Y con Bastardos del bayou 3: Voodoo U luv concluye este noir mugriento en las entrañas de Luisiana en el que nos introdujeron Armand Brard y Neyef. Es el momento donde las distintas piezas de este populoso tablero confluyen en un único punto y, como cabe esperar en una obra de este tono, las cosas no terminarán bien para todo el mundo.
El impactante final del tomo anterior sirve de revulsivo para que el nutrido reparto coral de Bastardos del bayou 3 se posicione en los dos bandos cuyo final solo puede ser una carnicería. Fantasmas del pasado, venganza, antigua brujeria y sobre todo, violencia a raudales.
Estamos claramente ante la traca final, que debería ser ensordecedora, pero por más que sea un festival de brutalidad, por más que las distintas tramas confluyan y la piezas se encajen, después del subidón del tomo anterior, cuesta evitar una cierta sensación de haber levantado el pie del acelerador. Estamos ante una conclusión a nivel argumental y estructural, pero si pudiéramos ver un gráfico del ritmo y la intensidad de Bastardos del bayou sin duda la cima se alcanza en el segundo volumen y eso nos deja un final que tal vez no podemos calificar de anticlimático, pero de manera patente rompe el crescendo que iba marcando la serie.
Brard y Neyef también aprovechan Bastardos del bayou 3 para ir despejando la niebla que puede producir la multiplicidad de tramas y el protagonismo coral y su discurso se va centrando y evidenciando hasta prácticamente el punto en el que el subtexto se convierte en texto. Resulta hasta gracioso que una serie como esta, repleta de suciedad y violencia, que nos muestra lo más oscuro y podrido del alma humana, termine con un mensaje de diversidad y tolerancia, una idea que, a su peculiar modo, estaba desde el principio, pero que en este punto termina por convertirse en el eje central.
Con la serie finalizada, lo mejor de Bastardos del bayou es Neyef, cuyo trabajo sí que no afloja en ningún momento. Por más que Brard sea el encargado de mover todos estos personajes por el tablero, es Neyef quien los define con su estilo de caricatura un tanto grotesca, el que consigue que nosotros, los lectores, podamos ubicar a cada uno en este maremagnum con su portentoso trabajo de caracterización. También es cosa de Neyef la atmósfera llena de mugre y calor húmedo que casi podemos respirar y que se torna en uno de los mayores atractivos de la serie.
Bastardos del bayou 3 nos deja un sabor agridulce. Agrio porque tal vez el final no consigue cubrir las expectativas que nos habían creado a nivel emocional, pero dulce porque el camino recorrido ha sido apasionante.
