Tengo una teoría acerca del personaje Anarquía: Corrían tiempos en los que no había una necesidad de «atacar»al bueno del amigo Alan Moore, y en lugar de utilizar sin más el personaje de V (de V de Vendetta) Alan Grant y Norm Breyfogle hicieron su propia versión. Hoy día no, DC hace Antes de Watchmen y Doomsday Clock, o mete a Promethea en la serie de JLA. Y la gastritis del pobre Alan en aumento… El caso es que Anarquía, tanto por aspecto como por ideales de justicia social tiene mucho en común con ese V que atormentaba al gobierno inglés.

Batman: Cataclismo – Anarquía recoge la serie limitada (regular, de primera intención) que editó DC en 1999. El personaje gozó de una buena acogida en sus apariciones en la serie Detective Comics y Shadow of the Bat, lo cual animó a la editorial a darle otra oportunidad con una miniserie de cuatro números en 1997. El siguiente paso fue darle su propia serie regular que finalmente acabaría teniendo solo 8 números, que son los que aquí se recogen.

De hecho, no entiendo bien la edición de este tomo. Se ha englobado dentro del evento Batman: Cataclismo, a pesar de que la única conexión es una escena en la que Anarquía se encuentra evitando el pillaje en Gotham tras el terremoto y Batman habla con él para «invitarle» a abandonar la ciudad. Es más, la aparición de ese Batman que gobierna la portada del tomo se limita a 3 de las 200 páginas del tomo. Pero eso es algo que ya hemos tratado muchas veces, y el murciélago es un reclamo demasiado atractivo para no utilizarlo. A pesar de todo, y dado que la relación con el evento es tan tenue, podrían haber incluido esa miniserie de cuatro números del 97 que, además, contaba con la participación de personajes como Demon, Darkseid o el propio Batman que la hacían bastante atractiva para el lector. En EE.UU. existe un tomo llamado Batman: Anarky, que recoge los números de Detective Comics (que ya se publicaron en el segundo Grandes Autores de Batman dedicado a Norm Breyfogle), Shadow of the Bat y la miniserie de cuatro números. De no ser porque tengan pensado editar ese tomo tal cual, la verdad es que era una oportunidad fabulosa para haber recuperado esos cuatro números en este tomo.

Estos ocho números parten de la premisa de la «invitación» de Batman a abandonar la ciudad, que hace que Anarquía se mude a la capital estadounidense. Lonnie Machin establece su nueva sede en Washington, donde lo primero que capta gracias a sus ordenadores es una anomalía física basada en la teoría de las supercuerdas que anuncia la llegada de un temible suceso. Intenta ponerse en contacto con la Liga de la Justicia, que lo ignora por su condición de justiciero, y decide enfrentarse él solo. Pero Anarquía se encuentra con el anillo perdido de la Green Lantern Jade e intentará enfrentarse a dicha anomalía como improvisado Linterna Verde, para enfado del Green Lantern oficial, Kyle Rayner.

La serie va saltando de trama en trama, mostrándonos al típico personaje que lucha por la justicia y tiene una serie de ideales, pero que no está dispuesto a detenerse por nimiedades como las leyes, lo cual lo encuadra en ese grupo de personajes que no entran ni en la categoría de héroes ni en la de villanos. Vamos a ver historias de distinto corte, como un tie-in con el evento El día del juicio, o una aventura en la que se cruzará nada menos que con Ras Al Ghul. Pero Grant y Breyfogle van mostrando una subtrama en la que Machin, gracias a la ayuda de su ordenador Max, descubre ser hijo de un conocido villano. Esto es interesante, porque supone un conflicto para el personaje y mantiene la intriga hasta el último número.

Se nota que la serie fue cancelada prematuramente, porque deja alguna trama abierta (los políticos enviando a un mercenario a quitar a Anarquía del medio), y se dedica el último número a cerrar el asunto de la paternidad. Con todo, es una serie hija de su época, con tramas en las que se aprovechan a los pesos pesados de la editorial para ir dando cada vez más peso al personaje. No obstante, tiene las incongruencias propias de este tipo de series, como es ver que llegue a plantar cara en combate a uno de los maestros de lucha de Ras Al Ghul pero luego es derrotado casi con facilidad por un grupo de indigentes. Grant intenta plasmar la juventud del personaje, por muy precoz que sea, y deja patente su falibilidad. Eso sí me gusta.

El dibujo de Breyfogle necesita poco análisis. Como ya hemos analizado largo y tendido en los cinco tomos de la línea Grandes Autores de Batman dedicado al autor, tiene un estilo ágil y focalizado a la acción, que hace que nos bebamos las 200 páginas páginas de este tomo en un abrir y cerrar de ojos.

En definitiva, Batman: Cataclismo – Anarquía.

Un tomo para recuperar esta versión de V integrada en el Universo DC que, sin llegar a ser uno de los personajes emblemáticos del Batverso, ha sabido mantenerse en el tiempo y de hecho lo seguimos viendo de cuando en cuando en series como el Detective Comics de Buccellato y Manapul o la actual de Renacimiento. Una serie con la marca de la casa de Grant/Breyfogle, con mucha acción, secundarios atractivos y unos cómics orientados a entretener sin más pretensiones.

Lo mejor: Una lectura entretenida, con un equipo artístico fantástico.

Lo peor: Si no eres amigo de esas historias inocentes, sin pretensiones y con alguna que otra incongruencia, no es para ti.