Saludos, queridos lectores versados en los caminos del Azur. Volvemos hoy a hablar de las aventuras y desventuras de aquellos 3 niños, su madre y la misteriosa mujer que cuida de ellos… porque cuida de ellos,¿verdad? Hoy tenemos Aristophania 2: Progredientes.
Llegamos a la mitad de esta historia. Una historia muy particular porque, como ya hablamos en la reseña del tomo 1, transcurre a lo largo de los cuatro tomos que la componen. El hecho de que sean cuatro tomos y no tres ayuda a romper el ritmo clásico de dividir en esos tomos aquello de la presentación, nudo y desenlace. Algo que el guionista Xavier Dorison puede permitirse al tener la historia ya pensada y saber el espacio que va a tener.
Que no es lo mismo tener que ofrecer un final en cada tomo que poder desarrollar tus ideas con libertad y espacio.
La historia continúa contándonos esa guerra mágica secreta en Marsella y otros lugares de Francia. Pero es siempre una guerra secreta y en segundo plano, hasta para los lectores. Lo que tendremos en este tomo es, además de continuar las tramas ya conocidas, la presentación de nuevos personajes e ideas.
El resultado se nos hace algo raro porque, como en cualquier película francesa vista con los ojos de un consumidor de cine holliwoodiense de acción :-); el ritmo es lento, pausado, tranquilo y da la sensación de que no está pasando nada.
Todavía.
Lo cual puede que sea algo muy engañoso. Puede que el autor esté jugando con nosotros. Puede que hayamos caido bajo el influjo del azur.
O también puede ser que quizás no sabemos ver lo que debemos mirar… estamos aún aprendiendo, igual que esos niños que buscan salvar a su madre.
Hablando de esto… He leido por ahí que el ambiente es muy dickensiano. Normal, pues es el adjetivo que suele añadirse a cualquier obra relacionada con la Revolución Industrial y las malas condiciones de vida o laborales. Pero no estoy de acuerdo. No me recuerda a Dickens. Pero ese aire, ese ambiente, ese tono… si que me recordaba a algo ¿El qué? ¿A quién?
Cuanto más me adentro en este mundo, más pienso en tener la misma sensación que leyendo obras como Esencia Oscura o Las Puertas de Anubis. Un mundo cotidiano que podemos o debemos ver de diferentes maneras.
Joël Parnotte sigue ofreciéndonos un dibujo dignno y adecuado. Quizás sus personajes no tienen una linea demasiado limpia, pero es que no estamos ante una historia limpia. Y me reafirmo en lo que comentaba en la reseña del tomo 1: el dibujo, la narrativa, la composición tienen algo de trampa, en el buen sentido. Tenemos escenas que podemos leer de un tirón y entendemos lo que sucede. Pero si las reelemos, podemos encontrar detalles o pistas que completan y complementan esa historia. Y que se nos escaparon la primera vez aunque estaban a la vista.
Por poner un ejemplo, podríamos decir que en una escena hay unos policias, y algo malo pasa unas pocas viñetas después. Pues pasa y seguimos leyendo. Pero hay una vocecita dentro de nuestra cabeza que nos dice: Mira esos trenes tan bien documentados. Mira esos puertos tan bien documentados. Mira esos vestuarios tan bien documentados. Ahora mira a esos polis y…¿esa barba de seis dias sería oficial y correcta en un policia honesto en este lugar y época? Y ahora vuelve a leer…
La edición viene sin extras, excepto algún dibujo o fotografía en las páginas de portada, portadilla y créditos. Hay algunos pies de página explicándonos cosas como el origen de un poema.
La traducción se creó de forma mágica por Elisa Germán Reyes y TransCreat.
¿Por qué leer Aristophania 2: Progredientes?
Una historia que tiene varios niveles. Un tratamiento de la magia más tradicional y clásico. Un dibujo perfectamente documentado y lleno de detalles.
¿Por qué no leer Aristophania 2: Progredientes?
Te queda la sensación de que no está pasando gran cosa. Es mentira, claro. Pero esta obra hay que leérsela de un tirón, los cuatro tomos.