Alan Moore: La autopsia del héroe es, hasta la fecha, el estudio más completo y pormenorizado sobre el autor británico publicado en cualquier idioma. En las páginas de esta edición revisada y ampliada, Juan Vargas propone un viaje ameno, personal y riguroso a través de la biografía, obra, procesos y claves del hombre que cambió la industria del cómic para siempre.

Acometer la aventura de escribir un libro acerca de la obra de Alan Moore (no una biografía) es una empresa cuanto menos osada, habida cuenta de que, en esta Autopsia del héroe, el autor Juan Vargas no se limita a redactar una exhaustiva bibliografía, sino que pormenoriza en cada uno de los cómics que ha escrito el bardo de Northampton, entrando en minucioso detalle en las circunstancias que rodearon a cada una, desde su concepción a sus consecuencias, pasando por todo el proceso de elaboración. Es decir, en un arrebato de metacrítica, Vargas hace la autopsia a la obra del forense del cómic por excelencia.

Tras un prólogo del cineasta Nacho Vigalondo, Juan José Vargas Iglesias empieza analizando los primeros pasos de Moore en el cómic independiente casi de rebote. Expulsado del instituto por trapichear con LSD (eran los años álgidos de Timothy Leary), Moore vio en la escritura y el dibujo de cómics una forma de dar salida a sus inquietudes creativas. Tras algunas páginas autopublicadas, en fanzines, revistas musicales o diarios locales, al fin recaló en la afamada editorial británica 2000AD, donde empezó a foguearse en el oficio, y donde entablaría sus primeras colaboraciones con futuros socios como Dave Gibbons, Alan Davis o David Lloyd. A esto seguiría su fichaje por parte de Marvel UK, donde refundaría al Capitán Britania, para volver a 2000AD para hacer Skizz o La balada de Halo Jones. Luego llegaría su etapa en la revista Warrior, con Miracleman y los primeros números de V de Vendetta, The Bojeffries Saga y por fin, su bombazo en DC Comics con La Cosa del Pantano, La broma asesina, ¿Qué le sucedió al Hombre del Mañana?, Para el hombre que lo tiene todo y su magnum opus: Watchmen.

A esto siguió una travesía en el desierto en forma de obras menores publicadas en editoriales independientes, el frustrado proyecto de Big Numbers con Bill Sienkiewicz y Un pequeño asesinato, para volver a las grandes ligas con Lost Girls y From Hell. Su retorno al mainstream llegó de la mano de Image Comics, colaborando (con mayor o menor acierto) en series como Spawn, WildCATS o Supreme, entre otras. A un nuevo paseo por el mundo independiente siguió la creación de la línea editorial America’s Best Comics, que nos propició grandes obras como La Liga de los Caballeros Extraordinarios, Tomorrow Stories, Top Ten, Tom Strong y, sobre todo, el que algunos consideran su tebeo más ambicioso: Promethea. Sus últimos trabajos como guionista de cómic son, por ahora, Neonomicon y Providence, tras los que ha jurado, por enésima vez, retirarse definitivamente del cómic. Aunque ya sabemos que ha gritado que viene el lobo tantas veces que ya no nos lo creemos. Tiempo al tiempo.

Estos dos párrafos no son más que un muy sucinto resumen de las más de 300 páginas que Juan Vargas dedica a diseccionar cada uno de los guiones de cómic que Moore ha escrito. En este libro no va a hacer apenas referencia a sus novelas y relatos adaptados a otros medios (ni, por supuesto, a las invariablemente fallidas adaptaciones cinematográficas). Aunque lo cierto es que no necesita meterse en esos jardines. La producción comiquera de Moore es tan pródiga que da para explayarse todo lo que uno quiera. Y la autopsia de Vargas de cada uno de sus tebeos es tan minuciosa que apenas deja un detalle por cubrir (si acaso, habría sido de agradecer alguna referencia más al trabajo de los dibujantes con los que ha colaborado, que en algunos casos no va más allá de una mera mención). El análisis de Vargas no es meramente formal, sino en muchos casos va más allá, destripando las influencias literarias y culturales que han propiciado cada una de las obras. La obra de Moore es a la vez causa y efecto del entorno comiquero que la rodea. Los embates de su producción editorial generan olas que regresan a él tras impactar en el gran público, y Moore responde a esas mismas olas con un nuevo golpe de efecto de igual o mayor potencia. Así, su trabajo se retroalimenta de sí mismo, volviendo en muchas ocasiones a los mismos temas, pero enfocándolos desde nuevos y originales puntos de vista. Todos estos aspectos están analizados con encomiable dedicación por Juan Vargas en este La autopsia del héroe, despertando en el lector una irresistible curiosidad por las obras más oscuras del autor inglés, y deseando que alguna editorial, en algún momento, se dedique a reeditar volúmenes ahora descatalogados y sólo disponibles en el mercado de segunda mano a precios prohibitivos.

Esta edición ampliada y revisada de La autopsia del héroe (publicado originariamente en 2010) es una exhaustiva obra de consulta sobre la bibliografía de Alan Moore, pero también se puede leer como relato cronológico de la vida del autor. No es una edición tan preciosista (y cara) como el Alan Moore: Storyteller, que abarca el mismo material, pero aporta una gran cantidad de información, fruto de muchos años de estudio de (y amor por) su obra. Especialmente recomendado para fans de la obra del bardo de Northampton que deseen profundizar más en sus trabajos más desconocidos.