Uno de los principales pilares del género superheroico es la idea de continuidad, de universo compartido. Saber qué nos vamos a encontrar mes a mes, y que por mucho que las cosas cambien, antes o después van a volver a ser lo que han sido siempre, es uno de los puntos fuertes de Marvel. Pero, de vez en cuando, al lector veterano le gusta darse unas vacaciones de lo de siempre. El coger a los personajes de toda la vida y meterlos en entornos totalmente diferentes a lo que estamos acostumbrados es la idea detrás de la línea Otros Mundos de DC, que tan buenos momentos nos dio desde su debut a finales de los 80. En Marvel no son ajenos a esa idea. Además de la clásica serie What If, que presentaba a los personajes de la editorial con cambios que iban de lo muy leve a lo más radical, tenía esa idea. Pero también ha habido arcos argumentales ocasionales, dimensiones paralelas como la de los Marvel Zombies o series limitadas como 1602. Y en esa línea está el Amazing Fantasy de Kaare Andrews que Panini acaba de sacar en un volumen en edición de lujo.
La historia que nos cuenta Amazing Fantasy es bastante marciana: el más allá (esto es, la vida de ultratumba, no Móstoles) es un mundo de fantasía épica. Ni gente con alitas y arpas en las nubes, ni un lago de fuego en el que bichos con cuernos torturan almas por toda la eternidad, ni reencarnación, ni un vacío nihilista. Cuando se muere la gente del Universo Marvel, se ven transportados a un mundo con dragones, orcos y grifos. Y aquí llegan el Capitán América directo desde los años 40, en plena Segunda Guerra Mundial, el Spiderman adolescente de los 60, la Viuda Negra de los tiempos de la Sala Roja y la Tormenta niña de la época del Lugar Peligroso a finales de los 80. Todos ellos han fallecido (¿qué?) y han llegado al mismo tiempo de este particular otro mundo. Y aquí viven una historia que mezcla fantasía con ciencia ficción, aventuras y el toque de superhéroes que supone la presencia de los personajes protagonistas. ¿Algo que ver con la cabecera clásica de los primeros tiempos de Marvel? Pues más bien nada. Si acaso, que es una historia que tiene un cierto toque pulp, género que estaba presente en alguna de las historias de la serie de 1961. Y, por supuesto, la presencia de Spiderman, personaje que debutó en el último número de la serie original.
La sensación que deja este Amazing Fantasy es muy similar a la de Primal, la serie de televisión de Genndy Tartakovski. La historia no es especialmente interesante, de hecho da la sensación de ser una excusa para el lucimiento gráfico del autor. Y en ese aspecto, hay que reconocer que Kaare Andrews se luce como pocos. El dinamismo con el que están contadas las escenas de acción, auténticas protagonistas de la obra, es espectacular, y los lápices del autor canadiense tienen una fuerza como en contadas ocasiones se puede ver. Por ello, tiene todo el sentido del mundo que Panini haya editado este material en un formato oversized, no tan grande como los especiales Blanco, Negro y Sangre y similares, pero sí un 20% mayor que el de un cómic book de tamaño estándar, encuadernado con lomo de tela. Amazing Fantasy es una obra que entra más por los ojos que por sus aspectos intelectuales o emocionales, y Panini ha cuidado el aspecto visual hasta el más mínimo detalle. No podemos evitar pensar tras leer este tomo que Relatos Salvajes habría quedado mucho mejor con Kaare Andrews que con Mike del Mundo.
Hablemos claro: Amazing Fantasy no es una historia que te vaya a hacer replantearte absolutamente nada. Es una historia tan palomitera como superficial, y su único mérito es el trabajo gráfico de Kaare Andrews, que no puede ser descrito de otra forma que absolutamente brillante. Si buscas una historia interesante, o simplemente emotiva, aquí no la vas a encontrar. Pero si te apetece una entretenida historia de fantasía, espectacularmente dibujada y con unas escenas de acción muy bien contadas, te vas a pasar un muy buen rato con este volumen.
