Hoy analizamos un título de la Editorial La Felguera. No, no es una nueva editorial, ni mucho menos. Se trata de una editorial que lleva publicando libros desde 2010 pero que con Amanece en Ciudad Despojo se introducen en la publicación de cómics. No es algo gratuito. Su editor jefe, Servando Rocha, lleva involucrado en la creación de fanzines y movimientos sociales desde 1996 pero no sería hasta 14 años después que diera un paso más y se embarcara en el proyecto editorial. De hecho, incluso han publicado unos textos de Alan Moore que no llegaron a ver la luz en la revista de ocultismo que inicialmente los iba a publicar y fueron apareciendo en revistas underground. Solo basta echar un vistazo por su página web para ver el corte editorial que tienen, y entender que un proyecto como este, que recopila trabajos de un artista como Mario Rivière, resulta perfecto para La Felguera.
Y más, si tenemos en cuenta que Rocha y Rivière llevan muchos años como amigos y trabajando en proyectos comunes como el grupo de punk rock Muletrain. Entonces se hacía llamar Screamin´ Mario Loco y era el vocalista y guitarra de una banda punk que llegó a publicar 3 álbumes. Tras esa etapa, Rivière comenzó una carrera como ilustrador que le ha llevado a realizar desde carteles hasta portadas de discos que van desde el heavy metal de Lizzies hasta la música indie de La Bien Querida. Y llegó la pandemia… y esas horas de encierro sirvieron para que Rivière, que siempre ha tenido mucha conexión con el cómic (como se muestra en las evidentes influencias de esta obra), comienza a realizar algunas historias cortas y se las envía a Rocha para que le de su opinión. Le gustaron tanto que le propuso realizar varias de ellas para poder editar juntas en un libro, y el resultado se recoge en este Amanece en Ciudad Despojo.
Leer esta obra siendo amante del cómic underground es toda una experiencia. En cada viñeta que realiza se puede ver una de sus influencias, y sin embargo se mantiene como una propuesta fresca y sorprendente. Pero esta colección contiene de todo, desde historias cortas, ilustraciones, anuncios publicitarios… y todo ello manteniendo una coherencia temática que da sentido a esa ciudad común que da título al libro. El corte temático salta entre la provocación, el homenaje al cómic pulp, al underground, a los monstruos… con un tono que más que ese pesimismo que verán muchos, es una reinterpretación de una realidad social actual dura y desalentadora. Pero Rivière utiliza esos elementos para plasmar rabia y un dedo corazón extendido al convencionalismo. La mayoría son historias cortas, y más cercanas al surrealismo, pero lo que más me ha gustado es cómo en cada una de ellas tiene su propia identidad, y su propio estilo, manteniendo siempre una coherencia gráfica como conjunto.
Como decía, visualmente Rivière es un catálogo de influencias de autores enormes. En las páginas de este libro vemos a Burns, a Clowes, a Johnny Ryan e incluso Alexis Ziritt. Y sin embargo, en ningún momento se aprecia como un pastiche, sino que tiene su propia identidad y su propia dirección. Se aprecia claramente que estamos ante un autor que ha mamado lecturas de todo tipo, desde los cómics de terror de la EC hasta el underground más gamberro y rompedor. Y no se dedica a mostrarnos su versión, sino que cuenta su propia historia, tomando elementos de lo que ha leído toda su vida. Y eso es un disfrute total. Son muchas las historias que me han hecho levantar las cejas por sorpresa, bien sea por la explosión visual como en la historia de la detective lisérgica, la carcajada que me sacó la breve El repugnante Hombre Mierda o por la mala baba de Sacrificio Satánico. Pero hay una historia que brilla entre todas las demás, y esa es Krom – Guerrillero psíquico- vs Dios. Un karateca peleando contra Dios. ¿Necesitáis más? Visualmente epatante, técnicamente impecable y una historia loca y excesiva.
La edición de La Felguera es cuidadísima: encuadernado cartoné, portada con letras plastificadas, guardas personalizadas y papel de alto gramaje. Su tamaño es de 16×24 cm y contiene una pequeña biografía del autor y una introducción de Servando Rocha en la que habla de su relación con el autor y de cómo vivió él la realización del proyecto.
En definitiva, Amanece en Ciudad Despojo es un libro que encantará a los amantes del cómic underground, tanto por sus evidentes referencias, que permiten ver la influencia en un estilo preciosista y muy cuidado, como por la temática rompedora y provocadora de sus historias y diferentes formatos. Eso sí, esta es una obra para un público muy concreto: gente que haya leído mucho fanzine con alma punk, mucho cómic de Peter Bagge o la dupla Kominsky-Crumb y que busque sensaciones por la lectura, más que una historia con un rumbo evidente. Esta obra es un puñetazo en el estómago y un «debut» prometedor para un artista que está llamado a llenar un hueco en nuestra industria del cómic.
Lo mejor: Invita a la relectura y a la interpretación de sus historias. Lo variado que es como conjunto de historias y la potente identidad visual que tiene, a pesar de todas sus evidentes influencias.
Lo peor: Si no estás habituado a este tipo de cómic, no vas a entender nada, pensarás que es un sinsentido tras otro.