No puede haber Batman sin Robin, pero ¿qué pasa cuando el sustituto de Dick Grayson resulta ser tan conflictivo como sus enemigos? Desde que encontró a Jason Todd intentando robarle los neumáticos del batmóvil, el Caballero Oscuro ha hecho lo posible por enderezar a un muchacho que ha tenido una vida demasiado fácil. E incluso cuando parece que ya esté preparado para la lucha en las calles de Gotham City, su primer adversario es un hueso muy duro de roer. Revive con Una Muerte en la Familia la época en que Jason Todd fue el segundo Robin en esta antología realizada por autores como Denys Cowan, Max Allan Collins o Dave Cockrum.
Recuerdo con especial cariño la saga Una muerte en la familia. Tenía de niño esa grapa de Zinco con el tercer número del arco argumental, con esa portada que me daba muy mal rollo por la sangre que mostraba. Aún no sabía que esa portada era de Mike Mignola, algo que descubriría muchos años después, pero recuerdo muy bien que tenía la sensación de que me había metido en la historia in medias res. Me encontraba con un Robin muerto, y sólo sabía qué había pasado antes gracias a esas páginas de recapitulación que antiguamente se incluían en los cómics (ya conocéis esa frase de Stan Lee: Todo tebeo es el primer tebeo de alguien). Pero daba igual: Batman. El Joker. Superman. ¡El Ayatolá Jomeini! ¿Cómo no iba a molar ese tebeo? Escrito por Jim Starlin. Dibujado por Jim Aparo. Es normal que ese tebeo marcara mi infancia. Ahora es el momento de saber de dónde venía ese Robin llamado Jason Todd, a quien Batman sorprendió robando los neumáticos del batmóvil. Sí, hay que tenerlos muy bien puestos para robar las ruedas del coche de Batman.
En esta etapa de Batman, el personaje muestra una imagen más de vigilante que de detective y aún más que de superhéroe. Batman aún sufre cierto recelo por parte de determinados sectores de la población de Gotham. El tomo se inicia con una historia escrita por Barbara Kesel (Cristal Oscuro: Mitos de la creación) y dibujada por Trevor Von Eeden (Joker: Deber), en la que el cruzado de la capa y Robin (que aún es Dick Grayson) dan caza a la ladrona de joyas conocida como Urraca. Una aventura poco trascendente, y cuya inclusión en este tomo no se termina de explicar, puesto que no tiene relación con Jason Todd ni con las circunstancias que darán origen a su reclutamiento. Le sigue una historia en dos partes, con guion de Max Allan Collins (Trilogía Perdición, Batman: Noctámbulos) y dibujos de Jim Starlin (Thanos, Batman: The Cult) en el primer número y de Denys Cowan (Question: Las muertes de Vic Sage) en el segundo, en la que Batman y Robin detienen a un ex-policía perturbado que se hace pasar por el cruzado de la capa para imponer su peculiar sentido de la justicia en Gotham. De nuevo una aventura simplemente correcta, sin mucha relación con el resto de historias de esta recopilación.
Saltamos al Batman #408, primera aparición oficial de Jason Todd. Aquí, un intento de apresar al Joker acaba con Robin herido de bala y a punto de morir. El miedo a lo que podía haber pasado y la desaprobación popular a que Batman use un ayudante adolescente (aquí Dick Grayson tiene alrededor de 19 años) hace que Bruce Wayne releve a Dick de sus funciones, algo que el joven acróbata no se toma demasiado bien. Sin embargo, un encuentro fortuito con un joven huérfano que se ha criado en el Callejón del Crimen le hará replantearse su decisión de seguir actuando en solitario. Juntos, Batman y Jason Todd ponen fin a las actividades criminales de Ma Gunn, una entrañable viejecita que, cual Fagin el judío, usa a jóvenes de las calles para perpetrar sus robos. Esta historia en dos partes está nuevamente escrita por Max Allan Collins y dibujada en esta ocasión por Chris Warner (Aliens vs. Depredador) y Ross Andru (Asombroso Spiderman: La saga del clon). En las historias siguientes, Collins y el legendario dibujante Dave Cockrum (Giant-Size X-Men 1) narran las primeras aventuras de Batman y este nuevo Robin contra adversarios como Dos Caras y la silenciosa ladrona Mimo. Son historias intrascendentes, autocontenidas y, por qué no decirlo, bastante simplonas, más propias de ese Batman post-Wertham que de la época en la que fueron escritas, finales de los 80. La siguiente historia, obra de Mary Jo Duffy (Ángeles Caídos: Fugado) y Kieron Dwyer (La boda de Superman), sigue por esta misma línea.
