Uno de los momentos más interesantes que ha tenido Marvel en lo que llevamos de siglo fue el entorno cósmico derivado de Aniquilación. Cuando en 2006 el editor Andy Scmidt reunió a un puñado de autores para hacer un microevento con un lote de personajes semiolvidados y de segunda fila, nada hacía pensar que estaba echando a rodar una piedra que años después daría lugar a Guardianes de la Galaxia, dos películas con una recaudación mundial superior a setecientos millones de dólares cada una. Así que era bastante predecible que la saga iniciada por Keith Giffen, Dan Abnett y Andy Lanning fuera elegida para uno de esos revivals de eventos clásicos que está lanzando la editorial en los últimos tiempos.
Algunos de estos eventos revisitados son reboots de las historias clásicas, como el dedicado a la línea 2099, y otros simplemente aprovechan el nombre de la original, como ha ocurrido con Actos de Maldad/Actos de Venganza, con lo que no sabíamos exactamente qué nos íbamos a encontrar en Aniquilación: Plaga. Lo que nos hemos encontrado es una historia que entra dentro de la continuidad planteada en el arco argumental de cinco años original… pero que a la vez es un remake nada disimulado de alguno de sus momentos. Aniquilación: Plaga es El despertar de la fuerza de la Marvel cósmica.
Retomando el esquema ya habitual en los eventos de Marvel -especial Alfa, líneas de historia independientes, especial Omega-, nos encontramos con una versión resumida de la Aniquilación clásica. Tras el planteamiento de toda la trama en Alfa, se explora el evento en cuatro secuencias simultáneas que convergen en el cierre de Omega. Y si en la primera Aniquilación teníamos cuatro series limitadas protagonizadas por Nova, Estela Plateada, el Super Skrull y Ronan el Acusador, aquí tenemos cuatro especiales unitarios protagonizados por Nova, Estela Plateada, Los Cuatro Fantásticos -el grupo en cuya serie debutaron tanto el Super Skrull como Ronan- y Bill Rayos Beta. ¿La historia? Un nuevo enfrentamiento de los personajes implicados contra las versiones lovecraftianas de los héroes Marvel procedentes del Cancerverso, siguiendo de una forma bastante fiel los sucesos que ocurrieron en El Imperativo Thanos.
La verdad es que por mucho rip-off que sea de historias de la década pasada, hay que reconocer que Aniquilación: Plaga tiene momentos bastante inspirados. Matthew Rosenberg le pilla el punto bastante bien a Nova y plantea un team-up bastante jocoso entre Richard Rider y el mismísimo Annihilus, que ya compartieron un momento bastante potente en la Aniquilación original. Christos Gage, un tipo con menos fama de la que merecería con el oficio que le hemos ido viendo a lo largo de los años, se encarga de enfrentar a los 4F con sus versiones del Cancerverso alrededor de la idea de familia que siempre ha unido al grupo. Dan Abnett retoma a Estela Plateada donde la dejó Donny Cates al final de Negro y firma el número más introspectivo del tomo, profundizando en el papel del Vigía, uno de los antagonistas de la historia. Y cierra el cuarteto de escritores Michael Moreci, un recién llegado que se encarga de un intrascendente número protagonizado por Bill Rayos Beta y Mandíbulas que no habría pasado nada si no hubiera estado.
La verdad es que, sin ser una obra que emocione especialmente, hay que reconocer que Aniquilación: Plaga es un cómic bien hecho. La historia es interesante y está razonablemente bien llevada, y quizás si el lector se encontrara con ella de nuevas podría sentir un cierto interés. Pero el gran problema es que como secuela que es de un entorno clásico (¿se puede llamar ya clásica a una historia de hace casi quince años?), los lectores de Plaga serán los que en su día, o en alguna de sus reediciones posteriores, ya leyeron todo aquello. Y conociendo ya la historia original, la sensación de «esto ya lo he leído» es permanente, y en esas condiciones, por muy correcto que sea el cómic que tenemos entre manos, es francamente complicado dejarse llevar por la lectura. Una obra más en la lista de remakes/secuela a la que pertenecen Superman Returns, Jurassic World o la mencionada El Despertar de la Fuerza.