Es habitual que cuando te acercas a productos derivados de franquicia, ya sean televisivas, cinematográficas o de videojuegos, el nivel medio no sea precisamente alto. A fin de cuentas, la franquicia de partida ya es un reclamo suficiente como para no necesitar hacer un producto de calidad especialmente alta para vender bien. Pero la gente de Moztros tiene toda una línea de tebeos de franquicia de muy buena calidad. Nuestro compañero Txema está encantado con los tebeos de los Power Rangers. En breve tendremos por aquí la esperadísima Transformers de Daniel Warren Johnson. Y ya tenemos en nuestras manos los dos primeros tomos de Dynasty, un manhua chino basado en los videojuegos de Assassin’s Creed de Ubisoft.
Después de trece juegos principales y unos cuantos derivados para dispositivos móviles y otras plataformas, Assassin’s Creed se ha vuelto una historia tremendamente compleja, que abarca un periodo temporal de casi dos milenios y medio. En pocas palabras, nos cuenta un conflicto casi eterno entre dos organizaciones que representan dos formas de ver la vida. Por un lado tenemos a los Templarios (antes Orden de los Antiguos, antes Culto de Kosmos), que pretenden conseguir el orden a través del control. Contra ellos están los Asesinos (antes Orden de los Ocultos), que valoran la libertad individual por encima de todas las cosas, y que son los «buenos» de la saga. Su ideología se resume en su lema «Nada es verdad, todo está permitido», una idea más compleja de lo que parece y cuya interpretación ha producido bandazos ideológicos en la orden a lo largo de los siglos.
Acercarse a un cómic basado en esta franquicia puede resultar, visto desde fuera, intimidante. Pero no es el caso: aunque Dynasty está basado de una forma bastante fiel en el lore de los videojuegos, no es imprescindible haber jugado ninguno de ellos ni saber nada de su trasfondo para enterarte de qué está ocurriendo. Todo lo que hay que saber te lo van contando según avanza la historia. Además, está ambientado en una época y una zona geográfica que no ha sido explorada en los videojuegos: China a mediados del siglo VIII e.c.
Assassin’s Creed: Dynasty fue publicado originalmente como un manhua online en 2020 como un acuerdo entre Ubisoft y la plataforma china Tencent QQ, y publicado en papel en 2022. En esta historia seguiremos a Li E, un aprendiz de asesino que se ve metido en una conspiración para derrocar al Emperador y tendrá que hacer lo que esté en su mano para evitar que una guerra civil sacuda a la Dinastía Tang. De momento, sólo hemos podido ver los dos primeros tomos de Dynasty, pero ya podemos apreciar varios de los rasgos que caracterizan a la saga: tenemos a la Orden (aún no se llaman Hermandad de los Asesinos) viviendo aislados casi como una orden monacal, vamos viendo poco a poco crecimiento de personajes, alianzas que se forjan… y un enemigo en el horizonte, An Lushan, que impone simplemente con su imagen. Y el poder militar que tiene a sus espaldas no es menor que las maquinaciones políticas que hay en todos los bandos de esta historia.
La historia es interesante, y con una estructura muy similar a la que hemos visto en varios de los juegos de la serie, pero quizás peque un poco de presuponer conocimiento de la historia de China que el lector occidental casi con total seguridad no tendrá. Lógico, por otro lado, siendo originalmente un webtoon publicado en China. Para contextualizar para el publico europeo y americano, al final del primer tomo hay un epílogo con datos históricos en los que está basada esta historia… pero que tampoco son imprescindibles para disfrutar de la historia.
El formato de esta serie de seis volúmenes es el tradicional rústica con sobrecubierta, pero con el tamaño de los kanzenban (los tomos que son un poco más grandes). Además, se incluye en cada tomo una postal con la ilustración de portada sin texto ni logos. Un resultado final muy cuidado, algo que estamos viendo como tónica general en los libros de Moztros.
No sabía que esperar de esta serie. Como comentaba al principio, al ser un tebeo de franquicia tenía las expectativas más bien bajas, pero la verdad es que ha resultado una lectura muy disfrutable en sí misma, además de como producto derivado de los videojuegos. Los gamers que lleven años pegándose con las tropas de Abstergo necesitan leer esta historia, pero los fans de las historias medievales ambientadas en el lejano oriente también lo disfrutarán.