Cambiamos de tercio. Las cosas empiezan a ponerse algo más tenebrosas con la llegada de Jim Starlin a los guiones y Jim Aparo (Batman: Prólogo a la caída del Caballero Oscuro) al dibujo. Víctimas es la historia de un asesino de mujeres que campa a sus anchas por Gotham City, provocando la frustración de un Batman que no parece poder detenerle. En las páginas de esta historia podemos sentir el dolor que siente Batman ante cada mujer cuya vida no logra salvar, en especial la de una nueva amiga que ha aparecido en su vida. Este número supone un punto de inflexión con respecto a lo que habíamos leído hasta la fecha en este tomo, puesto que los guiones de Starlin son mucho más crudos y violentos que los de los guionistas que le habían precedido. Este equipo creativo retratará las aventuras de Batman a lo largo de los meses siguientes. Le sigue una cruce con el crossover Millenium, en el que los Manhunters creados por los Guardianes pretenden evitar que el evento cósmico conocido como Millenium tenga lugar. El regreso año y medio después de Dick Grayson, ya como Nightwing, a la batcueva sirve para que él y Bruce Wayne se pongan al día y curen las heridas que se habían dejado abiertas, y también para que Dick pueda presentarse al nuevo Robin y convertirse en su apoyo y confidente. Un divertido interludio proveniente del Annual #11, protagonizado por el Pingüino y obra de Max Allan Collins y Norm Breyfogle (Batman: Cataclismo), allana el terreno ante lo que está por venir, una de las historias de Batman más recordadas por los aficionados: Las diez noches de la Bestia.
La KGBestia es un villano creado específicamente para este arco argumental de 4 números: un agente renegado del KGB que pretendía acabar con los máximos responsables de la Iniciativa de Defensa Estratégica, el programa de defensa estadounidense conocido como Guerra de las Galaxias. A lo largo de diez noches, la Bestia va aniquilando a altos funcionarios del gobierno sin que Batman sea capaz de ponerle freno, hasta su inevitable confrontación final. Es una historia que recuerda poderosamente, tanto en su título como en su estructura, a El día del Chacal, la famosa novela de Frederick Forsyth. Como hemos dicho, las aventuras de Batman y Robin que cierran este tomo difieren bastante en forma y fondo de las primeras: Starlin y Aparo presentan una visión más oscura del guardián de Gotham. Su enfoque se aleja del superhéroe y se acerca más al vigilante. Es un Batman que se encuentra a menudo sobrepasado por los acontecimientos. No es el héroe superinteligente y rodeado de tecnología imposible al que nos hemos acostumbrado últimamente. En estas historias de hace 35 años. Batman depende exclusivamente de sus habilidades y capacidades en su lucha contra el crimen, lo que le convierte en un personaje sumamente humano. A esto se le suma la impredecibilidad del carácter de Jason Todd y su impetuosidad, que tendrá sus consecuencias en el segundo volumen de esta colección.
Este primer volumen de la colección Una muerte en la familia aún no nos cuenta los horribles acontecimientos que desembocaron en la muerte de Jason Todd. Los autores, en especial Jim Starlin y Jim Aparo, están aún preparando el camino para esos números. Sin embargo, para los que deseen completar esa famosa saga con los historias que la precedieron, que contienen las primeras apariciones de quien fue el segundo Robin, este primer volumen es una interesante lectura.