El Batman definitivo. Así se referían a los números que firmaron Steve Englehart y Marshall Rogers en la Edad de Bronce, esa que va después de la de Oro y la de Plata, el patito feo que va entre el delirio de los 60 y la madurez de la segunda mitad de los 80. Una era que, aunque tiene obras muy rescatables, tiende a ser olvidada cuando se habla de la historia del cómic.
¿Merece este tomo el apelativo de «Batman definitivo»? Vamos a ello.
Contiene: Detective Comics núms. 469-476, 478 y 479 USA
Guión: Steve Englehart y Len Wein
Dibujo: Marshall Rogers y Walter Simonson
Formato: Cartoné, 176 páginas
Precio: 17.95€
Extrañas Apariciones
Extrañas Apariciones (¿o quizás debería ser Las Apariciones de Strange?) es una historia razonablemente autoconclusiva integrada dentro de la serie mensual de Detective Comics, creada en su mayor parte por el equipo Englehart/Rogers, aunque los dos primeros números los dibuja un primerizo Walter Simonson que llevaba cuatro años trabajando como profesional, y los dos últimos los guioniza Len Wein.
Haciendo un breve resumen de la historia, Extrañas Apariciones nos presenta un retrato global de Gotham City durante la época en la que el corrupto Rupert Thorne es el alcalde de la ciudad. Habiendo averiguando Hugo Strange la identidad secreta de Batman, Thorne intenta sacársela a golpes, acabando con la vida del trastornado psiquiatra, y en este entorno argumental Batman se enfrenta al Doctor Fósforo, al propio Hugo Strange, al Pingüino, al Joker y a Deadshot. Los números de Len Wein sirven como epílogo, y en ellos tenemos el origen de Preston Payne, el tercer Clayface y el más trágico de ellos.
La trascendencia de estos números va más allá de ser posiblemente los mejores cómics de Batman de los años 70. No sólo son los números en los que se deja definitivamente atrás la infame influencia del infausto BatK-Pow de la serie televisiva del recientemente fallecido Adam West, o que el Joker volviera a convertirse en un maniaco homicida después de haber sido un payasete graciosillo. En una época en la que casi todos los tebeos eran totalmente autoconclusivos, aquí se desarrolla una trama de fondo durante casi un año. Además, estamos ante los primeros números en los que se plantea la idea de que Bruce Wayne no es sino una máscara para Batman, la auténtica personalidad del personaje. Podríamos decir, por tanto, que el Batman que conocemos hoy en día tiene aquí sus orígenes. Más aún, las semillas argumentales del Caballero Oscuro de Frank Miller están en estos números.
Historia editorial
Estos números fueron reeditados con un color nuevo por la propia DC en 1985, en una serie limitada de cinco números llamada Shadow Of The Batman, que fue el material que utilizó Ediciones Zinco para estrenar su colección Clásicos DC en 1990, junto con el Green Lantern/Green Arrow. Por cierto, la portada del primer número de esta colección de Zinco fue la portada de la segunda edición americana de Las Mejores Historias de Batman Jamás Contadas. Ay, qué creativos que eran estos chicos.
Hubo una segunda edición en España, 21 años depués y ya de la mano de Planeta DeAgostini en su línea Clásicos DC (ya sabemos que la edición de clásicos por parte de Norma fue un yermo), en la que se incluyó también la serie Dark Detective, realizada por el mismo equipo creativo.
Esta de ECC es la tercera edición en castellano, y utiliza el material del TPB americano de 1999 Strange Apparitions (título, portada e introducción de Steve Englehart), que viene también con el recoloreado de Shadow Of The Batman. Se espera una cuarta en el coleccionable de Salvat, y me atrevo a apostar que no será la última vez que se editen estos tebeos.
Los autores
Steve Englehart es una auténtica leyenda del medio. Su carrera empieza a mediados de los 60 en las revistas de la Warren, y su primer trabajo importante en el mercado superheroico llega a principios de los 70 en Capitán América, donde desembarca por todo lo alto con la Saga del Imperio Secreto, de la que Marvel está haciendo actualmente un remake como evento de la temporada. En esa misma época escribió la Saga de la Madonna Celestial en Los Vengadores y justificó la existencia del Capitán América de los años 50. En DC, además de esta memorable etapa en Batman, estuvo tres años en Green Lantern y escribió la (no tan inspirada) serie central de Millenium, uno de los primeros crossovers post-Crisis de la editorial. Entre los personajes creados por este autor, tenemos a Kilowog, a los Manhunters y a Rocket Red en DC y al Wendigo, a Shang-Chi y al cinematográfico Star-Lord en Marvel.
El difunto Marshall Rogers nunca tuvo una estancia especialmente larga en ninguna serie. Sus cuatro trabajos más largos son estos números de Detective Comics, que además de dar en ellos una imagen del personaje que aún hoy es de las más reconocibles, son el mejor momento de toda su carrera, seis números del Doctor Extraño de Roger Stern, un puñado de números de G.I. Joe y una etapa en Silver Surfer en 1987 en la que se reencontró con Steve Englehart.
En resumen…
Cuando se habla de «tebeos clásicos» suele ser necesario un ejercicio de contextualización, especialmente si son anteriores a la explosión de creatividad de la segunda mitad de los años 80. Incluso la espectacular etapa de Denny O’Neil y Neal Adams en Green Lantern/Green Arrow o El Cuarto Mundo de Jack Kirby, dos de las obras que marcan el origen de la Edad de Bronce, es necesario tener en cuenta la época en la que estos cómics ven la luz.
Esto no ocurre en Extrañas Apariciones. Cuarenta años después de que vieran la luz, siguen siendo una de las etapas más recordadas y más importantes en la forma de enfocar a Batman. Un enfoque, que aún con matizaciones, hoy en día aún se mantiene. No sólo estamos ante un clásico, Extrañas Apariciones es uno de los momentos más significativos en la historia del Hombre Murciélago, que debe estar en las estanterías de todo fan del personaje que se precie.