ECC Ediciones va a recuperar en dos tomos integrales el volumen 6 de Aquaman íntegro (los treinta y nueve números) A partir del cuarenta ya cambiaría de cabecera a Aquaman: Sword of Atlantis, a pesar de mantener la numeración. Con dicha cabecera se prolongaría hasta el número cincuenta y siete. Sub Diego es el subtítulo con el que han decidido bautizar a estos dos volúmenes, por la historia que da comienzo en los últimos seis números de este tomo.
Este volumen de Aquaman comienza en una situación muy peculiar: Veníamos de los hechos acontecidos en la saga La Edad de Obsidiana, con la que el guionista Joe Kelly se hizo cargo de la cabecera de la Liga de la Justicia de América. Esta saga se extendió de los números sesenta y seis a setenta y seis. Podéis leer esta saga íntegra en los tomos dos y tres de la serie JLA: Élites de ECC. En este primer integral de Sub Diego se incluye el último número de la saga (JLA #75, el siguiente es el epílogo) donde se hace un repaso de lo que ha sucedido y sobre todo acaba con una consecuencia fundamental sobre el statu quo del personaje, y que se desarrollará en su propia serie. Básicamente, hay que saber que a raíz del evento Nuestros mundos en guerra, Tempest hizo desaparecer Atlantis mediante un hechizo, evitando su destrucción a manos de Imperiex. Dicho hechizo transportó Atlantis a una época remota donde la villana Gamemnae ha sacado a la superficie la ciudad submarina y ha proporcionado a sus habitantes la capacidad de respirar en la superficie.
Como vemos en el primer número de este tomo, Aquaman acabará devolviendo a Atlantis a su situación habitual, pero el paso por la Edad de Obsidiana ha provocado la proliferación de una nueva clase de hechiceros que culpan al rey de Atlantis de todo lo que ha sucedido. Mera toma el poder con el hechicero Hagen como primer ministro. Su primera decisión es el exilio de Aquaman para su muerte por deshidratación. Además, Hagen realiza un hechizo por el cual toda la clase marina se levanta contra el que fuera su rey.
Los primeros doce números de este nuevo volumen están escritos por Rick Veitch, el que fuera uno de los dibujantes de la mítica La cosa del Pantano de Alan Moore, toma el mando de la historia y se notan sus influencias por el tono que le da a la serie. Pero su etapa resulta muy atractiva porque cuando más interesante está la trama de Atlantis, introduce otra gran trama que irá compaginando con gran habilidad hasta llegar al final en el que se simultanearán ambas historias, gracias a la introducción de Tempest como co-protagonista de todos estos números.
La segunda trama que plantea es donde más se aprecia su currículo previo, puesto que introduce al personaje en una historia de mitología galesa y de magia elemental que nos recuerda por momentos a Swampy. Aquaman se traslada a un faro irlandés, y allí conocerá a la misteriosa Dama del lago, un espíritu del Mar Secreto, basado en la localidad mitológica de Annwn. Entra así en contacto con una magia que le otorga nuevos poderes, además de una nueva mano y es nombrado por la Dama como el Portador del Agua. El arpón que ha llevado hasta el momento deja sitio a una mano de agua sólida que le proporciona poderes curativos y de gnosis. La mano no será el único cambio de imagen, sino que también volverá al pelo corto y barba recortada o afeitada directamente. El problema surge cuando un mal uso de la magia elemental por parte de Aquaman despertará a la Sed, una criatura hecha de lodo seco que representa el lado oscuro de la figura del Portador del Agua. Esta Sed intentará secar los espíritus de los cuatro grandes ríos del mundo, Elba, Rin, Luna y Tigris, que alimentan el Mar Secreto. La única pega que le pondría a este primer arco es el final un poco abrupto de la trama política en Atlantis.
