Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Batman Black and White 4

Batman Black and White 4
Guion
Varios.
Dibujo
Varios.
Formato
Cartoné, 288 págs, B/N.
Precio
26,50€.
Editorial
ECC Ediciones. 2018.
Edición original
Batman Black and White vol. 4 (DC Comics)

Poco después de la aparición de la reedición corregida del tercer tomo, de la que dio cuenta nuestro compañero Jesús hace unas semanas, ECC Ediciones reedita también Batman Black and White 4, el cuarto y último volumen de esta serie de aventuras cortas centradas en el buque insignia de DC Comics. A estas alturas hablar del formato de esta serie no tiene mucho sentido, resumamoslo en que se tratan de historias de unas diez páginas, con cinco historias por cada uno de los seis números que se recogen en el tomo. Las historias corren a cargo de grandes figuras del mundo del cómic, con la peculiaridad de que están publicadas todas en blanco y negro.

En este tomo tenemos figuras de la talla de Neal Adams, Len Wein, Michael Allred, Adam Hughes o Cliff Chiang por citar alguno, y también a otros autores que han destacado en otras facetas artísticas, como son el caso de la presentadora y cómica Blair Butler, el ilustrador de pósters Olly Moss o el diseñador gráfico Rian Hughes. Sin olvidarnos del representante de autores y principal valedor de Heroes Comic Con, David Macho, que a pesar de haber escrito antes algún que otro cómic, no es su faceta más reconocida.

Batman Black and White 4
A estas alturas los autores ya vienen aleccionados para saber qué es lo que se espera de ellos, y algunos ciertamente aprovechan esta serie para presentarnos verdaderas joyas en forma de relato corto. Aunque lo que a mí me interesa realmente es el hecho de ensalzar el blanco y negro como un elemento más de la historia. El dibujo sin color queda completamente desnudo, siendo el principal protagonista, aunque sin la posibilidad de disimular algunas carencias, como hemos podido ver en alguna que otra ocasión.

Hay autores que no solo no se amilanan, sino que se centran en el blanco y negro y le dedican la importancia que merece en una serie como esta. Es el caso de Cliff Chiang, que nos presenta una historia con un dibujo casi abocetado, a vuelapluma, con masas de negro manuales en las que se puede ver algún defecto de relleno. O Andrew Robinson, que a pesar de introducir alguna trama a modo de color, hace un dibujo que se apoya en los dos colores. Precisamente los autores españoles Javier Pulido y Rubén Pellejero son dos de los que mejor comprenden el concepto y hacen un trabajo francamente notable, emulando a clásicos del cómic como Bernet o Toth.

Sin embargo, no todos hacen lo mismo. Hay autores, enormes autores, que hacen un dibujo que incluso a veces parece estar hecho a color y simplemente impreso en blanco y negro. Son los casos de Adam Hughes, Joe Quinones, Rian Hughes o Sean Galloway, por poner algunos ejemplos, que hacen un gran trabajo, pero no me pegan nada en una antología de este tipo. Podrían haberse incluido en cualquier otra antología.

Batman Black and White 4
Y por último, tenemos a autores que a pesar de hacer un dibujo que no se apoya en las tintas, que uno puede esperar en esta Batman Black and White 4, hacen un trabajo muy interesante. Es el caso de Neal Adams, que nos planta una historia dibujada a lápiz y que posiblemente sea su último trabajo digno para mi gusto. Las últimas obras que le he visto a esta leyenda me han decepcionado sobremanera, y esta sin embargo, explota el concepto con un recurso muy interesante, amén de hacernos una historia con un Batman zombie para representar el aspecto social que la sube a mi top personal dentro de estas treinta historias. Otro ejemplo es el de Lee Bermejo, que a pesar de su estilo tan personal y pictórico, no adolece de esa impresión de estar hecho a color pero impreso en B/N. Lo mismo me sucede con el dibujo de J.G. Jones, espectacular…

Hay autores que me han sorprendido verlos en blanco y negro, como Kenneth Rocafort, un autor cuyo dibujo se apoya mucho en el color y que en blanco y negro se ve muy diferente… e interesante. Lo mismo con Alex Niño, que ilustra una interesante historia de Jeff Lemire y nos planta un dibujo muy sencillo con grises a rotulador que le da un aspecto espectacular.

Hablar de guión aquí es algo secundario, creo que a esta serie se acerca uno atraído por el dibujo, y es ciertamente difícil hacer una historia memorable en tan corto espacio, aunque claro, cuando tenemos a guionistas como Lemire, Howard Mackie, Marv Wolfman o Paul Dini, contamos con la garantía de que vamos a ver historias dignas. Me resulta curioso ver cómo muchos asocian el concepto blanco y negro al pasado, y vamos a ver muchas historias con un Dick Grayson en la piel de Robin recién llegado, o con un estilo de serie de TV clásica. Sin embargo otros aprovechan el formato de historia en ocho a diez páginas para aportarnos visiones inéditas de Batman, como esa curiosa historia de Olly Moss y Becky Cloonan en la que cuentan el punto de vista de las «chicas florero» que salen con Bruce Wayne, o la de Ivan Brandon y Paolo Rivera, con un aire a la relación Clouseau-Cato, aunque una de las que más me ha gustado es la de Butler con Chris Weston, muy de metacómic y con un dibujo espectacular.

Batman Black and White 4
Por mencionar algunas otras historias, me han gustado mucho: las de Michael y Lee Allred por lo bien que dibuja la acción (amén de que me gusta especialmente el dibujo de Allred) y porque aquí falta uno de los fuertes más reconocibles del autor como es el color que suele acompañarlo, obra de su esposa Laura; algo parecido podría decir de la historia de John Arcudi y Sean Murphy, quién mejor que Murphy para explicar lo grande que puede ser un dibujo sin colorear; también me han gustado mucho las historias de Rafael Grampá, con un estilo muy parecido a Paul Pope, o la de Damion Scott, a pesar de que parece una colección de portadas, pero me gusta mucho cómo están dibujadas; por último, citar las historias de Dustin Nguyen, muy efectiva y con un Batman sobrado del que mola, y un uso del blanco y negro prodigioso, y la de Palmiotti y Andrew Robinson porque, a pesar de ser una historia muy ñoña, es de las que te deja con una sonrisa en los labios, y el dibujo es un ejemplo de lo que debería suponer un relato que amerite formar parte de esta colección.

En definitiva, un buen conjunto de historias, con más claros que sombras y pocas historias que te hagan torcer el gesto. Si has llegado a este cuarto tomo, entiendo que es porque te gusta el formato y, sin duda, te va a decepcionar tan poco como los otros tres anteriores. Eso sí, es recomendable leer en pequeñas dosis, para poderlo disfrutar más que leídas una tras otra.