Es la hora de las tortas!!!

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Batman: Condenado. Edición Deluxe en blanco y negro, de Brian Azzarello y Lee Bermejo

Batman: Condenado. Edición Deluxe en blanco y negro, de Brian Azzarello y Lee Bermejo
Guion
Brian Azzarello
Dibujo
Lee Bermejo
Formato
Cartoné (180x274 mm.), 160 págs. Encuadernación holandesa
Precio
23 €
Editorial
Panini Comics. Julio 2021
Edición original
Batman: Damned Books 1-3 USA

Antes que nada, y por si alguien tiene dudas, debo aclarar que esta versión de Batman: Condenado en su edición deluxe en blanco y negro viene sin bat-pene. Supongo que eso no será motivo decisivo para hacerse o no con él, aunque es triste que una vez leído y meditado sea esa absurda polémica lo más destacable de esta nueva colaboración entre Brian Azzarello y Lee Bermejo.

Estos dos titanes del noveno arte llevan uniendo sus talentos desde que en 2003 viese la luz la miniserie de Batman/Deathblow (que, por otra parte, no fue nada del otro mundo). Tras ella llegaron las novelas gráficas de Luthor y, especialmente, de Joker, de la cual este Batman: Condenado es una especie de secuela, más en intenciones (como era idea de Azzarello) que en resultados.

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Destacar también que Batman: Condenado fue la punta de lanza del sello Black Label de DC, una línea editorial que debería albergar proyectos de autores punteros sin historias atadas en modo alguno a la continuidad. Por el momento los resultados son más bien tibios, con excepciones como Harleen, Joker: Sonrisa Asesina o algunas miniseries de Hill House Cómics, el subsello coordinado por el gran Joe Hill.

Batman: Condenado arranca de manera potente con el hallazgo del cadáver del Joker y con el cruzado enmascarado despertando en una ambulancia sin recordar lo que ha sucedido. Un pistoletazo de salida con muchísimas posibilidades que, lamentablemente, va perdiendo fuelle a una velocidad de vértigo.

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Azzarello, más que contar una historia de detectives, aprovecha la libertad que da el sello Black Label para ahondar en la psique de Bruce Wayne, planteando de manera velada la idea de que el propio Bruce murió metafóricamente en el mismo callejón del crimen en el que perdieron la vida sus padres. No es la primera vez que se juega con la idea de que Bruce Wayne es una máscara de Batman y no al revés. Pero aquí veremos cómo el guionista juega a destrozar mitos mostrando una visión de Thomas Wayne diferente a todo lo que habíamos visto hasta ahora, en la figura de un padre que no les quería a su madre y a él y que además tenía una aventura.

No obstante, pese a que Batman: Condenado no sea lo que uno se espera, tiene algunos detalles bastante llamativos, como el uso que da Azzarello al panteón de personajes mágicos de DC con las apariciones de Deadman (con un diseño brutal de Bermejo), Zatanna, un socarrón (en exceso) Constantine o Demon convertido en un rapero. Esta platea de héroes se irá cruzando en el camino de nuestro protagonista provocando más de una confusión, a él y a nosotros, debido a que no queda claro cuál es la trama principal en ningún momento.

Es una lástima, porque la sensación que me da tras haber leído la obra un par de veces es que Brian Azzarello o bien no ha contado la historia como le hubiera gustado, o quizás ha querido jugar a ser trascendente y dejar huella en el personaje o remover sus cimientos. Por desgracia lo ha conseguido pero no como hubiéramos deseado. Una pena porque el inicio era prometedor y la reconstrucción de los hechos que había llevado a héroe y villano a esa posición tenía mucho potencial.

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Aunque Batman: Condenado vió la luz originalmente como miniserie de tres números de gran formato y encuadernación en prestigio, en realidad es una novela gráfica cortada en tres entregas y que, me juego un pulgar, está concebida para leer de una sentada, pues su estructura no invita a la separación.

Para el recuerdo quedará al menos el impresionante dibujo de Lee Bermejo, que en blanco y negro luce de manera espectacular. Su capacidad para meternos en la historia es magnífica, sobre todo a la hora de retratar a Gotham como un escenario totalmente claustrofóbico y agobiante. Sus escenas de acción (no demasiadas, porque tampoco tenían cabida) también son espectaculares, así como su recreación de todos los personajes invitados, en especial un John Constantine que no me gustaba tanto desde algunas de las portadas de Glenn Fabry para la serie de Hellblazer en Vértigo. Solo por el arte ya merece la pena pillar Batman: Condenado.

No me atrevería a decir que Batman: Condenado es un mal tebeo, pues como expresión artística su apreciación no deja de ser algo totalmente subjetivo. Desde luego, es un tebeo de Batman diferente a lo que estamos acostumbrados a leer y está ilustrado con maestría. Dadle una oportunidad y nos contáis qué conclusión habéis sacado de él.