De mayor quiero ser como Marc Silvestri. Bueno, en realidad me gustaría ser como cualquier persona que solo trabaja en lo que le gusta cuándo y como quiere, aceptando encargos por capricho. Porque eso es lo que es “Batman y Joker: El dúo mortífero”, el capricho de un dibujante estrella que un buen día decide volver a coger el lápiz.
Esta miniserie de siete números fue publicada entre noviembre de 2022 y mayo de 2023. Los anteriores trabajos largos del cofundador de Image fueron algunos especiales para crossovers Marvel como “Civil War”, “Utopía” o “Complejo de Mesías” entre 2007 y 2010 aproximadamente. Es decir, que se ha pasado una década viviendo de las rentas y de hacer portadas, pin-ups y cosas así. Lo dicho, ya me gustaría.
Lo primero que hay que decir de “Batman y el Joker: El dúo mortífero” es que, pese a no ser un tebeo que tire de nostalgia, sí que es una bofetada en toda tu cara con un guante que lleva bien impreso “años 90” en el dorso. Aunque el estilo de Marc Silvestri no ha dejado de evolucionar, a nivel literario lo que nos encontramos aquí no es demasiado distinto a su trabajo en “Cyberforce” y otras de sus creaciones para el sello Top Cow.
La premisa de la historia nos lleva a una imposible asociación entre el caballero oscuro y su más letal enemigo. Juntos deberán investigar una plaga de crímenes que suelen acabar en asesinatos de lo más truculentos. El misterioso perpetrador obligará a que estos dos personajes deban trabajar juntos uniendo sus talentos en una carrera contrarreloj.
Eso sí, que nadie espere que Silvestri se quiebre el cráneo con la caracterización de los personajes. Su Batman es terco, violento y poco dado a la reflexión. Pero su Joker es prácticamente igual, solo que tirando de psicopatía para resolver algunos de los enigmas. Por lo tanto, quienes esperen ver una representación del alpha y el omega propios de personajes antagónicos o incluso algo de la versión, mil veces copiada/homenajeada, que Moore dio de esta pareja en “La broma asesina”, será mejor que miren para otro lado, porque el autor se limita a tirar de tópicos en pos de la diversión.
También habría que destacar que este es un tebeo de BATMAN. El uso de las mayúsculas es para dar énfasis al personaje protagonista. No es que no aparezcan otros personajes de la Bat Familia (alguno tiene un pequeño cameo), es que incluso Alfred o el propio Bruce Wayne están prácticamente relegados al ostracismo. Silvestri ha venido a jugar con el muñeco principal y en eso se acaba convirtiendo “Batman y el Joker: El dúo mortífero”: una sucesión de escenas de acción contra monstruos de pesadilla, zombies, vampiros y similares.
Hay que reconocerle que entre tanto festival de disparates, hay algunos momentos bastante buenos, porque como lectores no estamos acostumbrados a que Batman pierda. El detective siempre se saca un as de la manga o un gadget de su cinturón y suele tener la última palabra. Pero en “El dúo mortífero” seremos testigos de alguna que otra situación en la que la banca gana y no hay final perfecto. Simplemente por ver cómo el héroe de Gotham debe afrontar un par de soluciones salomónicas ya podríamos decir que esta miniserie merece la pena.
Por otro lado, no debemos obviar el carácter lúdico de la obra. Silvestri le imprime un ritmo al desarrollo de los acontecimientos que no deja ni parpadear al lector. Todo el rato están pasando cosas y la acción está presente cada pocas páginas. Hay un número, a bordo de un tren bala, que es especialmente adrenalínico, recordando en cierta manera a ese prodigio del cine de entretenimiento que es “Speed”.
De todas formas, las cosas hay que decirlas claras, el 90% por ciento de la gente que se acerque a “El dúo mortífero” será por completismo para con los tebeos de Batman o por morbo por ver cómo está Marc Silvestri en el apartado artístico. Los fans del dibujante americano no van a sentirse decepcionados. A nivel gráfico, la obra rueda a un gran nivel pese al abuso de las fórmulas vacías de narrativa noventera, con viñetas gigantescas y rayitas por doquier. No obstante, solo puedo quitarme el sombrero ante las brutales y espectaculares escenas de acción.
En definitiva, si estáis leyendo esto y decidís darle una oportunidad a “Batman y el Joker: El dúo mortífero”, creo que ha quedado claro el tipo de tebeo que os vais a encontrar: bonito, de fácil lectura y sin otra pretensión que entretener.
La edición de ECC se completa con una galería de portadas, un epílogo escrito por el propio Marc Silvestri y una selección de páginas a lápiz para que apreciemos mejor su arte.