Ha vuelto… y no está de broma. El peor enemigo de Batman regresa para un último gag, pero en esta ocasión nada será igual. Tras su último enfrentamiento, en La muerte de la familia, el Príncipe Payaso del Crimen va muy en serio… ¡y cuenta con la Liga de la Justicia! Eso es solo el comienzo de un gran duelo que nada tendrá de comedia… y que quizá marque para ambos, de una vez por todas, el final del juego.
El exitoso tándem formado por Scott Snyder y Greg Capullo, cuyos cómics figuran entre los más vendidos según el New York Times, da forma al choque definitivo entre el mejor de los héroes… y el mayor de los villanos. Este tomo recopila los números del 35 al 40 de la segunda serie americana de Batman, situados tras los acontecimientos de Batman: El Tribunal de los Búhos, Batman: La muerte de la familia, Batman: Ciudad secreta, Batman: Ciudad oscura y Batman: Vigilancia nocturna.
Bruce Wayne aún está recuperándose de su última batalla con el Espantapájaros, tanto física como psicológicamente, cuando se ve atacado en su vivienda por el resto de miembros de la Liga de la Justicia. Wonder Woman, Flash, Superman y los demás van a por él, y van a matarle. Tras una batalla demoledora en el centro de Gotham, Batman descubre quién está detrás de estos ataques: sus amigos han sido infectados por la neurotoxina del Joker, quien ha sobrevivido a su último encuentro, y está dispuesto a terminar con nuestro héroe de una vez por todas. Esto nos lleva a los seis trepidantes números de Final del Juego, una saga en la que Batman y sus aliados se ven puestos al límite de sus fuerzas para acabar con un Joker desatado, más diabólico que nunca.
¿Quién es el Joker? Tal vez, a la vista de lo narrado en este volumen, la pregunta debería ser ¿QUÉ es el Joker? El Joker se ha convertido en la quintaesencia del villano. Es la némesis personificada. Ha dejado de ser un tipo que tuvo un mal día para convertirse en el mal encarnado. Es el hombre del saco. Es el Hombre Delgado. El Coco. El Bute. El Sacamantecas. Es, en definitiva, lo que da sentido a Batman. Como ya se ha explicado en multitud de obras anteriores, se complementan, cada uno de ellos existe gracias al otro (o por su culpa). En este volumen de la serie del NUDC Batman, Scott Snyder y Greg Capullo profundizan aún más en la mitología de este hombre que ríe, dándole un trasfondo sobrenatural que le dota de un aire aún más terrorífico. Y es que éste ha sido el primer cómic de Batman que he leído en mucho tiempo que me ha parecido más un cómic de terror que uno de superhéroes.
Tenemos aquí el enfrentamiento definitivo entre Batman y el Joker, cada uno de ellos representando una fuerza primordial de la naturaleza: la Justicia contra el Caos. El Bien contra el Mal. Lo sombrío contra la carcajada. Pero ambos eternos. Es la premisa que cierra este tomo: que tanto el Joker como Batman son seres eternos, y que por tanto, por mucho que sufran y por muchas heridas que padezcan, no pueden morir. En una apoteósica batalla final que recuerda a la que Frank Miller nos contó en su El Regreso del Caballero Oscuro, Batman y el Joker llegan a conocerse tan íntimamente como les es posible, asumiendo cada uno que su existencia no es posible sin la del otro, en un ejercicio de narrativa sin igual por parte de Snyder y Capullo.
El volumen se cierra con cinco historias cortas escritas por James Tynion IV y dibujadas por autores de la talla de Kelley Jones y Sam Kieth, entre otros, que amplían la mitología del Joker con historias de reclusos de Arkham y una doctora que ha escrito un libro sobre el Principe Payaso del Crimen. Cada vez más, el Joker se revela como un ser sobrenatural, que ha trascendido la humanidad para llegar a ser un ente inmoral e inmortal. El Diablo en persona. Posiblemente el mejor villano que jamás haya existido en toda la historia, no sólo de los cómics, sino de la literatura universal.
La edición de ECC recoge los números 35 al 40 de la serie Batman, más una galería de portadas alternativas y los lápices de Greg Capullo para las portadas. Un cómic aterrador que marcó una época dorada para el personaje, y que se ha convertido en referente para definir la personalidad y todo el potencial que puede dar de sí el Joker.