No hace mucho los amiguetes de esta web, algunos con cerveza en mano, estuvimos grabando un podcast sobre aquellas primeras miniseries de Dark Horse donde se ampliaban los horizontes vistos en las películas de Aliens y Depredador. Aquellas primeras historias han soportado el paso del tiempo de manera regular (en el mejor de los casos), pero todos coincidíamos en lo extraño que era que hasta ahora nunca se hubieran reeditado.
Por fortuna este año se han cumplido 40 años del estreno de la maravillosa Alien el octavo pasajero, efeméride que ha conseguido que Norma haya editado la maravillosa Aliens: Órbita muerta o que haya empezado a reeditar las primeras historias de Aliens VS Predator. Un material que era muy demandado y que desde que viera la luz hace más de veinticinco años en formato grapa no había tenido ninguna otra edición. En su momento ya hablamos del primer volumen, donde se nos presentó a Machiko Noguchi, y continuamos con la epopeya de la mujer de negocios reconvertida en cazadora.
Algo muy curioso de este volumen es que, al igual que a los no muertos de The Walking Dead jamás se les llama zombis, aquí los depredadores son cazadores y los aliens son referenciados como especímenes o criaturas. Sea como fuere, si bien estas historias no llegan a la grandeza o la épica de la serie original siguen siendo realmente recomendables, sobre todo porque arrojan nuevos detalles sobre las dos especies. Además son el primer ejemplo de universo cohesionado en los tebeos publicados de Dark Horse, pues una de las miniseries publicadas en este segundo tomo parte de una miniserie previa e inédita en España titulada Aliens Berserker.
Comenzamos con una historia corta del serial Dark Horse Presents. Apenas ocho páginas donde cacería sangrienta es la protagonista. Randy Stradley (que escribe todas las historias del tomo) y Phil Norwood se encargan de narrar la acción en un puñado de planchas que te dejan con ganas de más. Si no me equivoco, esta historia nunca había sido publicada antes en nuestro país.
Seguimos con Aliens VS Predator: Duel. Dos números que establecen un curioso paralelismo con la saga fílmica de los xenoformos. Al igual que en Aliens de James Cameron, los marines coloniales hacen su aparición con sus característicos rifles, sus chistes malos y todos más duros que dios. No son Hicks o Vasquez, pero dan el pego. Como es de suponer, es una historia donde la acción y la adrenalina predominan por encima de todo lo demás.
Resulta muy interesante porque los acontecimientos suceden en el planeta Ryushi, lugar donde sucedieron los hechos de la serie original y hasta ahora (en cualquiera de las doce películas que suman ambas sagas) nunca se había repetido escenario. El dibujante Javier Saltares (conocido por su larga etapa en Motorista Fantasma) hace un gran trabajo mostrando toda la destrucción dejada por la batalla previa, y aunque su estilo no es tan depurado y detallado como el de Norwood, logra un trabajo efectivo y vistoso con unas muy buenas secuencias de tiroteos, desmembramientos y burradas varias.
Así llegamos a Aliens VS Predator: War que comienza como un tiro en la sien con una incursión de los depredadores en el planeta original de los Aliens para hacerse con el control de una Reina y que ésta sirva para proporcionarles sus trofeos de caza. Una miniserie imprescindible para los fans de ambas franquicias porque arroja información nunca vista anteriormente sobre las razas. Además, retoma al personaje de Machiko Noguchi y su periplo con los Depredadores, donde tendrá que adaptarse a sus reglas, a su sistema de castas y tendrá que tratar de ganarse un nombre y hacerse respetar.
Como siempre en una guerra entre estos seres superiores, quien pierde son los humanos que quedan en medio de una batalla que no comprendemos. Esta sensación de caos y confusión queda muy bien representada a lo largo de toda la historia. Esta serie está dibujada por Chris Warner (ilustrador de la primera miniserie de Depredador) en su primer episodio y por Mike Manley y Jim Hall los restantes. El estilo es el propio del canon de la época, no llegando ninguno al nivel de Norwood pero logrando cumplir con la tarea.
Un buen puñado de historias que sirvieron a la Fox para crear una franquicia fílmica que por desgracia no pasó de dos disparatadas y divertidísimas entregas. Esperemos que esta reedición (también llevada a cabo en Estados Unidos) sirva para animar a algún productor para así volver a ver a estos bichos en el cine.