Aunque todavía tuviera que revelar muchas de las cartas que se guardaba en la manga, Grant Morrison llegó a Batman R.I.P. y marcó un punto de inflexión en muchos sentidos: colocó a Batman al borde de la locura, al Guante Negro en un punto muy importante dentro de la cosmogonía del murciélago, e incluso aparentaba estar tocando algunos de los puntos canónicos del personaje con todo el riesgo que eso conlleva (el fandom podía echarsele encima en milisegundos). Como el guionista fue el responsable del evento editorial por excelencia de aquel momento (Crisis Final) no dudó en mezclar ambas tramas haciendo necesario pasar de una colección a otra para tener todos los detalles de la historia.
Yo leí en su día el Batman de Morrison, cuando lo editó Planeta en su serie de grapa mensual, y no puedo decir que la disfrutara. Sí, veía algunos conceptos interesantes, pero me parecía una colección muy inaccesible para tratarse de uno de los baluartes de DC, algo similar a las sensaciones que tuve con los Vengadores de Jonathan Hickman. Al igual que me ha pasado con esta, la relectura en arcos argumentales ha cambiado por completo la experiencia, y es que a la edición mensual de esta etapa de Batman había que sumarle que mezclaba cabeceras en la misma grapa y para continuar la historia podían pasar meses porque durante unos cuantos se decidía editar solo Detective Comics en la grapa. Con esta edición que al menos agrupa en tomos los números del guionista escocés, estoy pudiendo ver mucho mejor cuál era su intención, y disfrutar mucho más de todos los homenajes.
Es lo que me ha sucedido con este Batman R.I.P. (que en su día Planeta sí publicó en tomo), que al llegar a él con los arcos anteriores mucho más claros en mi cabeza, lo he disfrutado mucho más. Morrison seguía haciendo homenajes, seguía intentando escribir sobre ese Multiverso que tanto ama, pero que le habían quitado tras Crisis en Tierras Infinitas, y le daba una nueva dimensión e incluso sentido, dejando la duda de si lo que estábamos leyendo era el pasado o lo que habíamos leído antes era una especie de sueño… pero en todo caso, ahí estaba.
En Batman R.I.P. se nos cuenta el ataque definitivo del Guante Negro a Batman, atacando todo lo que quiere (sus amigos, su novia, su mayordomo, el comisario con el que trabaja…) y culminando un plan urdido a fuego muy lento, y que llevaría a Bruce Wayne al borde de su cordura. Pero para poder comprender todo, hay que tener claro lo que hemos estado leyendo hasta ahora: el asunto de Talia y Damian, los Batmen mundiales, la aparente muerte del Joker a manos de «Batman», el Thörgal al que se expuso, esas continuas referencias a Zur-En-Arrh… No hemos visto nada de eso porque sí, todo tenía su razón de ser, y va tomando forma en este punto culmen de la historia.
Como decía, a Morrison le encanta Batman y le encanta el Multiverso, y qué mejor manera de homenajearlo que recuperando esos conceptos como la Bat-Radia o el Batman del planeta Zur-En-Arrh que aparecieran en el número 113 de la colección. En esta continuidad no existía Multiverso alguno, por lo que Morrison recupera Zur-En-Arrh como una orden posthipnótica insertada por el Doctor Hurt en la cabeza del héroe para hacerle perder la cordura. Y fruto de esa cordura vamos a recuperar todos esos conceptos relacionados con aquellos números: la Bat-Radia, el traje morado, azul y rojo, o incluso a Batmito. Y para ambientar la historia, el guionista tira de un grupo de villanos que parecen sacados de un circo, grotescos y excesivos, que completa con la guinda de la participación de un Joker desatado. Una historia compleja, que sigue construyéndose a partir de todo lo expuesto hasta el momento y aún así, sigue manteniendo numerosas incógnitas que todavía quedan por revelar.
El tomo está conformado por la introducción aparecida en DC Universe #0, los seis números que conforman el arco principal, dos números del Robin de Nicieza que enlazan con la historia, y los dos epílogos: Extremaunción y El capítulo perdido. Estos dos arcos sirven de epílogo de R.I.P. pero enlazan con lo que estábamos leyendo en Crisis Final, y de hecho el primer arco tiene lugar durante el encierro de Batman a manos de Mokkari y Simio de los Nuevos Dioses. Curiosamente, Morrison aprovecha la situación para hacer un repaso a toda la historia del personaje, y a profundizar en su propia idiosincrasia, planteando la hipótesis de cómo habría sido todo de no haberle pasado lo que le pasó. Una premisa muy interesante. El capítulo perdido amplía un poco lo que estaba sucediendo a Batman durante Crisis Final.
El dibujo de los seis números de R.I.P. y El capítulo perdido corren a cargo de Tony Daniel, mientras que Extremaunción es obra de Lee Garbett y los dos de Robin de Joe Bennett. Siendo Daniel mucho más vistoso, con un acabado muy preciosista, me parece peor narrador que Garbett o Bennett. Y tal vez sea un problema personal, pero siempre he tenido una sensación de insatisfacción con el trabajo de Daniel, similar a la que tengo con Jim Lee. Me parecen grandes ilustradores, pero en los momentos clave, creo que su acción llega a ser confusa, me deja un poso de quedarse a las puertas…
En definitiva, Batman Saga: Batman R.I.P.
Último tomo del año, dentro de la línea Batman Saga, con material de Morrison. Suponemos que en 2020 tendremos la continuación con esa etapa de Batman y Robin con Dick vistiendo la capucha del Caballero Oscuro. Batman R.I.P. supone el culmen del primer acto de la historia que pretende contar el guionista, con elementos muy reconocibles de su obra (la distorsión de la realidad que dificulta el saber qué es real y qué no, las sociedades secretas, la figura del jorobado…) pero sin llegar a perder el control en ningún momento. Sí es recomendable su lectura en tomos, o al menos por arcos argumentales, porque exige atar muchos cabos y usa elementos recurrentes que adquieren sentido más adelante. Un canto de amor a la Golden Age y a la historia en general de Batman con la forma de una historia tan impactante como satisfactoria.
Lo mejor: Los huevos de Pascua que va metiendo Morrison. Lo bien escrita que está. Su visión en conjunto.
Lo peor: Para mi gusto, Tony Daniel, pero puede ser un problema personal. Si no te has leído Crisis Final hay números que no vas a entender del todo.