «solitario» como Batman, ¿no? Esta historia, Batman y Robin Eternos trata más sobre Robin que sobre Batman. Es una historia de huérfanos y del miedo a no cumplir las expectativas que la gente pone sobre ti; es una historia de un grupo de jóvenes que dejaron atrás sus dolorosos traumas y se hicieron más fuertes por ello; es una historia de cómo la devoción hacia una «madre» puede obligarnos a hacer cosas horribles. Pero, sobre todo, es una historia de por qué existe Robin, y de por qué Batman siempre necesitará uno.
Ríos de tinta se han vertido acerca de la necesidad de un Robin. Editorialmente, Robin nació para que los niños lectores de 1940 tuvieran un personaje juvenil con el que identificarse y a través del cual vivir las aventuras de los tebeos de Batman. Dentro del cómic, se ha dicho que Robin es el contrapunto luminoso a la oscuridad de Batman; que es fruto del complejo de culpa de Bruce Wayne al ser testigo de cómo el joven Dick Grayson quedó trágica y repentinamente huérfano; incluso que Batman necesita a Robin para poder hacer frente a adversarios cada vez más difíciles de superar. Por no hablar de las sucias acusaciones de perversión juvenil que algunas mentes malpensantes nos quieren inculcar sobre un playboy millonario y su joven protegido, solos en una enorme mansión con un montón de dormitorios, extraños artilugios y trajes de cuero. Tal vez, en el fondo, Batman necesite un Robin para que le sirva de aprendiz y, algún día, pueda heredar el manto del murciélago cuando él ya no esté. Dick Grayson se hizo mayor y abandonó a Batman para fundar los Jóvenes Titanes y posteriormente convertirse en Nightwing, y actualmente en el Agente 37. Jason Todd murió a manos del Joker y posteriormente resucitó como Capucha Roja, un Robin malote y lenguaraz con modales de matón de bar y gusto por las armas de fuego. Así, ¿quién será Batman cuando Bruce Wayne ya no esté?
En esta historia, Bruce Wayne ha perdido la memoria y no recuerda nada de su vida como héroe disfrazado, con lo que el comisario James Gordon se embute la armadura de Batman y patrulla Gotham City en ella por las noches. Por su parte, Grayson, Todd, Drake y el resto de la batfamilia, a la que se acaban de incorporar Spoiler y Bluebird, deberán proteger la ciudad de una nueva amenaza llamada el Huérfano, que ha sido enviado por una misteriosa mujer del pasado de Batman y que se hace llamar simplemente «Madre». El ataque del Huérfano a Harper Row y su rescate por parte de una misteriosa jovencita parca en palabras pero con puños y pies como un torbellino desencadenará una investigación que involucra a todos los miembros de la batfamilia. Descubren que Madre lleva años dirigiendo una red de tráfico de humanos hechos a medida según las especificaciones de sus clientes: banqueros, políticos, millonarios que necesitan una esposa perfecta, un hijo perfecto, o incluso la persona perfecta para dirigir una multinacional o un país entero. Madre orquesta los asesinatos de los padres de estos niños que posteriormente serán diseñados según lo que el cliente solicite. La pregunta cae como una bomba: ¿Y si Batman estuviera tan decepcionado con la actuación del joven Dick Grayson que hubiera recurrido a Madre para que le confeccionara un nuevo Robin más apto? No parece una medida muy impropia de Batman, el siempre pragmático y expeditivo luchador contra el crimen, siempre en busca de la mayor eficiencia y del soldado perfecto que le acompañe en sus aventuras. ¿Pero sería capaz Bruce Wayne de dejar huérfano a un niño con tal de conseguir al Robin idóneo? Con un Bruce Wayne amnésico y fuera del tablero de juego, serán varias generaciones de Robins quienes investiguen y se enfrenten a Madre y a su ejército de Huérfanos.
Batman y Robin Eternos parte de un argumento de Scott Snyder (All-Star Batman, Liga de la Justicia) y James Tynion IV (Wonder Woman / Liga de la Justicia Oscura, Batman: La noche de los búhos), y fue desarrollado a lo largo de 26 entregas semanales por, además de ellos dos, otros guionistas como Tim Seeley (Injustice vs. Masters del Universo, Batman: Preludio a la boda), Steve Orlando (Supergirl, Batman / La Sombra) o Ed Brisson (La Imposible Patrulla-X, X-Force). Juntos nos traen una historia que salta entre el pasado y el presente, explorando los primeros años de Dick Grayson como Robin, su impetuosidad juvenil y sus continuos esfuerzos por no decepcionar a su mentor. En su primera misión contra el Espantapájaros, es el miedo a fallar el que éste explota en su favor, y que dará origen a una crisis de confianza entre Batman y su primer Robin. Los guionistas analizan la relación entre ambos héroes, sus expectativas y sus miedos: ninguno de los dos quiere fallar al otro. Si Robin teme fallar, Batman teme no estar ahí cuando aquél caiga. Usando la analogía de los trapecistas del circo del que Grayson formaba parte, Batman ha de ser la red de seguridad de Robin hasta que éste esté listo para saltar sin red; es decir, Batman ha de entrenar a Robin para el día en que éste no le necesite, y ese día ha llegado aquí, en Batman y Robin Eternos.
En el apartado gráfico tenemos un verdadero baile de dibujantes, necesario, por otro lado, para cumplir con las ajustadas fechas de entrega semanales, teniendo algunos números, incluso, varios artistas que se reparten las páginas del mismo. Tenemos aquí, pues, grandes artistas de la plantilla de DC Comics como Tony S. Daniel (Batman Saga: El guante negro, Batman: La noche de los búhos), Paul Pelletier (Flash: Relámpago Expansivo, Titanes), Scot Eaton (¿Quién es Pantera Negra?, Imperium) o Álvaro Martínez (Liga de la Justicia Oscura, Detective Comics Renacimiento), cuyo arte se ve embellecido por los magníficos colores del mallorquín Tomeu Morey, entre otros coloristas. Es de destacar que, entre tanto dibujante, entintador y colorista que se han repartido el trabajo a lo largo de apenas seis meses, no hay ninguno que destaque por su baja calidad. Al contrario, todos aportan lo mejor de sí para una colección que, si bien no pasará a la historia, cumple con unos estándares de calidad muy altos, y guarda un excelente nivel tanto narrativo como gráfico, sin perder el interés del lector en ningún momento.
Batman y Robin Eternos fue una miniserie de 26 números publicada semanalmente entre octubre de 2015 y marzo de 2016, y que aquí ECC Ediciones recopila en un volumen integral con la historia completa. Como únicos defectos, señalaría el no poner las portadas al principio de cada número, sino todas juntas al final, una política editorial que nunca me ha convencido, y que el volumen no incluya ningún tipo de extra, como bocetos o diseños de personajes. Aun así, se trata de un volumen de lujo con un muy buen material y a buen precio. Un tomo que vale la pena leer y releer.