Continuamos con la aclamada etapa de Brian Michael Bendis al frente de Daredevil, ya como asentado guionista regular. Y lo hacemos con el tomo titulado A la vista, dentro de la línea Marvel Saga dedicada al cuernecitos más adorado por el fandom pijamero. Hace unas semanas veíamos como con Lugarteniente, Bendis sentaba las bases de lo que pretendía que fuera su etapa al frente de la colección. Este tomo incluye los números 32 a 40 de la colección Marvel Knights Daredevil, y en estos números tienen lugar dos arcos argumentales, uno de 6 números y otro de 3. En el tomo anterior habíamos dejado a Kingpin en una situación muy comprometida por culpa de la traición de alguien muy cercano a él, y cómo Vanessa tomaba partido activo por primera vez en su vida para defender su territorio y lo que consideraba suyo.
A la vista, además de dar nombre al tomo, es el nombre del primer arco argumental aquí recogido, conteniendo los números 32 a 37. En este arco, Bendis, plantea un daño colateral de lo acontecido en el tomo anterior. Uno de los esbirros del grupo de los traidores, buscando el favor de la policía federal, ofrece la información de la identidad secreta de Daredevil. Algo que debería quedar en esa sala de interrogatorios, pero que por circunstancias concernientes a la naturaleza humana y a lo que se puede ver obligado a hacer una persona en condiciones inapropiadas acaba en manos de la prensa. Concretamente acaba en el Daily Globe que no duda en publicar la identidad secreta del defensor de la Cocina del Infierno en primera plana.
¿Algo novedoso? No. El Capitán America lo ha hecho en Civil War, el propio Spiderman lo hizo en Civil War, la tía May descubrió la identidad secreta de Peter… ¿Y entonces? ¿Hacen falta 6 números para contar esto? No sé si hacen falta o no, pero lo que hace Bendis en ellos es de levantarse y aplaudir. No se trata de que le de vueltas a lo mismo y nos cuente la misma historia una y otra vez, tampoco se trata de ese decompressive storytelling tan marca del autor. La situación se plantea en los dos primeros números, nos cuentan cómo ha llegado la información a la prensa y lo hacen enlazando con lo acontecido en el arco anterior. Todo es contado con el tempo perfecto. Jugando como gusta tanto Bendis con el Entonces y el Ahora, avanzando y retrocediendo cuando es necesario. Y a partir de ahí se plantea la historia desde varios puntos de vista, a cuál más diferente y a cuál más interesante. Y Bendis y Maleev usan esa narración para enriquecer a los personajes, caracterizándolos y dando muestra de que los conocen y los entienden. Así, tenemos a Foggy, nervioso, dubitativo, sin saber qué debe hacer Matt. El primer arrebato es negarlo todo y atacar denunciando al periódico. Tenemos también al propio Matt, tranquilo, madurandolo todo… no apresurandose a nada para evitar meter la pata. Hay que pensar bien cuál es el plan de actuación. Y tenemos a la Viuda Negra, el contrapunto de Foggy. Si Foggy es el angelito, Natasha es el diablillo que le dice que se deje de calcular su plan de actuación y salga con ella a romper mandíbulas, que es la única manera de liberarse que conocen.
Y no me olvido de una de las mejores escenas de todo el tomo: JJ Jameson enterándose de que la competencia ha sacado la noticia. Echando la bronca a sus reporteros porque no han sido ellos los que han destapado la identidad de Daredevil. Y Peter Parker y Ben Urich enfrentandose a él diciendo que esa noticia es falsa. Y descubriendo uno y otro que conocen la identidad de Daredevil… Un juego de estrategias, y de descubrimientos y de dar pasos muy cortos para evitar descubrirse… Un prodigio de matices a los que Bendis no nos suele tener demasiado acostumbrados.
El desarrollo final del arco, con el enfrentamiento verbal con el dueño del Globe, y ese pulso a la hora de decidir si la denuncia por calumnia sigue adelante o no es otro de los momentazos de este arco. Un tour de force fabuloso tanto de Bendis como de Maleev… Espectacular.
Y como el siguiente arco no lo dibuja Maleev, me detengo a recalcar lo espectacular que está aquí. Me parece que da un salto importante evolutivo en su trabajo desde el tomo anterior. Siempre he pensado que dibujar a Bendis no debe ser fácil. Bendis tiene muchos vicios narrativos, y me temo que los impone con sus guiones, porque todos sus cómics, independientemente de quién lo dibuje, se ven iguales: Dobles splash pages, viñetas repetidas para recalcar el momento y cambiar un par de gestos,… Y destacar tu propio estilo narrativo con un guionista así no debe ser nada fácil. Y Maleev se sale. En el tercer número del arco tenemos unas cuantas páginas con un monólogo de Foggy. Maleev hace ese monólogo interesantísimo para el lector, con una doble splash page, con pequeñas viñetas y una disposición de los diálogos agradable a la vista y que impiden la monotonía. El uso de los negros y las sombras es cada vez más fino por su parte. Y la evolución que le veo aquí es que a pesar de lo sucio de su estilo cada vez dibuja mejor los rostros y las expresiones. Se sale.
El otro arco argumental aquí recogido, El juicio del siglo, me gusta un poco menos. Tal vez sea porque no lo dibuja Maleev. Tal vez sea porque supone un parón en seco en la trama y en cómo acaba el arco anterior. Pero para mí la historia de un asesinato en el que se ve envuelto el nuevo Tigre Blanco y al que acusan de dicho asesinato me parece un simple ejercicio para contar las consecuencias de ser un justiciero y de cómo se está a la vez al margen de la ley y a su lado. Bendis es consciente de lo que está haciendo. Pone en la boca del fiscal del caso un diálogo en el que le dice a Matt Murdock: «Estás haciendo esto para hablar como Daredevil sin destapar tu identidad». Realmente es para lo que sirve este arco. Por suerte solo dura tres números y podremos seguir con la trama principal en el siguiente arco y tomo. el dibujo corre a cargo de Manuel Gutiérrez y un casi irreconocible Terry Dodson.
En resumen, A la vista.
A la vista contiene un arco argumental riquísimo narrativamente. Tanto por las cosas que plantea Bendis como por el espectacular oficio de Maleev a los lápices. Está editado como el resto de la línea, en cartoné, con 232 páginas a un precio de 19,50€.
Lo mejor: Lo que le da de sí a Bendis el planteamiento del primer arco argumental para tocar mil temas interesantes. Maleev.
Lo peor: A Dodson no le sientan bien los guiones de Bendis. El segundo arco ralentiza la historia principal.
Para fans de Daredevil, de Bendis, y para detractores de Bendis que no saben qué ha hecho bien (sí, es lo mismo que dije en el anterior tomo pero… es que es una serie regular, jeje). Para los que piensan que una trama sencilla no puede ser bien explotada. Para los amantes de las más violentas batallas dialécticas.