Bienvenidos al límite exterior… De la nebulosa Arkano hasta la zona azul de la Luna, de las entrañas de la Zona Negativa hasta Hala… una serie de acontecimientos se desencadenan ejecutando un efecto dominó que amenaza con desestabilizar el equilibro de poder en la galaxia Marvel. Velocidad hiper-lumínica, lásers y fásers, portales teleportadores, Sci-Fi y superhéroes. Acompáñanos en este increíble viaje y descubriremos qué imperios se alzarán, qué imperios caerán y a todos aquellos que se quedarán en el camino…

Bienvenidos al despiece de Guerra de Reyes.

GUIÓN: Dan Abnett, Andy Lanning, Chistopher Yost

DIBUJO: Paul Pelletier, Bong Dazo, Dustin Weaver, Paco Díaz

TINTA: Rick Magyar, Joe Pimentel, Jaime Mendoza, Victor Olazaba, Vicente Cifuentes

COLOR: Will Quintana, Mike Kelleher, Nathan Fairbairn, John Rauch

EDICIÓN ORIGINAL: Secret Invasion: War of Kings; X-Men: Kingbreaker 1-4

EDITORIAL: Panini

FORMATO: Tomo, tapa blanda, 136 pgs., color

PRECIO: 9.95€

¡El arranque del evento cósmico Marvel del año! La invasión Skrull puede que haya terminado, pero Los Inhumanos están todavía recuperándose de las terribles heridas que les infringieron los alienígenas. Ahora, la Familia Real y su poderoso pueblo tendrán que tomar una decisión que afectará al resto del universo. Mientras tanto, en la Galaxia Sh’iar, Vulcano ha derrotado a la Patrulla-X y se prepara para la expansión del Imperio. ¿Quién podrá detenerle?

Tras Aniquilación y Aniquilación: Conquista, Marvel Comics nos hace llegar su más reciente “evento” centrado, nuevamente, en la vertiente cósmica de la compañía, la del espacio profundo, las culturas alienígenas bélicas y los imperios expansionistas. Una temática que no acostumbraba a tener demasiado peso en su particular universo, y que era más bien un grupo de personajes y entornos de los que echar mano cuando el guionista de turno no tenía demasiadas ideas de las que tirar o era necesario cambiar algo de aires en las colecciones (léase “Vive como un Kree o muere” o “Maximum Security“). Pero de unos años para aquí todo esto ha cambiado, principalmente gracias a la pareja Abnett-Lanning, encargada de los guiones de las historias al principio citadas, de las cabeceras de ellas escindidas (Nova y Guardianes de la Galaxia) y de la que ahora nos ocupa: Guerra de Reyes.

Este tomo, concretamente, no recoge la mini-serie como tal denominada. Lo que encontramos en su lugar es un one-shot escindido de Invasión Secreta y la mini-serie X-Men: Kingbreaker. En el unitario, dedicado por completo a los Inhumanos, descubrimos hasta qué punto llega el hastío por parte de estos personajes en lo concerniente al abuso del que han sido objeto desde diferentes frentes. Tanto es así, que el inicio de la historia viene a continuación de las aventuras que vivieron en Invasión Secreta y de ellas se derivan las decisiones y circunstancias que llevarán a su poderoso monarca, Blackagar Boltagon a.k.a. Rayo Negro, a tomar unas decisiones drásticas que supondrán un golpe sobre la mesa y un paso adelante para los suyos, y por ende… para el universo. El número (único del tomo guionizado por el dúo dinámico Abnett-Lanning) es corto pero se deja leer muy bien mostrándo perfectamente las consecuencias de estas decisiones en el seno de la Familia Real y en Crystal, una de las principales afectadas. Todo aderezado con buena dosis de acción espacial, perfectamente plasmada por Paul Pelletier. El dibujante (conocido por su trabajo en 4F o Guardianes de la Galaxia) es claro deudor del estilo de Alan Davis, aunque ha experimentado una mejora que le hace brillar con luz propia. Su lápiz, espectacular, sobrio y con un amplio repertorio, se agradece sobremanera y aporta más luz a esta historia. Lástima que algunas páginas queden en manos de Bong Dazo (visto en Thunderbolts o La Iniciativa) que a pesar de cumplir sale bastante malparado de la comparación.

La segunda historia queda en las manos de Christopher Yost, conocido por su trabajo en X-Force. En ella, somos testigos de como el afán expansionista del Emperador Sh’iar, Vulcano, parece no tener límite y está forzando su Imperio al máximo, quizás por encima de sus posibilidades como comienzan a intentar hacerle ver algunos de sus súbditos. Tanto es así que hasta el Consejo Galáctico se ve obligado a intervenir. Mientras tanto, Rachel Grey, Lilandra Neramani y Korvus Rook’Shir se ponen en marcha para intentar rescatar al resto de los Saqueadores Estelares, derrotados y apresados por el mismo Emperador. Ésta viene a ser la situación de partida, y sería recomendable leer por ejemplo la saga “Ascensión y caída del Imperio Sh’iar“, aunque no es estrictamente necesario. Durante la mini-serie seremos testigos de cómo los protagonistas se encuentran a través de diferentes envites con mucha acción donde veremos antiguas alianzas puestas a prueba, viejos rencores a flor de piel y una nueva unidad de personajes más sanguinarios de lo habitual. Para ilustrar todo esto, encontramos a Dustin Weaver, ayudado en algunas páginas por nuestro Paco Díaz (Wonder Woman, Nightwing, X-Men). Del primero destacaremos la vitalidad que aporta a la narración, aunque técnicamente no esté del todo pulido, y del segundo que maneja mucho mejor los lápices, con un estilo más clásico y efectivo. Ambos cumplen sobradamente en sus números. El tomo incluye todas las portadas realizadas por Brandon Peterson, bastante buenas todas ellas.

Destacaría como puntos positivos del tomo las diferentes posibilidades y entornos que maneja la historia, y la acción que se nos muestra en ella. Como punto negativo, quizás el baile de dibujantes, aunque es lógico si pensamos que se trata de 2 historias diferentes.  

En definitiva, una primera entrega de Guerra de Reyes bastante interesante y que es un perfecto aperitivo para lo que está por llegar, mostrándonos los lugares que van tomando los peones en esta partida de ajedrez sideral. Bien narrada, entretenida y sin excesivas complicaciones. ¿Qué más se puede pedir?  ¡Saludos cósmicos!