¡Buenos y gloriosos días, fans de la fantasía medieval! Hoy se nos llena el cuerpo y el alma de júbilo y alegría porque tenemos la ocasión de hablar de Alba Draga, la obra de Quim Bou y Paco Zaco ambientada en ese paraje tan memorable como es el continente de Môm.

Para aquellos que no lo sepan, dicho mundo de fantasía fue creado por el gran Quim Bou hace más de veinte años (igual alguno de vosotros no había ni nacido o aprendido a leer) con las historias Corazón Negro y Oro Rojo. Las aventuras de los personajes de esta tierra de leyendas han visto la luz en editoriales como Dude, Dolmen o, recientemente, Grafito, que tuvo a bien de recopilar estos relatos iniciáticos en un bonito integral.

Así llegamos hasta Alba Draga. El título de la historia coge el nombre de la capital del imperio Orco en la edad de bronce del Continente de Môm. Pero oigan, que nadie se acojone ni eche la vista a un lado. Esta novela gráfica puede disfrutarse perfectamente aunque no se haya leído ninguna de las obras mencionadas en el párrafo anterior.

Para esta ocasión Quim Bou se “limita” a las labores de guionista y colorista. Paco Zaco se encarga de los lápices. Y nosotros los lectores, de disfrutar. ¿Qué me decís? ¿Hacemos equipo? ¿Sí? pues venga, que esto empieza.

Imaginad un mundo donde los Orcos no son solo una raza de monstruos sanguinarios. Imaginad que se han organizado en clanes, que los clanes han formado reinos, luego imperios, han dominado la magia y controlado a los dragones. Esto, y mucho más, es Alba Draga.

A nada que os guste este género derivado de la espada y brujería, os garantizo que no tardaréis más de cinco páginas en subiros al barco de Alba Draga. La historia arranca con un brutal conflicto contra las castas menores de Orcotrolls. Una escaramuza que es narrada a nivel visual con todo lujo de detalles sin escatimar en mugre, sangre y vísceras.

Pero lejos de contentarse con ser un mero tebeo de acción, Alba Draga emula a los mejores capítulos (sobre todo literarios) de Canción de Hielo y Fuego. Las intrigas palaciegas, los acontecimientos dramáticos, impías alianzas, traiciones que duelen más que una espada en las entrañas… Un cocktail explosivo de emociones condensado en poco más de cien páginas que acaban sabiendo a poco.

Destacable es el papel de dos personajes: La princesa Awa y el trágico héroe Okrail, protagonistas de un romance shakesperiano. Ella, portadora de un oscuro secreto; él, prisionero de un sentimiento del pasado. Ambos forman los cimientos sobre los que se sostiene Alba Draga. Igualmente, ambos tienen todavía mucho que contar. Así que espero no tardar demasiado en volver a saber de ellos.

En el aspecto artístico, Paco Zaco realiza un trabajo fantástico, abogando por una narrativa rápida y ágil, ideal para las frenéticas escenas de acción. Destacable también es lo cuidados que están los fondos, ricos en detalles y el gran abanico de expresiones faciales de sus personajes. Lo que ha mejorado este chico desde los tiempos de la revista Cthulhu, de Diábolo. La parte visual queda rematada por la eficaz paleta de colores aplicada por el propio Bou.

Para Alba Draga, Grafito ha elegido publicar la obra en formato rústica con solapas. A modo de extras, nos encontramos con un completo mapa de la región donde suceden los acontecimientos, así como bocetos y diseños de personajes.

En resumidas cuentas, Alba Draga es un tebeo de fantasía la mar de disfrutón, hecho con mimo y cariño. No se limita a contar una historia, se esfuerza por contarla bien. Y eso es algo digno de agradecer.

Podéis haceros con un ejemplar de Alba Draga en la web de Grafito. La campaña de pre-compra comenzó hace un par de días.