El año pasado y con el boom de El juego del calamar en Netflix, se desató cierta polémica con respecto a As the gods will, la serie que ahora nos hace llegar Distrito Manga. Ambas establecían una competición de supervivencia en torno a los juegos infantiles y enseguida comenzaron a surgir las voces que invocaban el plagio. Sin embargo, no llegarían mucho más allá de los titulares clickbait.
Por un lado, los juegos de supervivencia extremos y con abundante violencia explícita son casi un subgénero más del manga. Más allá de As the gods will, podríamos citar Battle Royale, Gantz, Alice in Borderland, Btooom!, Deadman Wonderland y tantos otros. Por otro lado, si trazamos una línea de tiempo, El juego del calamar comenzó gestarse en 2009 como un guion que pululaba de productora en productora en busca de alguien que lo produjese, pero no vería la luz hasta 2021. Por su parte, As the gods will comenzaría a editarse en 2011 con lo que a no ser que se filtrase algo de aquel guion coreano, no hay grandes posibilidades de plagio en ninguno de los dos sentidos.
De lo que no cabe duda es que la popularidad de El juego del calamar hace de la actualidad un gran momento para traer este manga por primera vez a España, ya que se nos había resistido, pese a tener una adaptación a imagen real de Takashi Miike.
As the gods will nos lleva al instituto de la mano de Shun, un estudiante de segundo, sin ninguna peculiaridad aparente. Un día en su clase, de buenas a primeras, a su profesor le revienta la cabeza y un muñeco Daruma parlante aparecerá dando enigmáticas instrucciones y haciendo estallar la cabeza de todo aquel que no las siga. A partir de aquí comenzará un juego en el que la supervivencia depende de superar una serie de pruebas bajo la forma de juegos infantiles.
Si bien es cierto que la semejanza con El juego del calamar está ahí, no va mucho más allá de la idea inicial. Las motivaciones, trasfondo de los personajes, discurso de fondo, tratamiento de la violencia y todo lo demás son completamente distintos. El enfoque de As the gods will tendría mucho más que ver por ejemplo con Gantz, donde el enigma y la ultraviolencia son el motor de la historia. Mantener el misterio de por qué está sucediendo y el foco sobre la acción emparenta As the gods will mucho más con el manga de Hiroya Oku que con la serie coreana de Hwang Dong-hyuk.
Pese a estar catalogada como seinen, más allá de la violencia explícita, el tratamiento Muneyuki Kaneshiro tiende tal vez más a lo adolescente. En primer lugar siempre está la acción y lo poco que se incide en los personajes es sobre la marcha y sin ir mucho más allá de una serie de arquetipos (en ocasiones hasta estereotipos) de los que podemos prescindir rápidamente con una explosión de sesera. As the gods will por el momento no pretende indagar en experimentos sociales sino que se mueve en una visión más elemental sustentada en los roles arquetípicos de instituto, la acción violenta y el misterio acerca de la causa de todo esto, que es lo que sustenta todo.
Si le sumamos que Akeji Fujimura realiza un trabajo funcional aunque un tanto rudimentario y que solo son 5 tomos, todo invita a pensar que el éxito como historia de As the gods will depende casi por completo en lo sólida que sea la explicación final.
Estamos por ver si en futuros tomos son otros los alicientes que nos van dando porque de lo contrario podría estar jugándose el éxito de una serie a una sola carta.
