Tras la primera tanda de títulos, Karras Comics está aquí para quedarse. Apocalypse Girl es la nueva apuesta que rescatan del catálogo de Amigo Comics, sello bajo el que se publican en los USA las creaciones de El Torres y sus compinches.
El propósito de Amigo/Karras es reivindicar el cómic de entretenimiento, esos tebeos a los que no les hace falta abrirte el tercer ojo de la mente y que te replantees tu vida, sino únicamente hacer eso tan difícil e infravalorado que es conseguir que pasemos un buen rato. Y bajo esta premisa llega Apocalypse Girl, la historia de Metis, una chica de catorce años en medio de ese momento vital tan complicado que es la adolescencia. Tal vez en su caso pueda ser un poco más difícil por pequeñeces como el fin del mundo, la supervivencia entre ogros mutantes, demonios con aspecto kaiju que batallan contra ángeles, seres primigenios que se ciernen sobre el cielo y encima tener que aguantar a su madre todo el día encima, que además está muerta.
Con semejante premisa que nos ofrece El Torres, si esto se estuviera publicando en Image, estaría en boca de todo el mundo. De hecho probablemente de este tomo de Apocalypse Girl, habrían sacado diez volúmenes. En tan solo 116 páginas, las cuatro grapas de la primera miniserie en USA, sienta las bases de su mundo y nos ofrece una historia completa con su propio desenlace, sin cliffhangers tramposos y con el único anzuelo para futuras historias de que hayas disfrutado los personajes y el mundo que nos plantean.
Un poco de Buffy, un poco de Walking Dead y varias pizcas más de ese mar de referencias que es el cerebro de El Torres, para una historia repleta de simpatía e ideas frescas.
Como anillo al dedo le va a Apocalypse Girl el dibujo de Ramiro Borrallo en este sentido, ya que este prácticamente recién llegado aporta gran parte de la frescura del tebeo. Pese a una suerte comercial por debajo de lo que su calidad indicaría, Amigo Comics y en general El Torres tienen experiencia en servir de trampolín a autores. Nombres como Gabriel Hernández Walta o Fran Galán dieron algunos de sus primeros pasos con el guionista y editor malagueño y pronto volveremos a oír hablar de Ramiro Borrallo. Pese a que en ciertos momentos se puede atisbar alguna traza de novatez (ésta es su segunda obra), el dibujo y el color de Borrallo vibra, se mueve, destila pura energía. Confirmando que las fronteras entre las estéticas americana y europea cada vez son más difusas, Borrallo nos brinda un estilo con énfasis en la ambientación, de figuras sintéticas, amables y dinámicas y un estilo narrativo sencillo y directo que camina de la mano de objetivo que El Torres concibe para Apocalypse Girl.
Probablemente Apocalypse Girl no lo pete en premios con si lo hicieron El fantasma de Gaudí o Goya: Lo sublime terrible y tampoco parecen esas sus aspiraciones, pero si existiera el premio al “mejor tebeo de entretenimiento puro sin pretensiones”, ahí va mi nominación.