Todo este largo arco de doce números está dibujado por Yvel Guichet, un dibujante que fue especialmente activo en los números de la JLA dentro de La Edad de Obsidiana y de este nuevo volumen de Aquaman, pero que no se prodigó mucho más y lo último que hemos visto de él ha sido en adaptaciones a cómic de Pacific Rim o Godzilla. Su estilo tira mucho de masas de negros y sombreados pesados, y tiene unos rostros muy característicos que recuerdan un poco a Patrick Gleason o Doug Mahnke y con un dinamismo muy a lo Scott McDaniel o Paco Medina. No obstante, creo que hace un trabajo bastante efectivo y que encaja bastante bien con el dibujo que se hacía en aquella época. Tan solo falla en tres de los doce números, aunque gracias a ello podemos disfrutar de un número de Norm Breyfogle y de dos de Sal Velluto, con unas viñetas corales con muchos personajes que me han sorprendido para bien.
Los números trece y catorce de la serie están escritos por John Ostrander (Escuadrón Suicida, Espectro) y son dos historias sueltas autoconclusivas dibujadas por James Bosch y Tom Grummett que tienen una importante carga emocional. El primero cuenta cómo Aquaman intenta ayudar a una familia en un velero durante un temporal y la segunda es un encargo a un periodista para que escriba sobre Aquaman y que sirve para hacer un bonito análisis de la figura del personaje al estilo de Es un pájaro o Noche oscura.
A partir del número quince comienza el arco de seis números La marea americana, escrito por Will Pfeifer (H.E.R.O.) y dibujado por Patrick Gleason (Batman y Robin, Superman). Comienza aquí la historia que da nombre a la colección: Se produce un terremoto que hundirá media San Diego llegando a provocar 400.000 muertes o desapariciones, suponiendo la mayor catástrofe de la historia de los EE.UU. Pero entonces comienzan a aparecer personas vivas que salen del océano con la habilidad de respirar bajo el agua, y Aquaman tendrá que investigar qué ha sucedido.
Un arco muy impactante por la interesante premisa que plantea, y con un dibujo de Patrck Gleason que le aporta bastante dinamismo a la historia. Pfeifer nos presentará a Lorena Márquez, una de las afectadas y que acabará formando equipo con el protagonista. Es una buena historia pero que tiene el problema de que obvia el final del arco anterior. La etapa de Veitch acaba con una Atlantis convulsa por una lucha política y aquí pasamos directamente a esta historia en la superficie (bueno, al menos antes era la superficie…) y no dedica ni una triste página a la transición entre ambas historias. De hecho este arco comienza con San Diego ya sumergida y nos cuentan qué ha llevado a esta situación. Este arco termina, pero todavía quedan flecos pendientes que veremos en los siguientes números que se incluirán en el siguiente tomo.
En definitiva, Aquaman Sub Diego Integral 1 (de 2).
Puede que no sea una etapa canónica ni de esas que todos recuerdan cuando se habla del personaje, pero son números francamente originales y con una acción que hace que la lectura sea muy entretenida. A pesar de lo impactante que resulta la premisa que nos plantea Pfeifer en sus números, tengo que reconocer que me ha gustado más la etapa de Veitch, con una historia muy bien escrita, con cruce de dos tramas que de por sí tienen peso suficiente para haber sido la única de estos números, y con un dibujo de Yvel Guichet que sin llegar a deslumbrar, cubre el expediente con bastante solvencia. Y no hay que olvidar las dos historias de John Ostrander que, a pesar de estar casi de relleno, son muy disfrutables. Si no conoces mucho al personaje y quieres probar con algo, estos integrales me parecen una oportunidad muy buena de leer una etapa divertida, original y con un nivel constante sin altibajos. Ah, y este tomo SÍ tiene un artículo de Fran San Rafael que sitúa a la perfección al lector que llegue de nuevas a estos números. El tomo contiene fichas de personajes, todas las portadas y unos bocetos de Guichet como extras.
Lo mejor: Las historias de Ostrander me parecen muy bonitas. Los planteamientos de Veitch. La premisa de la historia de Pfeifer es muy potente. Las portadas de Alex Maleev y Arthur Adams.
Lo peor: Para muchos, seguro que el tamaño reducido, aunque a mí este formato me encanta… A pesar del número de páginas, pagar 46,50€ por un tomo de Aquaman puede echar para atrás a más de uno.